A una semana de que su ex marido policía le disparara, durante la madrugada de ayer, se confirmó la noticia que nadie quería; el fallecimiento de Cinthia Aranda (37). Ahora el Sargento Ayudante Diego Ortega (43), quien fue detenido el día del hecho, deberá volver a ser indagado bajo la imputación de homicidio agravado por el vínculo y por femicidio y femicidio vinculado. Por la tarde, agrupaciones de mujeres marcharon hasta la Jefatura de Policía de Catamarca en pedido de justicia y se prendieron velas frente a la Catedral Nuestra Señora del Valle en su memoria.

“Mi hermana es una luchadora de la vida. Es muy buena gente. Es una luchadora, muy fuerte. No quiero decir era porque es, es…” relató con mucho dolor y esperanza a Catamarca/12 la hermana de Cinthia el domingo. La confirmación de su muerte ayer fue devastadora para ella, para los cuatro hijos de Cinthia, para la comunidad de la localidad donde vivía; Saujil y para la catamarqueña en general.

Femicida, Sargento Diego Ortega.

El femicidio a manos de un policía a quien hace pocos meses se le había devuelto su arma reglamentaria con la que cometió el homicidio y además le disparó en el estómago a su hija adoptiva, Ariana Ortega (20), fue un quiebre mayor entre la fuerza  de seguridad y la comunidad.

“Esa en esa imagen deplorable, repudiable de Ortega que debería estar detenido y no tomando mates con sus compañeros en la Comisaría de Saujil  se vio lo que es la cofradía de la fuerza, la cofradía machista. Los hombres tapando a sus compañeros, encubriendo. En vez de solidarizarse con las mujeres, lo que se vio fue eso. Tiene que ser una llamado fuerte para las fuerzas de seguridad. Hay una estructura, de formación de violencia institucional que está instalada y la gobernación lo va a tener que tratar”, manifestó María Carrizo, secretaria de la Mujer y Género de la provincia a la prensa mientras acompañaban a los familiares que esperaban los resultados de la autopsia en la morgue provincial.

La funcionaria, advirtió además que desde antes de éste femicidio se venía hablando de la necesidad de hacer test psicológicos de control a los policías y que ese tema  también  lo habían planteado los movimientos de mujeres organizadas, pero no fueron oídas.

Sin miedo

Por la tarde, la asamblea Ni Una Menos Catamarca, mujeres de Saujil y autoconvocadas organizaron una marcha en pedido de justicia, a la que se sumaron después movimientos políticos.

El cántico feminista: “Yo sabía que a los femicidas los cuida los policía” se repitió una y otra vez a modo de catarsis mientras la columna avanzaba desde la Plaza 25 de Mayo, pasaba por la Corte de Justicia, el edificio de Fiscalía Penales y por último llegaba a la Jefatura de Policía.

En la Comisaría, ubicada en la intersección de calles Tucumán y Chacabuco del centro catamarqueño, llamó la atención que la zona estuviera “liberada”. “Cuando llegamos las primeras estaba el Jefe de Policía, Ángel Agüero en la puerta pero cuando observó que cada vez veníamos más y más se metió a su oficina y esperamos que no lo hiciera para tomarse unos mates”, ironizó una de las manifestantes.

En el mismo sentido, otra de las mujeres, señaló que les llamó la atención que en “cada marcha los policías siempre están protegiendo los edificios con escudos, grupos especiales de choque e incluso hasta vigilan por dentro e impiden que pongamos carteles muchas veces, pero esta vez no lo hicieron. No sabemos si por buen tino sabiendo que siempre nos manifestamos de manera pacífica o porque querían que pase algo”, señaló.

Tras leer el documento redactado por la Asamblea, la columna de mujeres regresó a la plaza. En ese lugar, bajo la lluvia que comenzaba a caer, se encendieron velas alrededor de las fotografías de Cinthia que se habían llevado para marchar. 

El documento completo emitido por la Asamblea Ni una Menos dice: “Desde que Hernán Martel era Ministro de Seguridad, le pedimos que aplique un protocolo en el que se les retirase el arma reglamentaria a los policías con denuncia por violencia de género. Diseñamos y presentamos el protocolo que nunca se aplicó.

"Cuando asumió Gustavo Aguirre repetimos ese pedido y solicitamos que se incorpore formación en Género y Derechos Humanos en la escuela de policía, lo que nunca sucedió, pero si  se reincorporó a policías que estaban en situación de disponibilidad por causas penales en su contra. Mientras el jefe de policía Agüero culpa al Poder Legislativo por la normativa que rige a las fuerzas policiales y al Poder Judicial por demoras en las causas.

En el interior provincial no hay policía judicial y las mujeres víctimas de violencia por parte de efectivos policiales deben recurrir a los "compañeritos" de su agresor. Vimos cómo el Sargento Ortega tomaba mates, muy plácido en el patio de la comisaría, luego de disparar a Cinthia y a su hija.

"Martel, quien es ahora Ministro de la Corte de Justicia, salió en medios a decir que no tienen presupuesto para que se pongan en funcionamiento los Juzgados Especializados en Género en la provincia. Está claro que de manera sistemática el Estado sigue violentándonos, que no les interesa la vida de las mujeres, niñes y disidencias.

"Cinthia, al igual que el mayor número de las víctimas de femicidio, había denunciado previamente a su agresor. ¿Para qué tantas oficinas que dicen "Género" si no hay políticas públicas serias que eviten las muertes evitables?

"Solicitamos con carácter urgente la implementación de un protocolo eficaz, rápido y seguro, articulado con todos los organismos, el pase a disponibilidad inmediata, el desarme y el cese de funciones de los integrantes de las fueras de seguridad con denuncia por violencia.

EL SARGENTO ORTEGA ES EL CULPABLE DEL FEMICIDIO DE CINTHIA Y EL ESTADO ES EL RESPONSABLE”.