“Sé que si no logramos ganar ésta, que si aquellos desgraciados vuelven, los desaparecidos no nos van a perdonar que tanta muerte haya sido en vano”, dijo Lita Boitano. La presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones Políticas hablaba en el cierre de la quinta edición del Encuentro Federal de Derechos Humanos, confirmando el carácter mixturado del evento: el trabajo sostenido en las diversas variables que conforman los derechos humanos y la insistencia en su ampliación se marmolan con militancia política en rechazo a gobiernos de derecha y apoyo a los nacionales y populares. Lita se mostró emocionada ante una Plaza de los Derechos Humanos, la central del predio donde funcionó la Escuela de Mecánica de la Armada, “colmada de jóvenes y no tan jóvenes”. Y contenta de haber escuchado “que se hable de política. ¿Porque qué es la defensa de la militancia por los derechos humanos si no política?”.

Ya lo había dicho el secretario de Derechos Humanos de la Nación y referente de la Red Federal por los Derechos Humanos, colectivo organizador del encuentro, Horacio Pietragalla Corti. Lo hizo en declaraciones a este diario días atrás como lo hace en cada edición del encuentro donde se reunieron centenares de juristas, académicas y académicos, y dirigentes de organismos de derechos humanos y vinculados a las temáticas convocadas, estudiantes, integrantes de agrupaciones sindicales y políticas. Lo repitió nuevamente este sábado, con palabras que complementaron las de Lita: “Fuimos muchos desde diferentes espacios pero con algo en común: somos militantes políticos en materia de derechos humanos”.

La política se mostró de lleno en el cierre de la quinta edición de estos encuentros que tuvieron su estreno en 2017 en la Universidad Nacional de Avellaneda, en pleno gobierno de Mauricio Macri, y desde entonces contaron con la participación de Máximo Kirchner. Ayer no pudo estar presencialmente, pero sí de manera audiovisual: se lo vio hablando de la pandemia y los efectos que impuso al gobierno de Alberto Fernández en un video institucional de la Red Federal que lo combinó con extractos de discursos de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta y vicepresidenta, de Néstor Kirchner y del propio Fernández.

Pietragalla Corti subrayó que la exigencia para “que se apruebe la ley contra la violencia institucional en el Congreso nacional” será “el primer objetivo de las conclusiones del encuentro". La norma, que fue presentada a principios de año por diputados del Frente de Todos y que logró dictamen de comisiones en julio pasado, “perderá estado parlamentario si no se trata así que vamos a pedir que que se trate y apruebe”. El asesinato de Lucas González por efectivos de civil de la Policía de la Ciudad a principios de semana fue el tema con más presencia en la jornada y regresó la urgencia de medidas que apunten a esa problemática a la mesa de debates múltiples por los derechos humanos. “De nada sirve que las autoridades del gobierno porteño den pésame a la familia de Lucas y después no den quorum al tratamiento de ley”, concluyó Pietragalla Corti.

Además de Máximo Kirchner, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto también se ausentó en la mesa de cierre --sufría de baja presión--, en la que sí estuvieron Boitano, la Madre de Plaza de Mayo Taty Almeida, el referente de H.I.J.O.S. Chaco Santiago Osuna y Norma Díaz, la mamá de Camila Arjona, asesinada por la policía en 2005.

Todes mencionaron el más reciente caso de gatillo fácil del que se tiene información. Osuna subrayó que “no hay nunca más en la dictadura si no hay nunca más en la violencia institucional” e invitó “al pueblo a que se sume a la defensa de los derechos humanos, ya que hay muchos desafíos por superar para mejorar el país en el que vivimos y nos compete a todos”. Díaz agradeció a “las Madres y Abuelas” por “servirnos de ejemplo para saber por dónde caminar, qué pasos dar” y a la red federal de derechos humanos por “estar ahí siempre para escucharnos y sentir que no en todos lados somos discriminados”.

El encuentro comenzó a las diez de la mañana con la apertura del Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el secretario de Derechos Humanos de la provincia de La Rioja Delfor “Pocho” Brizuela. Entre las 11 y las 17, las comisiones Juicios de lesa humanidad, Salud Mental y derechos humanos, Comunicación y Derechos Humanos, Pueblos originarios y derecho a la Tierra, Violencia Institucional, Espacios para la Memoria, Diversidades, Trabajo y Derechos Humanos, Identidad, Migrantes Comunidad Afrodescendiente y Lawfare debatieron con apenas un receso a la hora del almuerzo. Algunas contaron con expositores, otras asumieron una funcionalidad de intercambio de experiencias en círculo.

La comisión de Diversidad fue la que contó con más participación de público joven. La de Lawfare recibió las visitas sorpresa del ex vicepresidente Amado Boudou y de Elizabeth Gómez Alcorta, quien previo a asumir como ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad fue abogada de Milagro Sala. Todas elaboraron conclusiones que serán compartidas para todes les participantes del encuentro en los próximos días, además de un programa estimativo de propuestas para el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.

La ejecución del joven de Florencio Varela que volvía de un entrenamiento de fútbol y fue baleado en la cabeza por personal de civil de la Policía Metropolitana ubicó a la comisión de Violencia institucional en el centro del debate. Desde la organización del encuentro indicaron que fue el área que tuvo participación récord esta edición. Las Madres en lucha --mamás de víctimas de las fuerzas de seguridad de todo el país-- tuvieron una participación destacada. “Nos encontramos, nos reconocemos en nuestro dolor, que volvemos a revivir cada vez que muere otro pibe como los nuestros. Si hay algo que concluimos en estos encuentros y cada vez que la Policía mata a un chico o chica es que las víctimas son siempre las mismas, siempre vienen de un mismo lado, siempre son pibitos de barrios pobres”, compartió con este diario Dolores Sigampa, mamá de Ezequiel Demonty, un adolescente que fue obligado a arrojarse a las aguas del Riachuelo en Pompeya y falleció ahogado en 2002.

Juicios y Espacios

Fueron las dos comisiones dedicadas a repasar la situación actual y pensar cómo avanzar en materia de memoria, verdad y justicia en relación a los crímenes de la última dictadura. En la primera quedó flotando el desafío de cómo “abordar la enormidad del universo que tenemos enfrente”, destacó una de las participantes. Entre las expositoras estuvo Ivanna Aguilera, sobreviviente trans de la última dictadura, que representa una de las áreas hasta hace muy poco invisibilizadas en el proceso de juzgamiento de los crímenes del terrorismo de Estado. Esta tarde, Aguilera hizo hincapié en la soledad que transitaron elles, en el camino de búsqueda de justicia y verdad para los delitos que sufrieron. Entre las conclusiones de esa mesa, figura la de fortalecer “lo hecho en 15 años de juicio, valorar lo construido y hacer un balance de lo que se perdió en los últimos 6 años --cuatro de macrismo, dos de pandemia--”, así como fortalecer la instancia de instrucción de las causas judiciales, “pensar” cómo se abordan los casos de desapariciones de las que no hay información y mejorar la búsqueda y análisis de archivos.

La mesa de Espacios y sitios de memoria concluyó con la propuesta de comenzar a debatir federalmente una nueva ley de memoria que incluya respuestas a los reclamos que les compañeres que sostienen los sitios y espacios hoy en funcionamiento vienen planteando desde hace años.