A quince años de su último recital en Buenos Aires, Miguel Bosé regresa para presentarse hoy a las 21 en el Gran Rex (Corrientes 857). Si bien viene con nuevo espectáculo, basado en su más reciente trabajo discográfico, Bosé MTV Unplugged (2016), en esta ocasión el intérprete y compositor español no tiene otra expectativa más que ofrecer un show del mismo tamaño que su leyenda. La que, por cierto, no pudo perpetuarse entre la audiencia local, a diferencia del resto de América latina, donde es ídolo de multitudes. “Nunca entendí por qué se me ha hecho tan difícil posicionarme en la Argentina. La verdad es que para mí aún es incomprensible”, confiesa, con cierto dejo de consternación, el artista, que atiende a esta entrevista en medio de su actual gira, “Estaré”. “Por más que lo intenté, siento que poco pude hacer. Y pienso que mi música va muy bien con el público de allá. Aunque agradezco a mis fans argentinos por todo su apoyo incondicional, no puedo decir lo mismo de los manejos de las compañías discográficas”.

Por eso, esta vuelta del músico nacido en Panamá y que en 2015 se estableció nuevamente en su país de origen, junto a sus cuatro hijos (es padre soltero), tiene sabor a revancha. “Si vas a un concierto mío, te vas a encontrar con una propuesta generosa”, afirma Bosé, quien en su flamante material reinventó sus clásicos, por primera vez, en formato acústico. “Tengo amigos y colegas que me decían que ya era hora de hacer un disco así. Pero mi música no es acústica sino informática. Por eso me daba terror enfrentar este proyecto, porque temía perder mi identidad”. Grabado en los estudios Azteca Digital de la Ciudad de México, Bosé MTV Unplugged cuenta con la participación de 21 músicos, que tocan instrumentos como violines, violonchelo, piano de cola, vibráfono, campañas tubulares y marimba. “Se compuso de una manera y se terminó de otra. La idea de la instrumentación fue del productor del disco, Nicolás Sorín (el argentino es hijo del cineasta Carlos Sorín). El decidió qué tipo de colores debía haber. Son colores con personalidad. Y la marimba, por ejemplo, la tiene”. 

Además de invocar los principales clásicos de una trayectoria musical que ya abarca más de cuarenta años, entre los que destacan “Amante bandido”, “Nena”, “Bambú”, “Si tú no vuelves”, “Como un lobo” y “Amiga”, el último disco de Bosé incluye dos canciones inéditas: el tema que le da título a esta gira, “Estaré”, compuesto por el propio artista e inspirado en un comentario de su hijo Tadeo, y “Dime qué diré”, del músico dominicano Juan Luis Guerra. “En la pasada entrega de los Grammy latinos, Juan Luis me dijo que tenía una bachata en la cabeza que le sonaba mucho a mí y que no iba a hacer. Entonces me la ofreció, por si quería usarla”, recuerda el cantante español, que destaca que el cambio de estructuras en las canciones no sólo fue a nivel musical, sino lírico. “Era bellísima, la grabé y así me estrené en el género. Sin embargo, no soy un cantante de bachata, por lo que la hice con mucho respeto debido a no es un estilo por el que se me conozca. Yo soy un cantante de pop europeo y el formato me permitía aventurarme a hacerlo”.

Bosé MTV Unplugged, lanzado tanto en CD como en DVD, cuenta con las participaciones de artistas como Juanes, Marco Antonio Solís, Fonseca, Pablo Alborán, Alex González y Sergio Vallín de Maná, y Natalia Lafourcade. “Estuvieron los que pudieron”, explica el artista sobre los invitados de su más reciente producción. “Muchos de ellos hicieron grandes esfuerzos para ser parte de este proyecto debido a que, por más que le avises con varios meses de anticipación, están ocupados con actividades vinculadas a la profesión o con compromisos familiares”. Si bien la carrera de este icono del pop español se caracterizó, amén de la reinvención, por hacer centro en la transgresión, a través de la provocación estética o verbal (en la parada ecuatoriana de su actual gira, tras cenar con su amigo Rafael Correa, parodió a la Virgen María, lo que causó malestar en la nación bolivariana), en su madurez se tornó en una cualidad afinada. “A partir de determinado momento, crees que la carrera ya está hecha. Así que es una libertad extra”, confiesa.

Al tiempo que adelanta que la gira “Estaré” ostenta una escenografía que apuesta por las temperaturas y los ambientes, Bosé, quien el pasado sábado en su show en Bogotá recordó a las víctimas del atentado de Manchester, se reencontrará con el público porteño en una época en la que su obra comenzó a verse opacada por su militancia política y social. “Las actitudes de los artistas tienen mucho valor porque somos una referencia para un montón de gente”, asegura el cantante, que en las pasadas elecciones presidenciales españolas fue contactado por Podemos para ofrecerle el Ministerio de Cultura. “Son causas íntimas que tenemos muchos de los que estamos en el medio para cambiar o incluso mejorar las cosas”, asegura.