Con una movilización y festival cultural, mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, bisexuales, indígenas, originarias y afro vuelven a las calles este jueves para decirle "basta" a la violencia machista. El movimiento convoca a partir de las 17 a marchar desde la plaza San Martín hasta el Parque Nacional a la Bandera -donde habrá bandas y feria de la economía popular- para visibilizar las demandas en un nuevo 25N, Día internacional de lucha contra la violencia de género. Referentas de las organizaciones coinciden con que durante la pandemia se profundizaron las violencias y ponen el foco en el incremento de las tareas de cuidado no remuneradas. 

Según datos aportados por Mercedes Pagnutti, a cargo del relevamiento de femicidios del Observatorio de Violencias de la Corriente Mujeres -espacio referenciado en la concejala Norma López-, en lo que va del año Santa Fe registra 23 hechos -2 son travesticidios-, de los cuales 18 fueron cometidos en el departamento Rosario, donde la mayoría se dio en contexto de la criminalidad organizada. 

En tanto, la unidad fiscal de violencia de género de la regional Rosario del Ministerio Público de la Acusación recibe unas 35 denuncias diarias por casos de violencia. 

"El 2021 como el 2020 fueron años singulares y complejos producto de la pandemia, donde las violencias se profundizaron, donde son más preocupantes las reacciones patriarcales, la avanzada de la derecha, que de alguna manera refleja y muestra la resistencia a la democratización y a los avances de los transfeminismos. Muestra de ello son los femicidios, transfemicidios, travesticidios", dijo Majo Poncino del Movimiento Evita y Ni Una Menos Rosario, que integra el Comité Feminista ante la Emergencia Sanitaria. Y recordó: "Seguimos exigiendo la aparición con vida de Tehuel de la Torre", en provincia de Buenos Aires. 

Para Poncino, "se da una violencia disciplinadora de las conquistas de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias que no solo tienen como consecuencia la pandemia, sino que antecedieron cuatro años de gobierno macrista, un gobierno conservador que fue en detrimento de los derechos de las mayorías". 

Por eso, para este 25 de noviembre la demanda es "juntas y juntes, en las calles para seguir denunciando que nos siguen matando". "Hoy por hoy los transfeminismos estamos asistiendo a una crisis económica, una crisis de cuidados con un aumento de la jornada laboral, hasta triple o cuádruple, producto de la pandemia donde el trabajo no remunerado se multiplicó en más de un 75 por ciento. Hubo una caída de la actividad económica de las mujeres; y el cupo laboral trans sigue siendo insuficiente. El transfeminismo entiende que el trabajo es con inclusión y con orgullo, entonces en función de esto necesitamos políticas públicas que logren articular las demandas del colectivo LGTBIQ+ con una condición real de posibilidad al mercado laboral", planteó.

En ese sentido, Liliana Leyes, de ATE Rosario e integrante del Comité, sumó que "la pandemia incrementó las situaciones de violencia y complejizó el abordaje, acrecentando las denuncias. Ocultó formas de violencia, paritarias a la baja, falta de personal, de licencias y excesivas horas de trabajo. Venimos marcando la división sexual de trabajo y en esta pandemia fue muy notorio, por eso exigimos que estas labores sean reconocidas como parte de nuestros derechos laborales", repasó.

Por otro lado, Poncino sostuvo: "Sabemos que el acceso al techo y a la tierra, y más ante situaciones de violencia, sigue siendo una demanda. Es difícil acceder a créditos, un alquiler y más ante condiciones de desigualdad y vulnerabilidad". Sobre ese punto, Leyes sumó: "Nos encontramos en emergencia habitacional. El costo de vida y la precariedad aumentaron y dificulta una forma digna de vida. Aunque hay políticas públicas en este sentido, deben aumentarse".

Otro de los ejes es la "reforma judicial transfeminista, popular e interseccional. Necesitamos una justicia con perspectiva de género que nos brinde seguridad y no nos culpe o responsabilice de las violencias y desigualdades que vivimos cotidianamente", señaló Poncino.

En ese sentido, consideró que "todas estas situaciones reflejan el crecimiento y aumento de la feminización de la pobreza. Es por eso que queremos avanzar en la autonomía de la independencia económica de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias, para la erradicación y prevención de la violencia; pero parece, en estos tiempos, un límite claro por parte de las corporaciones que concentran la producción y distribución de los alimentos, son los que ponen los alquileres imposibles de pagar y los que nos endeudan cada día. Nosotras, nosotres decimos que la deuda es con nosotres. No existe posibilidad o salida de la crisis económica sin fortalecer las estructuras de cuidado, sin insertar a mujeres y diversidades en sectores estratégicos de la economía, sin reconocer a las trabajadoras de la economía popular, las que estuvieron en la primera línea de la pandemia, que le dan a miles y miles de familias de comer todos los días en todo el país. No se puede activar la economía sin tenernos en cuenta. Entendemos que es con trabajo, pan y vivienda, y es con nosotres".

Por ello, apuntó a que "es necesario que se produzcan respuestas desde los tres niveles del Estado y de la sociedad en su conjunto para la erradicación y prevención de las violencias". 

Leyes también mencionó a las compañeras que "durante estos dos años sostuvieron la asistencia social en comedores, en cada uno de los lugares fueron pilares importantísimos para las políticas públicas y no tuvieron el reconocimiento merecido". Además, enumeró: "Seguimos impulsando la ley de paridad; los refugios que son tan necesarios en momentos urgentes, y la articulación con organizaciones que acompañamos a víctimas. También, la implementación de la ESI en todas las escuelas, y el cupo laboral travesti trans".