Juan Sebastián de Stefano, uno de los personajes más poderosos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del macrismo, tiene un objetivo en el corto plazo: sacar de La Plata la investigación sobre la llamada “Gestapo” antisindical y llevarla hacia su zona de influencia, los tribunales de Comodoro Py. De Stefano está urgido por arrebatarle el expediente al juez federal Ernesto Kreplak, porque el 29 de marzo próximo deberá presentarse ante él para responder en indagatoria. La semana próxima comenzarán a desfilar los exministros de María Eugenia Vidal, Marcelo Villegas (Trabajo) y Roberto Gigante (Infraestructura), que participaron de la reunión en el Banco Provincia para discutir la estrategia para armar causas contra el sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina.

Durante la gestión de Arribas al frente de la AFI, De Stefano ocupó un área clave que creció como nunca antes, la dirección administrativa de Asuntos Jurídicos (DAAJ). Desde allí, De Stefano concentró el contacto con jueces y fiscales e incluso creó un área para recuperar cierto control de las escuchas telefónicas. También se hizo el tiempo para ir el 15 de junio de 2017 a la sede porteña del Bapro para participar de una reunión en la que discutió con empresarios, funcionarios de Vidal, el intendente de La Plata Julio Garro y el senador provincial Juan Pablo Allan qué hacer con Medina. Ese encuentro fue filmado por la propia AFI y el hallazgo de esa copia es la que llevó a De Stefano y a sus dos acompañantes de los servicios, el exjefe de gabinete Darío Biorci y el exdirector operacional de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra, a tener que responder ante la justicia.

De Stefano no quiere que la causa siga en manos de Kreplak y, para ello, le pidió al juez Marcelo Martínez de Giorgi que le reclame el expediente. Martínez de Giorgi es el juez que recibió la causa de espionaje que comenzó en Lomas de Zamora y que viajó a Comodoro Py por decisión de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal. Cuando la causa aún estaba en Lomas de Zamora, el juez Juan Pablo Augé procesó a De Stefano por las escuchas ilegales que hizo la AFI sobre los exfuncionarios o empresarios kirchneristas que estaban presos en Ezeiza y también por el entramado que armó la exSIDE para darle una apariencia de legalidad al espionaje que hizo sobre Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria.

La situación de De Stefano se volvió más holgada en diciembre pasado porque la Cámara Federal porteña –con los votos de Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi– revocó su procesamiento. Entonces, los camaristas sostuvieron que no había evidencias para sostener que haya existido un plan de espionaje masivo durante el gobierno de Mauricio Macri. La afirmación quedó bastante desvirtuada porque a la semana apareció el video de la “Gestapo” en el que se veía a De Stefano, Biorci y Dalmau articulando con Villegas cómo armar denuncias contra el “Pata” Medina. A los cuatro meses de la reunión del Bapro, Medina terminó preso y cuando estaba en la cárcel también fue espiado. Todo un círculo vicioso del espionaje.

De Stefano dice que lo que investiga Kreplak es idéntico a lo que investiga Martínez de Giorgi y que, además, la reunión fue en la Ciudad de Buenos Aires, por lo que deberían ser los tribunales porteños los que continúen con la pesquisa. Probablemente no sea el interés por escoger juez lo que mueva al exjefe de Jurídicos de la AFI, sino saber que el tribunal que deberá revisar lo que haga Martínez de Giorgi ya dijo antes que no hubo un plan de espionaje sino un esquema de cuentapropismo –que probablemente sea difícil de sostener con una causa en la que hay un video en el que tres de los hombres más poderosos de la AFI macrista articulan con funcionarios y empresarios cómo sacar de juego a un sindicalista–. En cambio, en La Plata, el panorama parece más desalentador para los exjerarcas de la AFI: Kreplak avanzó en tiempo récord con la investigación y la Cámara Federal platense, cuando tuvo que analizar la causa de espionaje de Lomas, siempre avaló lo actuado por Augé.

Martínez de Giorgi formó un incidente para evaluar el planteo de De Stefano y probablemente en los próximos días le pedirá que opine al fiscal Franco Picardi. En simultáneo, hay planteos similares en otros dos juzgados: en el de Ariel Lijo y en el que subroga Daniel Rafecas. Lijo es improbable que vaya a reclamarle la causa a Kreplak.

Rafecas tiene un planteo de Biorci para llevar la causa a Comodoro Py. Allí entró en escena otro jugador inesperado: Carlos Stornelli, que es el fiscal de la causa. Según informó la agencia Télam, Stornelli se plegó a la estrategia de Biorci y pidió que la causa de la “Gestapo” vaya a Py –probablemente le haya tocado una fibra íntima al recordarle su batalla por sacar de Dolores la causa por sus andanzas con Marcelo Sebastián D’Alessio–. Además, el fiscal pretende que Rafecas no tenga en cuenta la opinión de las otras partes, algo que el juez rechazó y Stornelli apeló.

La causa de la “Gestapo” es el único expediente por espionaje durante el macrismo que sobrevive fuera de Comodoro Py. La investigación de Lomas de Zamora (que incluye a los espías conocidos como Súper Mario Bros y el espionaje en las cárceles) lleva casi un año en los tribunales de Retiro. En diciembre pasado, después de que el juez Martín Bava procesara a Macri, la Cámara Federal de Casación le sacó los tres expedientes que tramitaban en Dolores: el D’Alessiogate, el Proyecto AMBA y el espionaje sobre los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan.