A solo minutos de haber iniciado el procedimiento, la Justicia suspendió la reconstrucción del crimen de Lucas González por un planteo de la defensa de Gabriel Isassi, José Nieva y Fabián López, los tres policías porteños detenidos por el asesinato del chico de 17 años. En medio de la diligencia, los imputados presentaron un pedido para que la reconstrucción no se lleve a cabo sin ellos, y el juez de la causa, Martín del Viso, decidió interrumpir el proceso hasta resolver el planteo. "Es una chicana que revictimiza a los chicos", dijo Gregorio Dalbón, abogado de las familias. Julián y Joaquín, dos de los chicos que estaban con Lucas ese día, habían comenzado a relatar lo sucedido desde el kiosko de Iriarte y Luna, barrio de Barracas, donde bajaron a comprar dos jugos y la brigada de civil comenzó a perseguirlos. Fuentes judiciales indicaron a este diario que la reconstrucción continuará la semana que viene, cuando los chicos y sus familias deban volver otra vez a la escena del crimen.

La Avenida Iriarte amaneció cortada entre Velez Sarsfield y Luzuriaga. Con un gran despliegue de efectivos, la Policía Federal interrumpió desde temprano el tránsito de la cuadra en que la brigada de civil de Isassi, López y Nieva interceptó al Volkswagen Suran de los chicos para luego balearlos. Estacionados junto al Parque Leonardo Pereyra, dos autos "mellizos" del Suran y el Nissan Tiida de la brigada esperaban la llegada de Julián, el chico que aquel día manejaba el Suran, y Joaquín, que iba en el asiento trasero. El Nissan era tan "mellizo" que, al igual que el original, no llevaba patente ni identificación policial. Pasadas las diez, ya cumplidas dos semanas exactas desde el asesinato de Lucas, la reconstrucción inició cinco cuadras más allá de la esquina de Iriarte y Velez Sarsfield.

El Suran y el Tiida ya habían sido trasladados a Iriarte y Luna, a solo unos metros de la cancha en la que los chicos entrenaron ese miércoles 17 de noviembre. El auto que simulaba ser el de ellos se estacionó en la ochava que da al kiosko en el que pararon a comprar dos jugos, allí donde los tres policías dijeron haberlos encontrado en "actitud sospechosa". En el Suran "mellizo" no estaban los chicos, sino cuatro agentes de la Federal. Uno de ellos, sentado en el asiento del acompañante, hizo las veces de Lucas y se bajó a simular la compra de los jugos, mientras Julián y Joaquín, acompañados de sus padres, Ricardo y Javier, indicaban cómo había sucedido todo. Niven, el otro sobreviviente de la balacera finalmente no participó de la reconstrucción.

Eso fue todo. Cuando el Suran, seguido por el Nissan, ya avanzaba por Iriarte hacia Velez Sarsfield, el fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella recibió un llamado y paró el procedimiento. Reunió a los familiares junto a Dalbón y les comunicó que la defensa de los tres policías había presentado un pedido para que ellos también participaran de la reconstrucción. Con el objetivo de proteger a los amigos de Lucas, el fiscal había pedido que Isassi, López y Nieva no fueran parte de la diligencia. Por el contrario, sí lo harían los otros seis policías detenidos por el encubrimiento. Del Viso decidió evaluar el planteo de la defensa y suspendió el procedimiento a solo unas cuadras de haber iniciado. "Seguimos la semana que viene", dijo a Página 12 una fuente judicial.

"Era público y notorio que la reconstrucción se iba a hacer hoy, y en vez de hacer un planteo hace dos o tres días lo hicieron en el momento en el que estábamos haciendo la reconstrucción. Estamos ante abogados que metieron una chicana y van a revictimizar a los chicos. Ahora los chicos van a tener que ver a los que mataron a Lucas", sostuvo Dalbón al comunicar la noticia a la prensa.

"Vamos a hacer todo lo que sea necesario para terminar esta medida y que los que quedaron vivos terminen esta etapa y puedan seguir viviendo", agregó el abogado, que por la mañana había señalado que se trataría de una "reconstrucción histórica" que marcaría "un antes y un después para la policía que no cumple con sus deberes". Dalbón aseguró que espera que el procedimiento continúe el lunes o martes de la semana entrante.


Tras la suspensión, las familias de los chicos y de Lucas se reunieron en la esquina de Iriarte y Agustín Magaldi. Allí llegó un grupo de vecinos y vecinas de la 21 - 24 a manifestar su apoyo a Cintia y Mario, los padres del chico asesinado. "Lucas González presente", gritaron antes de retirarse. "Vimos la última vez que recorrió estas calles, que salió del club, que compró un jugo, estamos destrozados por dentro", dijo Mario ante la prensa sobre lo poco que se pudo reconstruir. En este sentido, Ricardo, padre de Joaquín, afirmó que "quedó claro que la intención de estos delincuentes no era detener a los chicos". "Estaban ahí comprando jugo, el auto ya estaba parado: ¿por qué no bajaron ahí a pedirles documentación? Era otra la intención. Y los otros seis detenidos encubrieron todo", añadió.

"Ya no queremos más de esto, queremos descansar, visitar a Lucas en el cementerio. Esperemos que termine todo esto pronto. Es muy triste para los chicos, necesitan empezar sus vidas de vuelta, todo esto los daña mucho", indicó por su parte Mario. Ricardo, en tanto, concluyó que "tenemos que intentar ser lo más fuertes posible, queremos que todos los que están implicados paguen lo que tienen que pagar".