Desde Santa Fe

Un brote negacionista del senador radical Lisandro Enrico y del diputado nacional del PRO Gabriel Chumpitaz generó ayer la reacción del arco político de la provincia, que sumó repudios desde el Frente Progresista, el peronismo, el centro izquierda y hasta de la Casa Gris. El 24 de marzo “es una fecha para repudiar toda forma de violencia política, no sólo la que se hizo desde el Estado, sino también la que se hizo desde fuera del Estado”, agitó Enrico. Mientras que Chumpitaz resumió: “Ni terrorismo de Estado. Ni terrorismo subversivo”. La ex diputada del Frente Progresista y actual directora de Derechos Humanos de Rosario, Alicia Gutiérrez, los corrigió con una sentencia firme y definitiva: “No hay dos historias. El juicio a las Juntas Militares demostró que hubo un Estado que secuestró, torturó y asesinó a miles de argentinos y argentinas. Es cosa juzgada”, les dijo. El jefe del bloque de diputados del PJ Leandro Busatto consideró una “vergüenza” el “negacionismo desde nuestra Legislatura”, aún cuando Chumpitaz opera ahora en el Congreso. Y su compañera de bancada, Matilde Bruera, enseñó: “Hacer memoria es recordar que el terrorismo de estado fue el instrumento para imponer un proyecto económico especulativo y de concentración económica en pocas manos, que endeudó al país, destruyó la economía argentina y arrasó los derechos de los trabajadores”.

Enrico y Chumpitaz eligieron el Día de la Memoria para agitar la teoría de los dos demonios. “El 24 de marzo es una fecha para repudiar toda forma de violencia política, no sólo la que se hizo desde el Estado, también la que se hizo desde fuera del Estado. Nunca más la violencia, provenga de donde provenga”, dijo el senador de la UCR. Y reivindicó al ex presidente Raúl Alfonsín, porque “fue el único que tomó el tema con seriedad y justicia, ordenó por el decreto 158/83 el juicio a las Juntas Militares y por decreto 157/83 el juicio a los cabecillas del ERP y Montoneros”. Su colega Chumpitaz, subrayó: “Ni terrorismo de estado. Ni terrorismo subversivo”. Con lo cual, quedó claro que el blanco era la política de memoria, verdad y justicia.

Desde el Frente Progresista, la ex diputada Alicia Gutiérrez los desmintió: “No hay dos historias, el juicio a las Juntas Militares demostró que hubo un Estado que secuestró, torturó y asesinó a miles de argentinas y argentinos. Es cosa juzgada”, dijo. Mientras que el diputado de la UCR, Fabián Palo Oliver, se encargó de refutar a los “negacionista del terrorismo de estado”, como llamó a Enrico y Chumpitaz. “Nunca más al terrorismo de estado. Nunca más al plan sistemático de los genocidas que persiguieron, torturaron y asesinaron a 30.000 compatriotas. No a los negacionistas del terrorismo de estado”. “Elegimos memoria, verdad y justicia. A 46 años del último golpe cívico militar y eclesíastico, seguimos gritando nunca más y exigiendo justicia por cada una de las víctimas”, agregó.

En el peronismo, lo de Enrico y Chumpitaz generó respuestas desde la Legislatura –del presidente del bloque de diputados Leandro Busatto y de sus compañeras Lucila De Ponti y Matilde Bruera-, de los presidentes comunales del PJ en el departamento General López –que conocen bien al senador de la UCR- y hasta de funcionarios de la Casa de Gobierno (ver aparte). “Es una vergüenza que un legislador siga negando el terrorismo de Estado, desconozca lo que significan los crímenes de lesa humanidad”, agite “la teoría de los dos demonios” y niegue “la histórica lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo”, dijo Busatto. Esto es “negacionismo desde nuestra Legislatura”.

Busatto siguió: “Lo que dice Enrico, ya lo contestó Rodolfo Walsh hace 45 años: ‘La Junta no es el fiel de la balanza entre violencias de distintos signos ni el árbitro justo entre dos terrorismos, sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte’”. “Ese texto forma parte de la ‘Carta abierta de un escritor a la Junta Militar’, de cuya publicación” ayer se cumplieron 45 años. “Ese día asesinaron a Walsh. Que un legislador reproduzca hoy la argumentación de la dictadura merece el repudio de todo el arco político”. Ya no hay “dudas que la forma de pensar de Enrico” refleja “las leyes que impulsa y su propuesta legislativa en general”.

La diputada De Ponti coincidió con sus colegas: “La sociedad argentina, la acción del Estado y los procesos judiciales ya dejaron atrás la teoría de los dos demonios, pero el senador Enrico no”.

“Hacer memoria es recordar que el terrorismo de estado fue el instrumento para imponer un proyecto económico especulativo y de concentración económica en pocas manos, que endeudó al país, destruyó la economía argentina y arrasó los derechos de los trabajadores”, agregó Bruera. “Por eso la dictadura se define como militar, civil y eclesiástica. Ese mismo plan económico es el que impone hoy el FMI a Argentina y que rechazamos contundentemente. 30.000 compañerxs desaparecidxs presentes, ¡ahora y siempre!”

Los presidentes comunales y concejales del PJ en el departamento General López también repudiaron a Enrico por “relativizar el significado del 24 de marzo”. Enrico “nos tiene acostumbrados a sus lamentables expresiones en las redes, pero su negacionismo de los crímenes de lesa humanidad” y “su reaccionaria postura ante la lucha por los derechos humanos nos obliga a este llamado de atención”. “Quienes como Enrico agitan el fantasma de la teoría de los dos demonios no hacen más que convalidar las atrocidades del Estado genocida que llegó al poder en el golpe de 1976”, advirtieron.

El partido Ciudad Futura de Venado Tuerto sumó también su repudio. “Enrico encubre una dolorosa verdad”. “El terrorismo de estado es culpable de la tortura, muerte y desaparición de más de 30.000 personas y la sustracción de niños y niñas que fueron arrebatados a sus familias”.