La familia de la profesora salteña Paola Tacacho (32), asesinada en 2020 en Tucumán, anunció que pedirá juicios políticos para los cinco fiscales que tuvieron en sus manos las denuncias de la víctima y no accionaron para protegerla del acoso del ex-estudiante Mauricio Parada Parejas, quien luego del femicidio se suicidó. 

Según adelantó la familia, la acusación contra lxs funcionarixs será por falta de perspectiva de género, negligencia e incumplimiento de sus deberes. La prima de Tacacho, Nilda Zerpa, dijo a Salta/12 que la familia hará los pedidos formales de jury de enjuiciamiento el próximo 24 de febrero con la representación de la abogada Valeria Madrazo. Además habrá otras presentaciones del colectivo Ni Una Menos de Tucumán. Lxs fiscales sobre lxs que recaerán los pedidos de juicio político son Adriana Reinoso Cuello, Mariana Rivadeneira, Diego López Ávila, Ignacio López Bustos y Claudio Bonari.

“Hemos mantenido constantes reuniones con agrupaciones feministas, de derechos humanos y políticas de Tucumán. Hemos elaborado cinco pedidos de juicio político de la familia de Paola, y otros cinco del colectivo Ni una Menos. Van a ser dos pedidos por cada uno de los fiscales. Se presentará el 24 pero queremos ir difundiendo en qué consisten estas malas actuaciones de lxs fiscales. Tenemos la idea de ir presentando cómo fue el laberinto judicial que recorrió Paola”, contó Zerpa.

La familia viene de conseguir en diciembre último la destitución del juez Francisco Pisa, por incumplimiento de los deberes a su cargo en una causa por desobediencia judicial tramitada en 2016 contra el entonces acosador Parada Parejas, a quien el juez Pisa absolvió en 2017.

Respecto de lxs fiscales, Zerpa detalló que Reinoso recibió la primera denuncia que hizo la víctima y 15 días después la segunda. “A la primera la archiva, ni siquiera pide medidas de protección. Le llega el expediente y lo pasa a archivo. Ante la segunda denuncia, tampoco pide medidas para proteger a Paola. Rivadeneira llegó a tener dos expedientes, al primero lo archivó" y luego, en la segunda denuncia, "evoca unos fundamentos diciendo que no hay pruebas y también la archiva".

“Llama la atención el accionar de los fiscales, son archivadores compulsivos. Esto se repite en los cinco, quienes son los encargados de buscar las pruebas. Paola se presentaba espontáneamente a declarar y presentaba pruebas pero se las desestimaban”, manifestó Zerpa. También destacó que su prima fue dos veces en un solo día a denunciar el incumplimiento de la perimetral cuando Parada Parejas intentaba entrar a su departamento, ella había tomado fotografías del acusado pero tampoco hubo medidas para protegerla.

“En las denuncias Paola siempre dice que le teme a Parada Parejas, que tiene miedo por su integridad física, que teme que cumpla con sus amenazas. Hay una clara responsabilidad de los fiscales que no escucharon a Paola. Hay una denuncia en la que Paola pide más medidas de protección. Nunca le dieron un botón antipánico, no le pusieron consigna policial. No han enmarcado las denuncias como violencia de género. Hemos escuchado que muchos fiscales minimizaban el acoso, como no es penado, pasaba a archivo”, dijo.

Acosador serial que nadie buscó  

Además, Zerpa señaló que ningunx de lxs cinco fiscales investigó los antecedentes de Parada Parejas cuando para ello solo tenían que buscar con su DNI en el sistema.

Entre las denuncias anteriores contra Parada Parejas, Zerpa detalló que había dos de una psicóloga que había sido su docente en la carrera de Filosofía de la Universidad Santo Tomás de Aquino, a la que este sujeto también acosaba y había llegado a amenazar con un cuchillo. Zerpa contó que habló con esta psicóloga y ella le contó que el acusado dejó de acosarla cuando se mudó. “Ella ve en varias de las amenazas que recibía Paola vestigios de la obsesión que tenía con ella".

El acoso a Paola había comenzado cuando ella le puso una mala nota en el Instituto Mark Twain en el que enseñaba inglés y él era estudiante.

Zerpa recalcó que Parada Parejas era un psicópata y que cuando amenazaba a su prima lo hacía con mensajes encubiertos. Seis días antes de matarla, le mandó un mensaje en el que le hizo alusión al fenómeno cósmico que ocurriría el 30 de octubre. "Cuando la asesina, había una luna azul. Era bastante inteligente, tenía tiempo para dedicarle al acoso. Se creaba perfiles truchos y les daba de baja para no dejar rastros, para que no le puedan buscar la IP de su computadora”, relató. También recordó que el acosador le envió a ella un mensaje con la foto de la víctima de femicidio Anahí Benitez con la leyenda "falta poco".

“Siempre menciono que durante 5 años Paola fue acosada y amenazada de muerte. Acudió a otros organismos públicos como la Oficina de la Mujer, que es como la OVIFG (Oficina de Violencia Familiar y de Género, de Salta), que depende de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán y puede tomar directamente las denuncias pero no las recibió”, afirmó Zerpa. Señaló en la auditoría de la Corte, que desde la Oficina dijeron que la asesoraron pero se excusaron con que no podían recibir denuncias, a pesar de que es una de sus funciones, resaltó Zerpa.

Además, recordó que Paola había recurrido a la Secretaría Municipal de la Mujer y a la Brigada de Investigaciones. “Ella fue a muchos más lugares” pero en ese recorrido burocrático no encontró las respuestas institucionales para protegerle la vida, insistió Zerpa.

Asimismo puso énfasis en que ahora la familia se enfocará en lxs fiscales, “como antes en Pisa” y dijo que no descartan iniciar acciones legales contra otras instituciones y funcionarixs. También adelantó que iniciarán acciones civiles contra la familia de Parada Parejas ya que el fiscal Carlos Sales les indicó que si bien sus familiares no tienen responsabilidad penal, sí puede haber responsabilidad civil. "A la familia también la consideramos culpable porque ellos tenían conocimiento de todas las denuncias que Paola le hizo. Conocían la denuncia previa de la otra docente. El hermano del femicida es quien decide alquilarle un departamento porque maltrataba a la madre", relató.

Por otro lado, Zerpa destacó el acompañamiento que reciben en Tucumán de las organizaciones feministas y del colectivo Ni Una Menos, asi como de instituciones como la Facultad de Filosofía y Letras de donde egresó su prima. "En Salta estamos siendo acompañadxs por muchos amigos, familiares de víctimas de femicidio y compañeras de lucha", añadió. 

La vocera familiar agregó que los pedidos de jury son "Por Paola, pero también por todas las mujeres a las cuales el Estado desprotegió, que han sido atacadas después de denunciar, en el marco de una desobediencia judicial, de una perimetral que nunca se respetó. Zerpa destacó que en este caso se ve con claridad la responsabilidad del Estado en la violencia contra las mujeres. "Cuando decimos que el Estado es responsable (en este caso, el Estado) está representado con estos jueces y fiscales que tienen nombre y apellido. No queda en abstracto, son funcionarios, operadores del Estado, que no han aplicado la reglamentación vigente, ni herramientas que protejan a las víctimas. Claramente (estos jueces y fiscales) tienen problemas para identificar a las víctimas. Pisa dice que la víctima era el Estado y no Paola. Y tienen problemas para identificar que una causa se enmarca como violencia de género", resaltó.