El Argentina Open no para de crecer. Dueño de una extensa historia, con origen allá por 1893, el certamen más tradicional del tenis masculino en el país vivió una revolución en la edición de este año: rompió todos los números de asistencia.

Propiedad de la empresa Tennium, con sede en Barcelona, el ATP 250 de Buenos Aires cortó tickets como nunca: desde el arranque del arranque del cuadro principal, el pasado lunes, hasta la jornada del viernes, la venta de entradas ascendió a números asombrosos. 

Con cuatro de esas cinco sesiones nocturnas agotadas, igual que la sesión diurna del viernes y las del sábado y del domingo, el Argentina Open es el torneo de mayor asistencia de público en la historia sin tribunas tubulares -agregadas al estadio-. La asistencia proyectada hacia el domingo es de 59436 espectadores, nada menos, sobre un posible total de 65700, con un registro de nueve sesiones colmadas.

En las ediciones de 2006, 2007 y 2008, el ATP de Buenos Aires contó con tribunas tubulares y , para esos años, superó la marca de 60 mil espectadores durante toda la semana, por lo que la de esta temporada es la cuarta marca histórica y un récord para años sin tribunas añadidas.

La convulsión tiene nombre y apellido: Juan Martín Del Potro, el hombre que reapareció en el Argentina Open después de 965 días sin competir por la severa lesión en la rodilla derecha que lo obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. Días antes de debutar en el torneo hubo un fuerte anuncio: su presencia sería "más una despedida que una vuelta".

El regreso de Del Potro fue el martes. Apenas se supo que jugaría en la jornada nocturna, la gente colapsó el sitio de internet para agotar las entradas disponibles en muy poco tiempo. Para el tandilense fue una noche de gratitud con el estadio lleno. Con el futuro incierto, entre la aceptación y la indecisión, el Buenos Aires Lawn Tennis Club posó todas sus miradas sobre el ex número tres del mundo.

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