Los directivos de Arsenal saben que los pocos hinchas que tienen entran todos juntos en una foto carnet.

Admiten también que en más de una ocasión hubo tan poca concurrencia al estadio Julio Humberto Grondona que los partidos tuvieron que ser declarados desiertos.

Aceptan que el club tiene menos socios que neuronas un votante de Milei.

Y así como les digo que a la hora de los partidos hay más gente en el interior del campo de juego que en las tribunas, también me siento en la obligación de afirmar que es un club que tiene dirigentes muy astutos. Porque, insisto, sin temor a exagerar, creo que yo en Navidad recibo más gente que ellos en un partido de local. Entonces, si juegan de local ante Boca y Boca sí lleva gente, qué mejor que inventar una tribuna de “neutrales” para que el estadio se llene. Eso es ingenio, señores. Al diablo con la prohibición que rige desde hace años en los estadios respecto a la presencia de hinchas visitantes en los partidos del fútbol argentino. Y si hay un “vacío legal”, bienvenido sea. Hecha la ley, hecha la trampa. Si no podemos vender entradas para los hinchas “visitantes”, venderemos entradas para hinchas "neutrales". Todo lo que no está prohibido está permitido, razonan.

Entonces pasó lo que pasó el sábado pasado, se vendieron miles de entradas a hinchas que la iban de “neutrales” que fueron un guiño tamaño XXL para que las compren los hinchas xeneizes. Compradores y vendedores se hicieron los dolobus. Y surgieron dialoguitos como éstos:

-Buenas. ¿Me da dos entradas para el sector visitante?

-Para el sector “neutral” dirá usted- repitió el vendedor tras una sucesión de tres guiñadas de ojo seguidas.

-Ah, sí, claro, para el sector “neutral”- respondió el hincha que llevaba la camiseta auriazul bajo la camisa y comprendió el sentido de la guiñada de ojo y entró a exagerar hasta el absurdo, acentuando de manera cómplice el nuevo eufemismo:

-Sí, sí, claro. Para el sector “Neutral”.

-Por supuesto… Porque usted es… “neutral”, ¿verdad caballero?

-¿Yo? Yo soy Re- “neutral.” –Respondió el hincha, al que le gustó el jueguito, y mientras volvía a guiñar el ojo ya innecesariamente, exageró: En casa somos todos neutrales. Mi Viejo me hizo hincha “neutral” desde pibe y yo tenía mi pieza repleta de posters de jugadores de clubes neutrales. Porque al “neutral” lo llevo en el alma y cada día lo quiero más.

-Excelente. Tome sus 2 entradas…”neutrales”

- Muchas gracias… ¡Y aguante los “neutrales”, carajo!

La crónica deportiva hablará después de los incidentes registrados entre los hinchas “neutrales” y la policía en donde los uniformados llegaron a tirar algunos gases lacrimógenos para “dispersar a los revoltosos neutrales”.

Porque, también es justo decirlo, la violencia en el fútbol nació con esa gente, los hinchas “virtuales”, ¿vio?