Mauricio Macri perdió nuevamente la partida en la Cámara Federal de Mar del Plata. Ese tribunal confirmó al juez Martín Bava al frente de la investigación por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. El juez ahora debe resolver si procesa a Macri, que está de viaje por Arabia Saudita.

La resolución fue firmada por los dos integrantes de la Cámara Federal marplatense, Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez. El juez Santiago Martín, que fue llamado a deliberar, no participó del acuerdo de este jueves. En lo sustancial, los camaristas sostuvieron que los nuevos argumentos que invocó la defensa del expresidente no cambiaron lo que opinaron el mes pasado: que Bava debe seguir al frente de la causa.

Macri recusó por primera vez a Bava el 20 de octubre para evitar presentarse ante el juez a su regreso de un viaje que incluyó Estados Unidos, Brasil y Qatar. Una semana después, la Cámara Federal --con las firmas de Tazza y de Jiménez-- ratificó al magistrado al frente de la investigación, aunque le advirtió que avanzara con pie de plomo. Con esa ratificación, Bava logró sentarse el 28 de octubre ante Macri para intentar indagarlo. Sin embargo, al advertir que no había sido relevado del deber de guardar secreto, su defensa dijo que no era posible que declarara.

La segunda recusación se presentó después de la audiencia del 28 de octubre y versó sobre lo sucedido en esa oportunidad --la obligación de levantar el secreto y el pedido al Poder Ejecutivo para que así lo hiciera--. El viernes último, se realizó una audiencia ante la Cámara Federal de Mar del Plata en la que el abogado de Macri, Pablo Lanusse, enumeró sus críticas al juez. Bava tuvo intención de refutar presencialmente las acusaciones de Macri y de su defensor. El presidente de la Cámara, Tazza, comentó que el magistrado había estado temprano en la sede del tribunal, había consultado si era necesaria su presencia y le dijeron que no hacía falta.

"No advertimos causales sobrevinientes al anterior rechazo de la recusación intentada por esta misma parte, siendo que de esas labores judiciales no se pudo evidenciar o traslucir parcialidad o dependencia alguna, tanto en la celebración de la audiencia cuestionada, como en el trámite del pedido de relevamiento del secreto al ex Presidente, sin perjuicio de la opinión que pudiera tenerse sobre la necesidad o no de contarlo, cuestión ajena a este expediente de recusación, y sobre la que el Juez opinó expresando que no resultaba necesario, pero que igualmente solicitó, en virtud de las razones invocadas para la suspensión de la indagatoria cuestionada", escribieron este jueves Tazza y Jiménez.

Como lo hicieron en la oportunidad anterior, los jueces marplatenses volvieron a hacerle señalamientos a Bava para que avanzara con cuidado. "Advertimos con cierto grado de preocupación, la adopción de algunas decisiones conductuales durante el transcurso del proceso, que cuestionadas por su desprolijidad --y que en definitiva-- fueron subsanadas--, deberán en lo sucesivo ser evitadas por el juez de grado a los fines de garantizarla buena marcha del mismo”, resaltaron los camaristas. Tanto Jiménez y Tazza hablaron nuevamente de las repercusiones institucionales de la causa que tiene al expresidente como principal imputado.

"Queda claro para la Cámara Federal, luego de cotejar el video de la audiencia y las constancias de la causa, que el juez Bava no mintió ni en él acta del 28 de octubre ni en el decreto del 29 de ese mes", dijo la abogada querellante Valeria Carreras, después de conocerse la resolución del tribunal de apelaciones marplatense. "Hoy podemos decir que ganamos 'los nadies', como diría Eduardo Galeano. Ganamos los que, solo munidos de la verdad y las pruebas y sin poder alguno, obtuvimos justicia frente a un planteo infundado y evidentemente dilatorio planteado por Macri", añadió.

Las estrategias del expresidente para librarse de la investigación no se reducen únicamente a buscar correr a Bava, objetivo que ya incumplió en dos oportunidades. Macri tiene otra jugada de mayor alcance: llevar la causa a los tribunales de Comodoro Py. El 19 de octubre pasado, Lanusse le pidió al juez federal Ariel Lijo que reclame la investigación sobre el espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Ni Lijo ni el fiscal Franco Picardi se sumaron a la intentona de Macri, pero dejaron la pelota en la cancha de la Cámara Federal de Mar del Plata para que responda si las investigaciones por espionaje de Dolores deben seguir tramitando en esa jurisdicción.

El futuro de Macri

Con una segunda confirmación de la Cámara Federal, Bava está en condiciones de definir si procesa al expresidente por el espionaje sobre los familiares del ARA San Juan. También resta que resuelva la situación procesal de otros dos indagados, Martín Coste y Diego Dalmau Pereyra, los dos directores operacionales de Contrainteligencia del macrismo.

El juez indagó el 3 de noviembre pasado al expresidente y debe decidir si hay elementos necesarios para sostener que Macri ordenó y posibilitó las tareas ilegales que se hicieron desde la delegación Mar del Plata de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Macri no dijo ni una palabra sobre el espionaje, entregó un escrito y chicaneó al juez al decirle que quería procesarlo antes de las elecciones. Ese pronóstico tampoco se cumplió.

Según reconstruyó el magistrado, las tareas de inteligencia ilegal se realizaron desde diciembre de 2017 hasta finales de 2018, cuando finalmente se halló el submarino. Para Bava, los seguimientos de la AFI perseguían un objetivo: adelantarle a Macri cuáles serían los movimientos de los familiares en un tema que atraía el interés no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional.

Macri viajó el lunes último, cuando se cumplían cuatro años del hundimiento del submarino, a Arabia Saudita por invitación del príncipe gobernante. Tiene previsto regresar el 23 de noviembre. Antes, pasará dos noches en Qatar.