Con el propósito de asegurar la estabilidad de los precios en el mercado interno de aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas en un contexto de precios internacionales que llegan a sus máximos históricos, el gobierno extendió hasta 2023 la vigencia del Fideicomiso del Fondo Fiduciario Aceitero. A pesar de las quejas de las Cámaras exportadoras, que advierten el retraso de 131 por ciento en el precio de estos productos, el gobierno decide extender esta medida recuperada el año pasado y crear otros dos para el maíz y el trigo a fin de equilibrar el precio del pan, harina, fideos y pollo.

Mediante la herramienta del fideicomiso aceitero los exportadores de soja y girasol y sus mezclas compensan los precios internos de 29 millones de litros al mes de aceites refinados de esos productos, destinados al consumo final y familiar en envases de hasta 3 litros. El fideicomiso representa un monto de 190 millones de dólares anuales y está integrado por las personas humanas y físicas que operen en el mercado de la soja y el girasol

La medida nació en 2008 y fue suspendida en 2016. Durante la gestión de Mauricio Macri se prorrogó por seis meses con aportes de dinero decrecientes de parte de las empresas mientras autorizaba fuertes subas de precio, hasta finalmente eliminarla. Fue restablecida en febrero del año pasado luego del aumento del precio de las commodities a nivel internacional durante la pandemia. 

La extensión del fideicomiso, que venció el 31 de enero de 2022, se fundamentó en que su implementación "ha demostrado ser adecuada para el cumplimiento de los objetivos propuestos" de lograr la estabilidad de los precios internos de los aceites comestibles más consumidos por la población, se indicó en los considerandos de la norma. El mercado nacional demanda 42 millones de litros de aceite por mes. La mayor parte es aceite de girasol, de mayor calidad y más caro que el mezcla girasol/soja.

Para el gobierno fue exitosa en el caso del aceite mezcla porque el subsidio que tuvieron que aportar los exportadores para que se mantenga el precio del mercado interno fue de 1,9 por ciento, guarismo mucho menor que las retenciones tradicionales. Sin embargo, de acuerdo al Indec, los precios del aceite de girasol tuvieron un aumento de 54,4 por ciento el último año, varios puntos por encima del 50,9 por ciento que marcó la inflación general. 

La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), que nuclea a las empresas del sector, se mostró descontenta con la medida y advirtió que el precio de venta al público del aceite se encuentra atrasado un 131 por ciento desde 2020: "El Gobierno publicó la norma que regula el fideicomiso aceitero. Fija las condiciones para fiduciantes y fiduciarios. CIARA no participa. Participan directamente las empresas y los productores que abastecen el mercado interno, quienes reciben el subsidio privado", publicó la entidad en sus redes sociales. 

Ahora por el maíz y el trigo

Más allá de la polémica y la presión de la industria, el gobierno tiene el objetivo de bajar la inflación y, además de los controles de precios y mecanismos más tradicionales, cuenta con el fideicomiso como una de las herramientas para desvincular los precios internacionales de los internos

En este marco, avanza con la creación de un fideicomiso de subsidios cruzados para el maíz y el trigo en el que exportadores compensarían el costo de adquisición de materia prima a las empresas de consumo masivo de estos dos cereales. De esta manera se busca mantener el precio interno de cuatro productos que la Secretaría de Comercio identificó como claves en la formación de precios de la canasta básica: la bolsa de harina de 25 kilogramos que compran las panaderías para producir pan, la de un kilo de venta directa al público, el paquete de 500 gramos de fideos secos y el pollo entero refrigerado. 

Desde el gobierno calculan que el fondo necesario para la compensación debería ser de 150 millones de dólares, un uno por ciento del valor de la producción de maíz y trigo actual. Es un nivel muy por debajo de los 3 puntos de retenciones que el Estado estaba evaluando aumentar como alternativa: "Con menos plata se instrumenta una herramienta más eficiente que impactará directamente en el precio de venta", explican los funcionarios.