Miguel Acevedo, director de la cerealera Aceitera General Deheza (AGD) asumió ayer como presidente de la UIA. Con la crisis industrial de un lado y los oídos del Gobierno del otro, Acevedo se puso el traje de equilibrista con el cual tuvo que hacer referencias a la situación de la industria manufacturera sin dejar de mostrarle buena onda al Gobierno de Mauricio Macri. “Después de 17 meses de baja, vemos una recuperación amarreta”, dijo Acevedo, agregó que “hay sectores que invierten y otros que no porque no les dan los números”, sin ofrecer detalles, y negó que haya una “invasión de importaciones”. También se mostró preocupado por la situación de Brasil. El único reclamo concreto que elevó fue para que la Argentina no reconozca a China como “economía de mercado”. Es un pedido que ya se había escuchado el año pasado pero ahora se renueva, luego de la visita de Macri al país asiático. En la entidad, los dirigentes de los sectores pymes advierten que el escenario económico es muy similar al negativo que vivieron en 2016.

La UIA mantiene una buena sintonía con gobierno de Mauricio Macri. Más allá de que la industria sea uno de los sectores más castigados por el programa económico oficial, los dirigentes que tienen el control de la entidad tienen cercanía ideológica y pertenencia de clase con los miembros del equipo económico. Uno de los botones de comando de la UIA lo tienen Paolo Rocca, de Techint, y Luis Betnaza, su mano derecha, designado ahora como vicepresidente primero de la entidad. Acevedo asumió como presidente a través de una lista de unidad que se negoció entre los sectores denominados “Industriales” y “Celeste y Blanca”. El flamante titular de la UIA es director de AGD, uno de las principales exportadoras de la Argentina, con cerca del 40 por ciento del total de aceite envasado. Envía su producción a más de 43 países de América, Europa y África.

En su discurso de presentación, Acevedo destacó “el valor de la unidad” y se refirió en forma general a temas como el diálogo con el Gobierno y la importancia de mejorar la competitividad. Sólo afinó el lápiz para hablar de China. “Reconocerla como economía de mercado profundizará la primarización de nuestra economía”, dijo, en uno de las pocas cuestiones en donde todos los industriales pueden mostrar cierto consenso. El gigante asiático ingresó a la OMC pero no fue catalogada como “economía de mercado”. Cada país debe ir definiendo su postura en este tema.

Posteriormente, en conferencia de prensa, Acevedo agarró la vara de equilibrista. Consultado por el cierre de la empresa petroquímica Carboclor y por la situación de Sancor, Acevedo aclaró que “no hablamos de casos puntuales, son situaciones distintas. Nos referimos al panorama general. Después de 17 meses de baja –es decir desde que comenzó la gestión de Macri– vemos una recuperación amarreta”. 

–¿´Amarreta´ porque piensa que el Gobierno podría hacer algo más para que la recuperación tenga más volumen?, le preguntó Páginai12. 

–“No. Estamos acostumbrados a las grandes crisis y luego grandes recuperaciones. Este no ha sido el caso, lo cual evita que haya grandes ganadores y perdedores”, respondió.

“¿Sabe cuál es el plan del Gobierno para la industria argentina?”, fue otra consulta. “No se si hay plan, pero sí hay medidas, como por ejemplo la Ley Pyme. Destacamos la buena relación y la disposición al diálogo de parte del Gobierno”, indicó Acevedo. También señaló que “las inversiones van a venir. Algunos invierten pero a otros no les dan los números para invertir”. El nuevo presidente de la UIA manifestó su preocupación por la situación de Brasil. “Venía mejorando pero esta situación política de corrupción masiva puede complicar la economía”, indicó.

Varios dirigentes del sector pyme advirtieron que la situación para muchas empresas no es muy distinta en relación a 2016. Es decir, el mercado interno no muestra signos de recuperación, los costos siguen en alza por la inflación en general y las subas tarifarias en particular, el financiamiento es prácticamente inaccesible por las altas tasas de interés y el ingreso de importaciones no es una avalancha pero sigue firme.