Con las reservas del Banco Central (BCRA) regulando por los pagos de vencimientos de deuda y la metralla usada para calmar la volatilidad cambiaria, en el Gobierno se aferran a la idea de que marzo sea el mes donde las arcas respirarán gracias a una inyección de divisas por doble vía: las devoluciones de vencimientos del Fondo Monetario (FMI), una vez que se allane el camino al acuerdo; y el aporte de la agroindustria: puesto en cifras, se esperan 4000 millones del Fondo y cerca de 3000 millones en concepto de liquidación de exportaciones de granos. En paralelo, si el acuerdo se vota positivo en el Congreso, se generará un flujo extra de ingreso de fondos de otros organismos internacionales. 

Ingreso de dólares por la agroexportación

Pero yendo al detalle, PáginaI12 tuvo acceso a un cálculo que hizo la Bolsa de Cereales de Rosario respecto al flujo de divisas del agro para este 2022. Incluso con meses de sequía que golpearon y golpean los cultivos, este será otro año récord. Se espera que el ingreso total (enero-diciembre), sea de 35.169 millones de dólares, con el inicio de la temporada alta de desembolsos de marzo a agosto. 

Los datos de la Bolsa cruzan el porcentaje de distribución mensual de las liquidaciones que hizo en 2021 la cámara de exportadores de granos CIARA-CEC, con la previsión anual de agrodivisas de la Bolsa para este 2022. El esquema de ingresos es el siguiente: 2294 millones en enero (dato que está en el informe de CIARA que evalúa además el 2021 récord), monto que representa el 6,5 por ciento del total anual; cae a 1940 millones en febrero (5,5 por ciento del total); y sube a 2973 millones en marzo (8,5 por ciento del total). Ese mes es el primer hito de las liquidaciones de granos gruesas (soja, trigo, maíz y subproductos). 

Luego, siguen 3250 millones de dólares en abril (9,2 por ciento); 3801 millones en mayo (10,8); 3600 millones en junio (10,2 por ciento); 3773 millones en julio (10,7 por ciento); 3296 millones en agosto (9,3 por ciento); y de allí inicia una baja. Se observan en las cifras ingresos en septiembre por 2617 millones (7,4); de 2591 en octubre; 2190 en noviembre (6,2); y de 2871 millones en diciembre (8,2 por ciento del total anual). 

El total general está un poco por debajo de los números del 2021, pero seguirá siendo récord en un año en el que el Gobierno Nacional no tiene atados los dólares de la balanza comercial a pagos de vencimientos de deuda. Y en el que además esperan que baje la volatilidad cambiaria y la presión devaluatoria de algunos sectores identifican especulando con los niveles de stock del BCRA. En el equipo económico esperan afrontar febrero con las existencias actuales hasta que se cierre al acuerdo con el FMI y entren los agrodólares. 

Liquidación de exportaciones agrícolas

Con esa mirada coinciden los informes financieros que miran la economía lejos de la especulación de las consultoras. La administradora de Fondos comunes de inversión nacional MegaQM detalló, en su informe semanal, que "estamos en un trimestre en el que el flujo cambiario será muy ajustado esperando tanto la concreción del acuerdo con el FMI, que fortalecerá las reservas, como el segundo trimestre del año por la estacionalidad alta de la liquidación de exportaciones agrícolas". Y adelantó que, más allá de eso, "están siendo buenas las liquidaciones agrícolas (en enero ’22 un 14 por cientopor encima de enero ’21) hay que esperar hasta fines de marzo para que se note una recuperación clara de esa oferta". 

Este fenómeno de agrodólares está estimulado por precios internacionales récord de los granos en Chicago y por la ficha política que el Gobierno Nacional le pone a la agroindustria, la rama negociadora de un campo siempre en guerra con el peronismo. De hecho, una de las leyes que se tratará en el período de Sesiones Extraordinarias será la de fomento de las exportaciones con valor agregado del agro, una norma que se trabajó en conjunto desde Agricultura y Economía con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que nuclea a las Bolsas de Cereales del país, a CIARA CEC, parte de la UIA y Coninagro, la única entidad de la Mesa de Enlace que sigue firme allí. 

Según la UIA no hay dólares para producir, pero los números dicen otra cosa

Con la aclaración inicial de que Argentina tiene un problema crónico de falta de dólares, acentuado en 2021 e inicios del 2022 por los desembolsos al Fondo Monetario (FMI) y que no está en una situación holgada, hay un mito que se generó en el seno de la Unión Industrial Argentina (UIA) que parece no verse en los números generales: la entidad que conduce Daniel Funes de Rioja asegura que las divisas para producir están en un proceso de restricción, cuando las cifras muestra un proceso inverso, aún con las complejidades antes descriptas. Página I12 accedió a datos del equipo económico que reflejan que, en enero, los dólares destinados a importaciones para usos económicos superaron ampliamente a los de igual mes del 2021, cuando las Reservas estaban algo más holgadas.

Algunos ejemplos: en el caso de las importaciones de Bienes de Capital, en enero del 2021 se requirieron 725 millones de dólares, contra 1004 millones del mes pasado. En Bienes Intermedios, se pasó de 1416 millones en enero del 2021 a 2076 millones este año. Lo mismo ocurrió en Piezas y Accesorios y Bienes de Consumo. 

En cuanto a los 14 sectores económicos, la diferencia también es fuerte. Sacando al sector de Oleaginosas y Cereales, que cayó un 27 por ciento, los dólares para importaciones subieron en todos los rubros: un 55 por ciento más en Comercio que en enero del 21; un 41 por ciento en Químicos y Plásticos; un 42 en Maquinarias y Equipos; un 94 en Textil; y un 27 por ciento en Alimentos y Bebidas, entre otros. 

En el Gobierno entienden que las razones que explican que la industria diga A cuando es B, puede responder a una apertura del paraguas que no falten en el futuro, justo cuando está en marcha la recuperación, o bien algun juego de inestabilidad política. Este último punto no es una novedad en la entidad de Avenida de Mayo: coexisten, aún en cuato silencio, bandos que contrastan la idea de crítica política al Gobierno Nacional, con una especie de mini guerrilla nutrida que se subió a la ola de la recuperación por los resultados que está disparando el indicador de actividad.