En vísperas del viaje del presidente Jair Bolsonaro a Rusia, el gobierno de Brasil celebró  este viernes 30 años de relaciones diplomáticas con Ucrania y recordó la alianza estratégica que mantienen los países en las áreas de defensa y salud. Según medios brasileños, autoridades estadounidenses presionaron al gobierno de Bolsonaro para que reconsidere su encuentro con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. La visita del mandatario de ultraderecha ocurre en un contexto de máxima tensión entre Moscú y Kiev ante las acusaciones de Estados Unidos y los aliados de la OTAN a Rusia por reforzar la seguridad en su frontera con más de 100 mil tropas. En tanto el Kremlin exige al bloque de occidente que frene su expansión hacia el este y no permita el ingreso de Ucrania a la alianza militar liderada por Washington.

Lazos ucranianos

"Desde que el Gobierno brasileño reconoció la independencia ucraniana, en diciembre de 1991, Brasil y Ucrania mantuvieron múltiples contactos de alto nivel entre sus mandatarios", indicó una nota del ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil

En el comunicado de la Cancillería también hace referencia a cómo en 2009 los países establecieron una asociación estratégica “con importantes avances en los sectores espacial, de defensa y sanitario. El comercio bilateral, equilibrado en términos de ventas paralelas, prácticamente se triplicó en 2021 en comparación con el periodo inicial de relaciones diplomáticas en la década de 1990”.

El gobierno también hizo referencia a la contribución de la comunidad ucraniana y sus descendientes, que el país estima son al menos medio millón de personas, al desarrollo del país desde hace 130 años. “Nombres famosos, como el de la escritora de origen ucraniano Clarice Lispector, han marcado la formación cultural del pueblo brasileño”, finaliza la nota de Itamaraty.

La visita oficial de Bolsonaro al Kremlin tendrá lugar el próxima lunes donde se reuinirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, así como con empresarios locales. El mandatario brasileño aseguró que no llevará el asunto de Ucrania a la mesa de diálogo con Putin y dijo que sí prevé debatir temas de comercio.

Estados Unidos presiona a Bolsonaro

El comunicado de cancillería llega luego de que Estados Unidos presionó a Brasil para que cancele la visita de Bolsonaro a Rusia, según admitió el vicepresidente brasileño Hamilton Mourao.

Según consignó BBC News Brasil, hace unas semanas representantes de la Casa Blanca argumentaron que no es el momento adecuado para un encuentro entre Bolsonaro y Putin. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, expresó su preocupación por este posible mensaje simbólico de la visita del presidente brasileño durante una conversación telefónica con el canciller brasileño Carlos França a fines de enero.

En tanto, el diario Folha de Sao Paulo indicó que la embajada estadounidense en Brasil dijo que "EE.UU., Brasil y otras naciones democráticas tienen la responsabilidad de defender los principios democráticos y proteger el orden basado en reglas, y reforzar ese mensaje a Rusia en cada oportunidad".

Desde la embajada de Ucrania en Brasilia pidieron, aunque sin éxito, al presidente brasileño que amplíe su visitas a Rusia y Hungría y viaje a Kiev como una forma de compensación en medio de una crisis. Esta semana la tensión entre la alianza militar de occidente y Rusia incrementó con las maniobras militares de Moscú y Minsk, así como con los ejercicios militares que Ucrania empezó a realizar en todo su territorio.

Por otra parte, el Kremlin solicitará que Bolsonaro y a su comitiva se realicen cinco tests tipo PCR de covid-19: tres antes de llegar a Moscú y dos más antes de su encuentro con Putin. El presidente brasileño saldrá el lunes 14 de Brasil y el martes 15 será su llegada a Rusia, el miércoles 16 se reunirá con su par ruso. Ese día está previsto que los presidentes mantengan un encuentro a solas con apoyo de intérpretes y más tarde tendrán un almuerzo con junto a los miembros de la comitiva de Bolsonaro. Al día siguiente Bolsonaro viajará a Hungría donde se reunirá con el primer ministro Viktor Orbán.