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La náusea, Djokovic y el liberalismo de los necios

Los muertos hablan. Se quedan enteros dentro de nosotros. Los sepultamos, pero no le sepultamos la voz. Nos siguen hablando al oído. El diálogo íntimo nació así, con una llamada al silencio.

Djokovic se fabricó su propio asalto al Capitolio
Djokovic se fabricó su propio asalto al Capitolio