Las nuevas tecnologías cambiaron la forma en la que vemos el mundo, sin dudas. Y transformaron, en ese proceso, los modos de registrarlo. Pero también la forma en la que nos relacionamos con otrxs. En el campo audiovisual, esos cambios siguen formando una propuesta narrativa que se aleja de los esquemas tradicionales y prueba nuevos formatos para contar historias de otro tipo. Esta búsqueda es la que empujó a Jada Sirkin y Dama David a crear la plataforma de "cine experimental" Reticular films.

Ahí también se puede encontrar ejercicios de investigación y reflexión sobre las maneras en las que estas nuevas narrativas pueden ir creciendo en un ambiente que busca formas de expresión más actuales. "Todes somos animales narrativos y nuestras vidas están llenas de ficciones. ¿Cuál es el borde entre realidad y ficción?", se pregunta el dúo en esta entrevista con El NO.

► "Son todas piezas de algo mayor"

Sirkin y David se conocieron por amigxs en común, y David hizo un curso de guión que daba quien ahora es su socio creativo. "Empezamos a hacer películas desde las ganas de hacer cine, pero no queriendo contar algo en particular sino desde la intimidad, con el foco en la conversación y en los vínculos, con mucha improvisación", explica David.

Cuando empezaron a tener las películas, se preguntaron qué hacer con ellas. Ahí surgió la idea de la plataforma, y la posibilidad de articular esas producciones con las investigaciones que se les disparaban. Por eso, Sirkin explica que "cada película, serie o texto es parte de una gran investigación, un mismo proyecto". No sabe si va hacia algún lado específico. "Son todas piezas de algo mayor. En ese sentido, Reticular nos sirvió para validar esa exploración", se entusiasma.

Esa búsqueda lxs llevó a explorar formas distintas de narrar y de construir vínculos (delante y detrás de cámara), para que lxs espectadorxs también tengan una aproximación diferente al arte audiovisual. Sirkin anhela construir "experiencias perceptivas, sensibles" de cine. "Aún en muchas experiencias experimentales hay alguien queriendo decirte algo. Y la noción de reticular, o de trama, tiene mucho que ver con la posibilidad de dispersar los mensajes, difuminar las intenciones para desvincular la causa del efecto."

El resultado está disponible en la plataforma, que tiene producciones argentinas y de la dupla Sirkin-David, pero también propuestas de otros países, de autorxs y directorxs con las mismas inquietudes, que recorren un sendero de experimentación e investigación que se refleja en la pantalla. Y todo bastante a pulmón: Reticular es un proyecto autogestivo en el que todo el contenido está disponible de manera gratuita, aunqe se pide una colaboración a quien pueda desde la misma página web. Pero no es requisito para ver las películas y series, o leer las investigaciones.

"Siempre ponemos #CineIndependiente porque sirve hablar de eso, conecta con algo, pero la idea de independiente creo que es falsa, porque todo el tiempo estamos dependiendo de la buena voluntad y el entusiasmo", dice Sirkin. Y David agrega que "producir independientemente es estar muy en el mundo e investigar qué intercambios energéticos está habiendo, porque no hay intercambio de dinero, o muy poco".

► La trama y el vagabundeo

Dentro de las experiencias que propone el proyecto, la producción insignia es Trama, una serie (por ahora) de ocho capítulos de recorrido libre, donde los episodios se articulan sin organización previa. Las escenas fueron filmadas en Pucón (Chile), Los Angeles y Portland (Estados Unidos), Vancouver (Canadá) y, por supuesto, Buenos Aires.

"En algunas historias el espacio es muy determinante, y en otras son como tribus de amigues en una ciudad", describe Sirkin. Mientras que David pone el acento en "la singularidad de los territorios": los puentes, los escenarios, los animales, el bosque. "Me gusta pensar que hay mucho de interespecie, no es solo humanos sino con animales, con hongos, con piedras, con autos... Para mí aparece una información muy concreta que es cómo te estás vinculando con ese lugar", se planta.

Ganadora de una beca del Fondo Nacional de las Artes, como no tiene un principio o un fin predeterminados, a esta serie le van a agregar capítulos que ya están filmando y que tuvieron que detener por la pandemia. Y en este trabajo llevan adelante su propuesta de nueva estructura narrativa: no una historia lineal sino un datallado trabajo sobre los vínculos, el sexo y la sexualidad, el aborto, los sueños, el tedio, el desarraigo, hasta de un equipo audiovisual que fracasa en su intento de filmar unas escenas… Deseos y frustraciones de personajes que están en movimiento permanente.

Cada capítulo de la serie es una "pequeña historia" que puede seguirse y construirse (o reconstruirse) a partir de temas o personajes que unen, de maneras reversibles, historias, personajes, paisajes y reflexiones. Por eso, observa Sirkin, estas narrativas "parecieran ser más vagas, difusas, o poco lineales, porque no están yendo hacia ese objetivo final, a ese orgasmo final", piensa. Y detalla: "Tanta batalla en las comedias románticas sirven para que al final se besen y se reproduzca la especie. Y acá nos estamos preguntando qué pasa si no es así, o si no es así solamente".

La producción de Trama fue muy a pulmón, sobre guiones de Sirkin y David. En el resultado, cuentan, hay capítulos que se hicieron casi sin texto previo y otro que casi no tuvo cambios de guión. Y que muchas veces, por necesidad, ellxs ocuparon distintos roles en la filmación: "Por un lado es agotador... hay un entusiasmo que realmente está solo en nuestros cuerpos, que hace que Trama suceda. Si no hay nadie para hacer sonido, lo hago. Pero hay algo que está buenísimo también en mirarlo desde muchos ángulos, es muy nutritivo", concede David.

Y Sirkin siente que cuando estudió cine todo estaba organizado para que nadie pise el terrenito de otrx, pero a él no le gustaba esa idea de casilleros. "Siempre trabajé de esta manera más difusa. Hay algo lindo en esa humildad de decir que estamos todos creando juntes esto", se ilusiona. "Al participar delante y detrás de cámara también pasa algo muy interesante, porque son experiencias esencialmente diferentes. Hay muchos actores que hicieron sonido, o ayudaron con producción algún día. Eso te da una experiencia del proceso creativo más amplia, y me parece muy rico", concluye.