Exfuncionarios de primera línea del gobierno de Mauricio Macri, miembros del ala dialoguista, activos en sus respectivos terruños, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Rogelio Frigerio vuelven a unir sus destinos, ahora para hacer negocios del otro lado del mostrador. El expresidente de la Cámara de Diputados de la gestión macrista, el exjefe del bloque PRO y el exministro del Interior constituyeron en noviembre pasado RONIALEM SRL, que con un capital insignificante pero como socia local de la canadiense Portofino acaba de firmar un acuerdo con Recursos Energéticos y Mineros de Salta SA (REMSa, con participación estatal mayoritaria) para realizar tareas de exploración y prospección para la investigación de futuros yacimientos en la provincia que gobierna Gustavo Sáenz. El cuarto socio es Alejandro María Massot, hermano del apologista de la tortura Vicente Massot, imputado por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca.

REMSa SA firmó la semana pasada un acuerdo con la compañía canadiense y su filial local para iniciar estudios que permitan determinar si el nivel de concentración de litio y otros minerales en un salar o yacimiento salteño justifican una inversión a futuro. “De esta forma se certificarán y valorizarán áreas mineras sobre las que hay muy poca o nada de información acerca de sus recursos existentes”, destacaron desde la empresa provincial. “Se trata de una inversión de alrededor de 10 millones de dólares en la provincia” y de “un claro ejemplo de que en Salta la minería es una política de Estado, con reglas claras y seguridad jurídica”, se ufanó Alberto Castillo, presidente del directorio de REMSa. 

La nota de color la marcó la presencia de un sonriente Nicolás Massot, que participó de la firma del acuerdo en representación de RONIALEM SRL, una sociedad constituida en noviembre de 2021 con el objetivo declarado de “adquirir, mantener y administrar participaciones e inversiones en sociedades constituidas tanto en el país como en el extranjero, de todo tipo, a cuyo fin podrá afectar la totalidad de su patrimonio, incluso convirtiéndose en controlante de las mismas, y cualquiera sea el objeto de las sociedades participadas o controladas”. La mención al patrimonio resulta graciosa si se advierte que RONIALEM se constituyó con apenas 200 mil pesos, de los que cada socio aportó 50 mil.

Quienes en los papeles participarán de la exploración como socios de los inversores canadienses y –si Portofino avanza con la explotación de alguno de los yacimientos– podrán disfrutar de un 15 por ciento de las ganancias, igual que la Provincia de Salta, fueron armadores claves del macrismo, del que se distanciaron con críticas apenas audibles. El bonaerense Monzó, que terminó exiliado de la mesa chica de Macri, se encolumnó el año pasado en la candidatura de Facundo Manes aunque ahora está más cerca del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, que colocó a algunos de sus ex funcionarios en el gabinete de la Ciudad y lo necesita para su proyecto presidencial. Frigerio (n), actual diputado nacional por Entre Ríos, hizo una buena elección como candidato de Juntos el año pasado y se perfila para disputar la gobernación en 2023. Massot asumió el año pasado como concejal en Tigre, donde antes perdió en la interna de Cambiemos y fue relegado al quinto lugar de esa lista. Tras la paliza electoral de 2019, Macri se refirió a Monzó & Frigerio como “filoperonistas” y les atribuyó el fracaso del diálogo político con otras fuerzas. Monzó y Massot figuran además en la larga lista de espiados por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que conducía el amigo presidencial Gustavo Arribas.

El cuarto socio de RONIALEM SRL es Alejandro María Massot, padre de Nicolás y hermano de Vicente Massot, ex funcionario del gobierno de Carlos Menem acusado por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca, donde la Unidad Fiscal de Derechos Humanos reclama desde hace poco más de un año que se le revoque la falta de mérito que consiguió gracias a los servicios del fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez.

Negocios redondos

Castillo rubricó con el CEO de Portofino, David Tafel, el convenio que le permitirá a la firma comenzar con las exploraciones de 27.000 hectáreas disponibles con las que cuenta la provincia. La exploración y prospección apunta a determinar si la salmuera u otros minerales extraídos se encuentran en la suficiente cantidad y concentración para justificar algún tipo de inversión en un salar o yacimiento. De concretarse futuras explotaciones, REMSa se quedará con el 15 por ciento de las ganancias futuras, y RONIALEM con otro tanto.

En diálogo con Salta/12, Castillo contó que esas 27.00 hectáreas quedaron vacantes por el Juzgado de Minas, por lo que por ley le corresponden a REMSa, que puede publicar las áreas vacantes, adjudicarlas, “pero también puede hacer exploración y prospección para determinar el contenido y la concentración de litio u otros metales que hay en esa área”. El funcionario reivindicó ese rumbo “porque al meternos en el estudio sabemos concretamente cuáles son los recursos con los que contamos”, lo que genera “un gran valor de mercado a esos sectores” a la vez que le permite a la provincia controlar y certificar lo realizado en cada área.

Castillo explicó que el llamado a asociarse con el sector privado no es solo para la empresa con la que se logró el primer convenio sino que está abierto a otros interesados, y se prevé que a través de esa sociedad se “financie esa tarea de exploración”. Hasta aquí el procedimiento que se realizaba era licitar un área y cuando la empresa ganadora “comenzaba a explorar” se daban cuenta de que “no había nada, o había un montón y podría haber dejado muchísima más plata para la provincia”, explicó.

El beneficio adicional para Portofino será que, al momento de licitar el área en cuestión, le otorgarán un rango de puntaje superior por su participación en la inversión en exploración. “Es una prioridad pero no les da ningún derecho, sino un porcentaje mayor al momento de licitar, porque todas irán a licitación pública”, aclaró Castillo.

“El nuevo modelo de REMSa es ser parte de cada uno de los proyectos sin poner un peso”, destacó. Las propiedades mineras iniciales con potencial geológico que fueron identificadas por REMSA están ubicadas en el corazón del Triángulo del Litio Argentino y muy cerca de otros proyectos de litio, como la de Hombre Muerto Norte, con 3.028 hectáreas, cercanas al proyecto Posco; el salar del Hombre Muerto, el de Pastos Grandes (3.489 hectáreas), Arizaro (19.111), Incahuasi (722), Río Grande y Salinas Grandes (1060).

Castillo aclaró que ni él ni nadie de la provincia tiene vínculos con los ex funcionarios macristas y ahora socios, sino que fue la firma canadiense la que se presentó con ellos. “Son quienes los representan en el país y con quienes nosotros tenemos que sentarnos”, dijo. “La misma empresa tiene una filial canadiense y una argentina, y aquí está al frente Massot”, aclaró. “Mientras el procedimiento se cumpla y REMSa obtenga su parte, lo demás será su problema”, se despegó de quienes manejaron las riendas del país hasta 2019 y ahora hacen negocios mineros con el gobierno de Salta.