El Tribunal Oral Federal 1 de CABA condenó a los represores Oscar Roberto Gutiérrez y Rolando Oscar Nerone a la pena de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti. Los dos policías retirados fueron hallados responsables, como coautores, del homicidio de Mario Roger Julien Cáceres en 1976. Ambos ya habían sido condenados por secuestro.

Los exagentes de la Policía Federal habían sido absueltos hace cinco años en el juicio por el crimen de Mario Julien Cáceres. Pero la Cámara Federal de Casación Penal, a través de su sala IV, revocó las absoluciones tras los recursos presentados por el CELS y el Ministerio Público Fiscal. El máximo tribunal penal del país le ordenó entonces al TOF 1 revisar su fallo.

Mario Julien Cáceres estaba casado con Victoria Lucía Grisonas Andrijauskaite. Eran uruguayos, militantes del Partido por la Victoria del Pueblo, y se habían refugiado en Argentina desde 1973 y 1974, respectivamente. El 26 de septiembre de 1976, la pareja estaba en San Martín, en el conurbano bonaerense, en la casa donde vivían junto a sus dos hijes: Anatole, de cuatro, y Victoria, de 1 año y medio. Allí fueron víctimas de un operativo ilegal a cargo de militares, policías y agentes del Grupo de Tareas 5 de la SIDE. A Mario lo balearon al intentar huir, y murió. A Victoria la golpearon y la trasladaron a Automotores Orletti junto a sus hijos. Sufrió torturas y desde entonces permanece desaparecida, no se sabe nada de ella. Los niños fueron trasladados a Uruguay: en Montevideo estuvieron cautivos en el Servicio de Información de Defensa. Luego serían llevados a Chile, donde fueron abandonados en una plaza. Con el tiempo, fueron adoptados por una pareja que desconocía los hechos de los que habían sido víctimas.

El operativo de la dictadura fue planeado y encabezado por policías del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Superintendencia de Seguridad Federal, Rolando Nerone, Oscar Gutiérrez y Roberto Gómez Mígenes (ya fallecido). En 2017, Nerone y Gutiérrez fueron condenados por la privación ilegal de la libertad de Victoria Grisonas, pero el tribunal resolvió absolverlos por el homicidio de Mario Julien Cáceres. 

El Ministerio Público y el CELS apelaron esa absolución y reclamaron que ambos represores fueran condenados por sus responsabilidades en el crimen. Ahora, con el fallo del TOF 1 confirmando la condena, el CELS consideró que "con esta nueva sentencia se da cumplimiento a lo ordenado por la Cámara de Casación y se hace justicia por los hechos de los que fue víctima Mario Roger Julien Cáceres y su familia".