En la novena jornada de debates por el femicidio de Nora Dalmasso, una mujer que fue empleada de la casa familiar de la víctima durante más de tres décadas, declaró que la semana previa al crimen, en noviembre del 2006, vio a la víctima llorando. Dalmasso, aseguró, le dijo que su marido, Marcelo Macarrón la tenía "cansada" y que planeaba "separarse" por desacuerdos económicos, una situación que, para el fiscal que llevó adelante la instrucción del caso, motivó el crimen. Antes de la audiencia, Facundo Macarrón, hijo de Dalmasso y del único imputado por el femicidio, Marcelo Macarrón, aseguró que Paula 'Poly' Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti, dos de las testigos que declararon durante esta semana en el juicio, "no eran amigas" de su madre, y aseguró que con sus palabras "lo único que buscan es defender a su amigo Michel Rohrer", el empresario a quien él y su hermana Valentina señalan como principal sospechoso del crimen del Barrio Villa Golf.

Este jueves, Francisca "Paca" Andrada, empleada desde hace más de 30 años en la casa de los padres de Dalmasso, ratificó en la audiencia lo que ya había declarado en la instrucción del caso, cuando dijo que vio llorando a Dalmasso la semana previa al crimen. "Como la vi mal, le pregunté qué le pasaba y ella me respondió que estaba cansada, me dijo 'este hijo de puta me tiene cansada, lo que va a lograr es que me voy a separar'”, en referencia a Macarrón, explicó Andrada.

La mujer relató que, luego, escuchó que Dalmasso, en conversación con su padre dijo "Marcelo me tiene cansada, porque lo que me pagan en la cochería es una miseria”. Para el fiscal que elevó la causa a juicio oral, “la cuestión económica" fue "un factor central en la desavenencia” entre Dalmasso y Macarrón, por lo que, al momento del crimen, existía "una situación de crisis matrimonial”.

En la audiencia también declaró Sandra López, cuñada de Dalmasso, quien entre sollozos recordó que el padre de la víctima, Enrique Dalmasso, en 2010 “murió sin saber quién mató a su hija. “Murió con ese dolor”, añadió, y protestó porque los investigadores “ensuciaron a toda la familia” y que “los que tenían que hacer justicia nada hicieron”. López recordó a Dalmasso como “muy buena madre”. “Se preocupaba muchos por sus hijos. Eran compinches con mi marido (Juan Dalmasso)”, añadió. La mujer también aseguró que nunca vio señales de conflictos ni de violencia entre Dalmasso y su marido.

Otra testigo, Patricia Funes, psicopedagoga y amiga de la víctima, con quien compartía algunas reuniones sociales y circunstanciales, también aseguró que siempre vio al matrimonio de la víctima y el sospechoso “normal, bien”

Antes del inicio de la audiencia, Facundo Macarrón, hijo de la víctima y del acusado, aseguró que las testigos Paula "Poly" Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti, quienes declararon en el juicio el martes y el miércoles, "no eran amigas" de su madre. El joven criticó duramente la intervención de las mujeres en la audiencia, durante el cual declararon porque, dijo, "lo único que buscan es defender a su amigo Michel Rohrer", el empresario a quien él y su hermana Valentina señalan como principal sospechoso del crimen del Barrio Villa Golf. "Son enviadas de Rohrer para defender su honor”, dijo el joven Macarrón.