"Que tus sabias palabras sean compartidas para permanecer en el tiempo", dice Fidelina Díaz (Árpie), en las primeras hojas del libro Sam Samtes (Nuestras Palabras), que contiene un glosario y un estudio lingüístico de la variante wikína wos, lengua del Pueblo Chorote. Aprovechando la Feria del Libro en Salta, Árpie destacó la importancia de reconocer la lengua chorote como un gran tesoro cultural y de resistencia en defensa de los pueblos originarios. 

La maestra bilingüe es integrante de la comunidad Wikína wos (Casa de los tambores), ubicada a 6 kilómetros de Santa Victoria Este, en el Chaco salteño. Y durante la presentación del libro relató el árduo trabajo que viene llevando a cabo con el objetivo de  visibilizar la lengua chorote. En esta ocasión esa labor concluyó en el armado de un alfabeto unificado para la comunidad. 

Díaz contó a Salta/12 que se trata de un proyecto que viene impulsando desde 1997. Por dos años investigó fuertemente su lengua, pero se detuvo por un tiempo y retomó su inquietud en 2013. Para ese momento, ya no se encontraba sola como en los inicios, sino que contaba con el apoyo de su comunidad y de diferentes lugares. 

La obra publicada es una muestra del "rescate de las palabras", que tiene como fin "no perder la lengua materna". Pues aclaró que se trata de un alfabeto unificado, que respeta las diferentes variantes del habla que existen en el Pueblo Chorote. Destacó que "amerita seguir investigando para llegar a lo que es la escritura", señalando que la variante wikína wos, que representa a su comunidad, es la menos conocida y además, es una lengua netamente hablada. 

En la elaboración del glosario mantuvo varios encuentros con los ancianos de la comunidad para recolectar toda la información posible. Es consciente de que no es una lingüista, pero aún así, "me atreví a investigar sobre mi propia lengua y ahora cualquiera se podrá dar cuenta que este libro es una base" para profundizar en el tema. Agradeció a quienes la ayudaron en la traducción al castellano, ya que reconoció que sólo lo aprendió a hablar porque es necesario cuando sale de su comunidad, pues dentro de ella, sólo se habla wikína wos. 

Primeras letras del alfabeto

Díaz tiene la certeza de que este libro servirá para seguir trabajando la interculturalidad, pero, sobre todo, será una herramienta que podrá tener el Ministerio de Educación de Salta. Su anhelo más grande es "enseñarlo en todas las escuelas en algún momento". Actualmente Díaz se desempeña como maestra intercultural en la escuela N°4798, Misión El Cañaveral, de la localidad de Santa Victoria Este.

La obra "tiene mucho que ver con la necesidad de seguir protegiendo el tesoro que es la lengua", sostuvo. Subrayó que su trabajo no está destinado únicamente a la comunidad hablante de wikína, sino "a la población en general ,porque es un pequeño aporte para que todos podamos conocer un poco más" del Pueblo Chorote. 

En ese sentido, planteó que se trata de un libro de resistencia originaria frente a los cambios inevitables que giran en torno a la tecnología y a los nuevos escenarios sociales. Aseguró que hay muchas personas de las comunidades que se movilizaron a los epicentros urbanos y dejaron de hablar la lengua materna y quienes aún lo hacen, son las personas que están a varios kilómetros de las ciudades. 

A pesar de ello, no negó que la incorporación de algunos cambios fueron buenos para la comunidad, porque de otro modo "no sería posible todo el trabajo que venimos haciendo", poniendo un énfasis en la escritura. "Lo que se busca es registrar algunas palabras que muchas veces fueron olvidadas por vengüenza", señaló. Por eso, dijo que este trabajo tiene un doble objetivo. Por un lado, visilizar lo que nunca se dio a conocer, y por el otro, revalorizar un aspecto de los pueblos originarios que fue despreciado

Durante la presentación, Díaz señaló que quizás era la única mujer que estaba participando en diferentes ámbitos de discusión, como la salud, la política y la educación, lo que exhibe la cultura machista reinante, incluso en ámbitos de las comunidades indígenas. 

"Desde los 16 años que comencé en programas de radio hablando sobre los derechos de la niñez y las mujeres", para en ese tiempo no era totalmente aceptada por los adultos de la comunidad, ya que iba por fuera de lo esperado e impuesto para su condición de mujer. Por eso valoró las masivas manifestaciones de mujeres que de la actualidad y que llevan la discusión también a los pueblos indígenas.  

La publicación del libro se dio gracias al Fondo Editorial de la Secretaría de Cultura de Salta, y para la escritora significó "una enorme satisfacción porque es un sueño más logrado", tanto para ella como para toda la comunidad que participó en su realización. 

Sam Samtes, es el tercer libro que publica Díaz, pero es el primero de autoría propia. Los dos anteriores, los trabajó junto a Néstor Juan Gea. En 2008, publicaron Jempé ti pó kiúwa Pómis Jisáwo (Nuestros Antiguos Tenían casa de los Tambores), de caracter religioso y publicado en Córdoba por la Editorial Brujas. Y en 2011, publicaron Kayíkie jlayi kie- apájyi (Volver a ser como antes), de rescate histórico del Pueblo Chorote.