Con penas menores a las solicitadas por las fiscalías y las querellas, fueron condenados dos represores que años atrás habían sido absueltos o recibido penas leves por los mismos delitos y, por reclamo de las partes acusadoras, las instancias judiciales superiores ordenaron rever sus situaciones. Así, el militar retirado Marino González finalmente fue considerado responsable del robo de los mellizos de la pareja Valenzuela Negro, nacidos en cautiverio en Paraná y apropiados luego, mientras que el policía retirado Nicómedes Mercado fue denominado coautor del secuestro y las torturas impuestas al estudiante Ricardo Cittadini, quien permanece desaparecido.

Quién es González

Marino González fue considerado coautor penalmente responsable de los delitos de sustracción de menores de 10 años y de la supresión de su estado civil, ambos delitos que el Tribunal Oral Federal de Paraná calificó de lesa humanidad. Por unanimidad, les jueces Noemí Barros, Jorge Sebastián Gallino y José María Escobar Cello lo condenaron a 13 años de prisión.

Las querellas y la Fiscalía habían solicitado la prisión perpetua para “Pepe”, el sobrenombre del represor, en el marco del segundo juicio que se llevó a cabo en su contra por el caso de les mellizos de les militantes montoneros detenides desaparecides “Tucho” Valenzuela y Raquel Negro, sucedido durante la última dictadura cívico militar y luego de que la Corte Suprema, en 2018, le encomendara emitir una nueva sentencia que reemplazara la absolución que había obtenido el represor en 2011. En aquel entonces, sus compañeros de banquillo de acusados, Pascual Oscar Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Salvador Dionisio Pagano y Juan Antonio Zaccaría recibieron penas de entre cinco y 14 años de cárcel.

Tras apelar en todas las instancias posibles la absolución de González, la Corte señaló a la Justicia de Paraná que se llevara a cabo un nuevo debate en el que pudieran tenerse presentes las nuevas informaciones sobre el rol del represor en la sustracción, ocultamiento y supresión de indentidad de les bebés que Negro parió en cautiverio en el hospital de Paraná. Tras el debate oral y público por la causa Guerrieri II, llevado a cabo en Rosario, resultó confirmado el rol en el terrorismo de Estado en la zona y su especial cercanía con la situación de Negro, secuestrada en Quinta de Funes y otros centros clandestinos de lesa humanidad.

El nuevo juicio tuvo apenas un par de audiencias en las que tuvieron lugar alegatos de la Fiscalía, de las querellas de H.I.J.O.S. Paraná, Abuelas de Plaza de Mayo, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y Sabrina Gullino, hija melliza de la pareja Valenzuela Negro y víctima en el debate, y su hermano mayor, Sebastián Álvarez --que unificaron sus posturas-- y la defensa. Las acusaciones solicitaron la pena máxima para González. Además de la pena, el TOF de Paraná ordenó que se le realice una revisión médica para actualizar su estado de salud y así redefinir el lugar donde debe cumplir esta y el resto de las penas que le corresponden.

Negro y Valenzuela, una pareja de militantes de Montoneros, fueron secuestrados junto al bebé de ella, Sebastián, de un año y medio, en enero de 1978 en Mar del Plata, por una patota del 121 de Rosario y llevados a la Quinta de Funes. Raquel, embarazada de siete meses, fue trasladada en dos oportunidades hasta el Hospital Militar de Paraná, Entre Ríos, donde finalmente la dejaron “internada” en la sala de Guardia bajo custodia de personal del Destacamento 121 y con una identidad falsa. Parió allí a mellizos, se cree, el 3 de marzo de 1978. Les bebés fueron internados como NN en la sala de terapia intensiva y derivados luego al Instituto Privado de Pediatría (IPP) de Paraná. El 27 de marzo, la nena fue dejada en el Hogar del Huérfano por dos integrantes de la patota que secuestró a sus padres y que, décadas después, fueron condenados. Luego dada en adopción legal: se llama desde entonces Sabrina Gullino. El mellizo varón continúa desaparecido.

Qué hizo Mercado

El ex policía Nicómedes Mercado fue condenado a 9 años de cárcel por el secuestro y las torturas a las que fue sometido Ricardo Cittadini en la comisaría 28 de la Ciudad de Buenos Aires en agosto de 1976. Entonces, Mercado era sargento primero de esa seccional a la que fue llevado y en donde fue torturado Cittadini, estudiante universitario, tras ser secuestrado. El joven tenía 21 años, estudiaba Ciencias Económicas en La Plata y militaba en la Juventud Universitaria Peronista.

La fiscalía había pedido 25 años de prisión en el marco de la revisión de condena que el Tribunal Oral Federal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires llevó a cabo por los hechos que sufrió Cittadini. Aquel fallo tuvo lugar en 2016 y le había impuesto una pena de 5 años de encierro; también había sido condenado el ex comisario Miguel Ángel Viollaz.

El 17 de agosto de 1976 Mercado y otros policías detuvieron por "averiguación de antecedentes" a Cittadini en la Plaza España del barrio porteño de Constitución y luego lo ingresaron en la comisaría 28°, en Vélez Sarfield al 100. En ese lugar, Cittadini permaneció al menos hasta la madrugada del día siguiente, fue golpeado, sometido a simulacro de fusilamientos y desde entonces, permanece desaparecido. Hasta ahora, la 28º es la única comisaría de la ciudad de Buenos Aires cuyo funcionamiento como centro clandestino durante el terrorismo de Estado llegó a juicio. Hay decenas bajo investigación aún.