Como si los organizadores hubieran decidido tirar la casa por la ventana después de que la pandemia impidió celebrar la edición 2020, un año más tarde el Fidba (Festival Internacional Documental de Buenos Aires) se presenta recargado al máximo. Los organizadores cuadruplican la cantidad de films en exhibición y la extensión normal del evento. La duración de este año del Fidba, que se celebrará en versión dual, será de nada menos que tres meses, un período desconocido por cualquier festival cinematográfico a la fecha. Así, el contenido se eleva a la friolera de 236 películas, lo cual aproxima las dimensiones del festival hasta casi las de los dos festivales mayores que se celebran en el país, los de Mar del Plata y Bafici. En su versión online, la presente edición del Fidba se extenderá desde este lunes hasta el 6 de marzo de 2022. De los films programados, más de la mitad participarán de sus once competencias. Sesenta y dos de esas producciones son de origen nacional, y más del 50 % de ellas fueron realizadas por mujeres. La sección Panorama del cine documental contemporáneo será albergada por la plataforma octubretv.com/">octubretv.com

Como en años anteriores, el Fidba contará con actividades paralelas de formación y mesas redondas, cuyos detalles pueden consultarse, así como la programación día por día y horario por horario, todas sus sedes, en https://www.fidba.org. La novena edición del festival cuyo debut se produjo en 2002, presentará ocho competencias simultáneas de largometrajes, cada una de ellas integrada por una decena de films en promedio. De ellas caben mencionar las competencias Internacional, Iberoamericana, argentina y de Derechos Humanos, así como las llamadas “Géneros y Generaciones” y ”Lateral – LGTBIQ”, dedicada a sexualidades alternativas.

Dentro de la producción nacional que se presentará en distintas secciones del festival y para tomar sólo una pequeña muestra de un universo tan abigarrado, saltan a la vista las nuevas realizaciones de directores que cuentan con antecedentes relevantes. El caso del entrerriano Eduardo Crespo, realizador de la magnífica Nosotros nunca moriremos, que presenta ahora Las delicias, que tuvo su estreno en el International Documentary Film Amsterdam, uno de los eventos de punta de este campo creativo. También lo hará el veterano Cristian Pauls, que después del que quizás haya sido su film más íntimo y personal (Tiburcio, 2018) preestrena Observatorio. Silvina Estévez, una de las revelaciones del reciente documental argentino gracias a su loada Silvia, da su segundo paso con Años cortos, días eternos, que explora el sentido de la maternidad para un grupo de mujeres, una de las cuales es ella misma.

También estará presente Alejandra Almirón, tal vez la montajista más prestigiosa del campo documental, que tres lustros más tarde de La sangre y el tiempo estrena Llamarada, una investigación personal sobre la dependencia que el planeta entero tiene de la electricidad. Darío Arcella presenta a su turno Fui Alan por un año, sobre la población indocumentada en Argentina. El fotógrafo Martín Tricárico se alía con el realizador Federico Roznas para dar forma a Pucaurquillo, sobre la tribu colombiana de los Bora, desplazada a fines del siglo XIX y comienzos del XX por la fiebre del caucho en ese país. Todas estas realizaciones son estrenos argentinos, y en más de un caso, mundiales.