El ente regulador de medicamentos de Estados Unidos autorizó este jueves el uso de la pastilla contra el coronavirus del laboratorio Merck para adultos de alto riesgo, un día después de que diera luz verde a otra píldora similar desarrollada por Pfizer.

"La autorización de hoy proporciona una opción de tratamiento adicional contra el virus covid-19 en forma de pastilla que se puede tomar por vía oral", dijo Patrizia Cavazzoni, científica de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

La FDA aprobó el medicamento de Merck para adultos de alto riesgo -personas mayores o aquellas con enfermedades cardíacas u obesidad- con síntomas tempranos de coronavirus.

De todas maneras, se espera que la pastilla de Pfizer se convierta en el tratamiento prioritario contra la enfermedad, ya que sus beneficios son superiores y sus efectos secundarios más leves.

La píldora de Merck, que se toma dentro de los cinco días posteriores al comienzo de los síntomas, tuvo una eficacia de un 30 por ciento en reducir las hospitalizaciones y muertes por covid-19 entre las personas de riesgo, mientras que la de Pfizer fue de un 90 por ciento.

La FDA insistió en su comunicado que tanto las pastillas de Pfizer como las de Merck deberían ser un complemento de las vacunas, en vez de reemplazarlas, porque éstas siguen siendo la herramienta principal en la lucha contra el coronavirus.

Advertencia por riesgos graves

Si bien los ensayos clínicos demostraron que ambos tratamientos son generalmente seguros, la pastilla de Merck, llamada molnupiravir, suscita más preocupación. Además de tener una eficacia menor a la prevista inicialmente, la etiqueta del medicamento advertirá sobre riesgos graves.

La FDA no la autorizó para menores de 18 años porque puede afectar el crecimiento de los huesos y cartílagos, ni se recomienda en mujeres embarazadas dado el posible daño fetal.

Su uso dependerá de los médicos, quienes decidirán si los beneficios superan los riesgos en casos individuales.

El molnupiravir, del cual deben ingerirse ocho cápsulas durante cinco días, actúa incorporándose al genoma del virus, lo que causa mutaciones que previenen la réplica viral.

Estados Unidos hizo un pedido de pastillas Merck por un valor de 3,1 millones de dólares, mientras que hizo otro de las de Pfizer por 10 millones.

La autorización llega cuando el país se prepara a registrar récord de contagios por el avance desenfrenado de la variante ómicron, para la cual las pastillas antivirales serían a priori efectivas, ya que las mutaciones preocupantes de esta cepa se encuentran en la proteína espícula externa del virus que no tiene nada que ver con los objetivos virales de las píldoras.