El estreno del Gran Premio de Arabia Saudita no pudo ofrecer más vértigo ni emociones que las que entregó. La anteúltima cita del año de la Fórmula Uno tenía aseguradas altas pulsaciones por tratarse de la recta final del durísimo duelo entre Max Verstappen y el actual campeón y dueño de siete coronas, Lewis Hamilton. A la presentación del circuito callejero de Jeddah le sobraron accidentes y dilates, pero nada de eso impidió el vertiginoso mano a mano entre los dos candidatos al título, quienes lucharon en medio de las interrupciones, las estrategias improvisadas y la velocidad extrema del trazado de estreno por asegurarse cada uno su mejor posición de cara al final de la temporada. En una noche en la que el joven piloto de Red Bull tuvo varios y peligrosos excesos contra el británico que acabaron costándole la carrera, el hombre de Mercedes terminó cruzando la línea a cuadros en otra prueba de su sensibilidad al volante, para alzarse con un justo triunfo, el octavo suyo del año y el que los deja igualados en puntos con el neerlandés para el capítulo definitivo en Abu Dhabi.

Las primeras 50 vueltas de Jeddah quedarán en la historia de quienes vieron al circuito debutar como una secuencia veloz de instantes de puro vértigo, uno seguido detrás del otro, que hacían olvidar al anterior. Dos banderas rojas. Cinco autos afuera. Virtual Safety Cars. Arriesgadas maniobras de los propios trabajadores del circuito para retirar de la pista, en un puñado de segundos y con la carrera en marcha, los restos de los monoplazas que se iban despidiendo de la anteúltima fecha del año. En el Gran Premio de Arabia Saudita que bajó su bandera a cuadros con el cruce de Hamilton, pasó de todo. Tanto así que ni siquiera terminó cuando los motores dejaron de rugir: ni bien finalizó la carrera y luego de un tenso podio en el que los dos protagonistas del 2021 ni se miraron, uno y otro fueron citados por los comisarios deportivos para revisar uno de los variados cruces que tuvieron en la pista, con una penalización de diez segundos a Verstappen que no modificó nada.

Aquella fue la segunda oportunidad en la que Verstappen recibió la orden de devolverle la posición a Hamilton, quien en medio de una accidentada carrera había perdido la punta en la vuelta 14. La primera vez había sido luego del primer reinicio tras la segunda bandera roja, cuando el de Red Bull adelantó al campeón del mundo completamente por afuera. La segunda, ya en el giro 37, fue peor y requirió de dos ensayos tan polémicos como frustrados antes de que el británico se quedara con el liderazgo.

El primero de esos tres intentos de devolver la posición por parte de Verstappen fue el más cuestionado y el que motivó la citación a ambos: en medio de lo que pareció un malentendido en los mensajes cruzados por radios (en una tarde en la que la FIA no estuvo especialmente precisa en sus comunicaciones), con el neerlandés avisado de su obligación de ceder la punta pero con Hamilton al parecer sin saberlo, Verstappen optó sorpresivamente por entregarle la posibilidad de sobrepaso en plena recta y con una abrupta frenada, que hizo que sus monoplazas hicieran contacto y que quedara visiblemente dañado el alerón delantero del Mercedes.

No fue hasta cinco vueltas después que Verstappen intentó otra vez devolverle la posición al británico, en una nueva y cuestonable maniobra en la que, apenas dejó pasar a Hamilton, lo sobrepasó. En el siguiento giro y luego de haber recibido una penalización de cinco segundos que lo dejó sin posibilidades, por fin el de Red Bull aceptó su suerte y el piloto de Mercedes se aferró a esa punta que tuvo merecidamente su nombre al largar y al cruzar la bandera a cuadros en Jeddah.

Hamilton, con la victoria, la vuelta más veloz y su maestría al volante, se aseguró llegar a la definición con los mismos puntos que Verstappen (369,5 unidades cada uno), al que acechó y venció en las últimas tres fechas y a quien resistió en un domingo tan furioso como desacertado del neerlandés. Abu Dhabi los espera a ambos y también cada aficionada y aficionado de la Fórmula Uno, con una premisa tan simple como prometedora: quien termine mejor ubicado dentro de la zona de puntuación del Gran Premio de Emiratos Árabes, será el campeón.