Los jueces federales ya tienen su liga. Son los que habitan los despachos de Comodoro Py, los hay de otros fueros y otras provincias también. Se reunieron ayer en la Facultad de Derecho de la UBA y fundaron la Asociación de Jueces Federales (Ajufe) de la República Argentina, porque quieren tener representación propia en ámbitos como el Consejo de la Magistratura y aglutinarse para, en buena medida, blindarse ante eventuales cuestionamientos. En su primera reunión eligieron como presidente a Jorge Morán, camarista del fuero en lo contencioso administrativo, y como secretario general al juez federal Ariel Lijo, quien funcionó como motor de la agrupación.

La elección tuvo 193 inscriptos. En la asamblea que se hizo ayer en el salón azul, estuvieron los jueces Sergio Torres, Sebastián Casanello, Luis Rodríguez, Rodolfo Canicoba Corral, Julián Ercolini y Daniel Rafecas. Fueron jueces de Casación como Mariano Borinsky y Ana María Figueroa pero hubo jueces de todo el país también. “Que la grieta sobreviva en la nueva asociación”, bromeaban algunos de los jueces, en referencia a que la nueva entidad reúne a jueces de distinto perfil y preferencias políticas.

El acta fundacional dice que “la nueva entidad tiene entre sus objetivos englobar las preocupaciones, intereses y compromisos de quienes comparten problemáticas comunes, lo que impone el establecimiento de mecanismos de intercambio y de discusión en el marco de estas afinidades, con miras a una mayor fortaleza institucional y una mejor preparación para la solución de los conflictos que se presentan en la aplicación de leyes federales”. Dice que “la naturaleza excepcional, interjurisdiccional, de gravedad y de relevancia constitucional que impulsa la actuación de ese fuero, amerita el tratamiento uniforme de los problemas que de ello derivan, y la conformación de espacios comunes de intercambio, así como de capacitación y de respaldo recíproco”. Esperan  tener una “influencia positiva en la seguridad jurídica y la vida misma de los ciudadanos sobre quienes, en definitiva, influyen sus decisiones”.

Además de Lijo otro de los grandes promotores de la asociación fue el camarista federal Martín Irurzun, que es también quien está a cargo de las dirección de escuchas telefónicas que depende de la Corte Suprema. Ambos tiene una relación estrecha con el presidente supremo, Ricardo Lorenzetti, quien estaría detrás de la iniciativa también. Los jueces autoconvocados en este ámbito es evidente que no se ven representados, además, en la tradicional Asociación de Magistrados, que es la que hasta ahora tiene su nicho en el Consejo de la Magistratura, el organismo que elige y sanciona a los jueces.