El 3 de noviembre de 2020, el presidente Alberto Fernández y el entonces intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, inauguraron obras destinadas a remodelar el departamento judicial del municipio. En un almuerzo con otros intendentes del PJ, Fernández manifestó ese día que estaba a favor de la reelección indefinida por varios motivos: afirmó que son los que mayor control social soportan, advirtió que no son dueños de hacer cualquier cosa porque si son malos, la gente los cambia. Y sostuvo que la ley que aprobó María Eugenia Vidal en tiempos de Mauricio Macri (que sólo habilita una reelección) fue sancionada con un fuerte discurso antipolítica. Cuando terminó de hablar, el Presidente fue aplaudido a rabiar. Es probable que en estos días en los que se debate si esa norma debe ser modificada, el Presidente se manifieste a favor de la derogación. En tanto, en el entorno de Axel Kicillof confirmaron a PáginaI12 que la postura del gobernador bonaerense apunta a buscar los consensos en la Legislatura para que se pueda modificar la ley y subrayaron que muchos intendentes macristas se verían beneficiados más allá de que Vidal haya intentado enarbolar con la sanción de esa norma, cuando era "orgullosamente bonaerense", las banderas de la pureza y el republicanismo.

En la legislatura bonaerense soplan vientos favorables para Kicillof: producto del resultado de la última elección, el Frente de Todos sumó bancas en el Senado y quedó empatado: 23 legisladores del oficialismo, 23 de la oposición. El desempate va a correr en cada sesión por cuenta de la vicegobernadora Verónica Magario. De todos modos, como la ley que impulsó María Eugenia Vidal fue efectista, pero perjudicó a muchos intendentes macristas que ahora quieren volver a ser reelectos (por caso Julio Garro de La Plata, Jorge Macri de Vicente López, Diego Valenzuela de Tres de Febrero, Ezequiel Galli de Olavarría; Pablo Petracca de Junín) sería raro que la oposición se oponga en bloque al cambio.

Porque serían beneficiados si se deroga, de modo que desde la gobernación bonaerense pretenden que también paguen el costo de una nueva norma que va a generar críticas, pero de la que van a echar mano cuando la necesitan. "La idea es no regalarles la bandera de la presunta pureza", dijeron a este diario.

Un disidente, Sergio Massa

Al momento de sancionarse la ley que prohibía más de una elección a los intendentes bonaerenses, el hoy presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, no sólo estuvo a favor; sino que impulsó la ley. De modo que no se espera que cambie ahora su postura, que (nobleza obliga) es la que comparte la mayor parte de la opinión pública y la "políticamente correcta". 

De todos modos, ya se sabe que el Frente de Todos tiene diferencias y el propio Fernández dijo el día de la Militancia que a nadie deben espantar porque la coalición es amplia y diversa y en los temas nodales, todos piensan igual.

El tema es que aunque los intendentes ya tuvieron señales positivas del Presidente y del gobernador de la provincia de Buenos Aires, en la Legislatura provincial, Massa mantiene influencia en la Cámara de Diputados, con legisladores de su espacio que integran el bloque del Frente de Todos.

El tiempo acomodará las cargas.

Y los votos.