"Este es el verano más fresco del resto de nuestras vidas", advierte el abogado ambientalista Enrique Viale. Desde el lunes, las temperaturas en varias zonas del país superan los 40 grados, y se llegó a plantear que algunos puntos podían convertirse en los más calurosos del planeta por unas horas. ¿Cuál es la conexión entre la ola de calor y el cambio climático? Viale, jóvenes de la militancia socioambiental y el climatólogo Leandro Díaz aportan sus pensamientos alrededor de este interrogante.

¿Cuál es la relación entre la ola de calor y el calentamiento global?

"El cambio climático no hace cosas que no habían ocurrido antes, pero las hace más recurrentes y virulentas", asegura Viale. "Esto debería hacernos reflexionar y discutir nuestro modelo de mal desarrollo, más en el marco de un colapso sanitario también conectado con él. Hay muchas señales en el mundo que deberían hacernos reflexionar pero elegimos no mirar para arriba", agrega el especialista, en alusión a la película Don't look up.

Federico Pellegrino, integrante de la ONG Eco House, agrega: "Lo que nos dice la ciencia climática es que los eventos extremos van a aumentar a lo largo del tiempo a medida que haya mayor calentamiento global. El planeta se está calentando, está aumentando la temperatura promedio y van a ser cada vez más frecuentes los eventos extremos: olas de calor y momentos de mucho frío". Esto fue planteado en el último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).

En Twitter se destaca un hilo del climatólogo Leandro Díaz, en el cual señala que las temperaturas en el país han aumentado en promedio en las últimas décadas y sobre todo a partir de 2010. Cita un estudio realizado por el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) sobre la extensa ola de calor de diciembre de 2013, de 18 días de duración. Los investigadores del Conicet y la UBA concluyeron en que ese evento tenía cinco veces más chances de ocurrir en el mundo actual que en uno sin calentamiento global. Por tanto la pregunta que cabe hacerse no es tanto si la ola de calor es atribuible al cambio climático sino "qué tanto más probable es su ocurrencia porque el planeta se está calentando". "No es un fenómeno unicausal", aclara Díaz en diálogo con este diario.

¿Tiene algo de particular esta ola de calor?


Respecto de esta ola puntual, no puede haber aún "cuantificación o precisiones" sobre el rol que juega el calentamiento, básicamente porque está sucediendo ahora. "Hay que esperar que termine el evento. Los estudios no son sencillos de hacer. Lo que sí se puede afirmar es que hay muchos estudios que se están haciendo y otros publicados que plantean que el calentamiento está haciendo peores y más frecuentes estos eventos", añade el climatólogo en consonancia con lo expresado por las otras fuentes.

Ya hubo otros veranos infernales. De hecho, se estuvo hablando del 29 de enero de 1957, día en que hizo 43 grados en la ciudad de Buenos Aires. "No estamos hablando de una ola de calor más. Tiene algunos componentes que la hacen bastante especial. Por ejemplo, hoy (por el martes) vivimos, después de ese de 1957, el segundo día más cálido en la Ciudad, con 41 grados. Se espera que jueves y viernes se supere esa temperatura. En buena parte del país se están dando condiciones muy cálidas y secas por la configuración atmosférica. El fenómeno de La Niña favorece la ola de calor", explica Díaz. "En la Argentina además tenemos deforestación, menos bosques nativos: eso altera también los patrones climáticos", añade Viale. Otro factor son las sequías, dice Yasmín Tramannoni, de Consciente Colectivo.

"Lo importante no es trabajar sobre un hecho aislado, sino entender, a partir los estudios y las proyecciones, que se evidencia a lo largo de un período de tiempo, un aumento sostenido y progresivo de la temperatura media global. En el último informe del IPCC se evidenció un aumento del 1,1 por ciento por encima de los valores preindustriales", suma la joven.

Rol de los medios

Viale cuestiona a los medios de comunicación, convertidos en "una especie de tía o abuela", recomendando "tomar agua, cuidarse, no ponerse al sol", algo que "está bien", pero que debería complementarse con mostrar otras caras de la cuestión. "Es un tema que se pone en agenda solo, porque todas las personas estamos sufriendo esto. Por supuesto, no todas de la misma manera. Estaría bueno trabajar ese eje: la desigualdad. Del cambio climático son más responsables quienes menos sufren las consecuencias. Así que tenemos un problema social, de justicia y salud pública", dice Pellegrino. "Imaginen un mundo donde esto sea moneda corriente, lo normal. Esto es terrible, catastrófico, es importante que se comunique de esa manera para tomar conciencia y llevar adelante acción climática, para pedir a los funcionarios políticas claras que se lleven a cabo en tiempo y forma. Tenemos muy poco tiempo", expresa Tramannoni.

Pellegrino y Viale cuestionan, además, el extractivismo urbano que en lugares como CABA complica aún más las cosas. "Se podrían hacer cosas en la Ciudad para combatir la ola de calor pero se hace todo lo contrario: destrucción de árboles, ataque a la Costanera, eliminación de espacios verdes, especulación inmobiliaria", enumera Viale.

¿Qué están haciendo el país y el mundo para frenar el calentamiento global?

"El país está tomando caminos inversos" al que habría que tomar para afrontar la crisis climática, según Viale. Lo preocupan dos cuestiones: la ley de fomento a la agroindustria, "que se comió 8 millones de hectáreas de bosque nativo desde la autorización de la soja transgénica en los noventa". "Los bosques absorben gases de efecto invernadero y son grandes superficies para adaptarse al cambio climático", define. El segundo tema es la ampliación de la frontera hidrocarburífera. "No se trata de salir de la matriz petrolera de un día para el otro, pero tampoco de ir en el camino contrario. Para adaptarnos necesitamos un plan de descarbonización, que no tenemos. La salida de los combustibles fósiles tiene que ser justa, ordenada, con los trabajadores adentro, pero la va a hacer el mercado, de forma salvaje y con mucho dolor social", explica. Tramannoni agrega que "no hay Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático".

Respecto de lo que ocurre a nivel mundial, el abogado sentencia: "El norte global es el gran responsable del cambio climático y debería hacerse cargo". Estados Unidos emite el 15 por ciento de los gases de efecto invernadero, con el 4 por ciento de la población mundial. Cien empresas emiten el 70 por ciento. Viale plantea que debería empezar a plantearse "la deuda ecológica a nivel mundial". "La deuda externa es un tema perverso. Genera más extractivismo para terminar de pagar una deuda que nunca terminamos de pagar. La forma de salir es empezar a reclamar la deuda ecológica: quién le debe a quién. Parece una locura, pero lo plantearon el Papa en 2015, Néstor Kirchner hace 15 años, Evo.... La clase dirigente está alejada de los debates que se están dando a nivel mundial sobre estos temas. También de los territorios", concluye.