“Ustedes fueron, junto a las Madres, los que parieron la democracia”, expresó la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a los excombatientes de Malvinas durante el acto homenaje a 17 veteranos que trabajan en el Congreso de la Nación, del que también paticipó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. En una jornada emotiva que tuvo lugar en la Cámara Alta, hubo memoria, patriotismo, agradecimiento, anécdotas e, incluso, momentos de fuertes definiciones políticas para avivar la interna del Frente de Todos.

El homenaje comenzó poco después de las 16 en el Salón Azul, frente a los excombatientes, sus familiares, personal del Congreso y legisladores nacionales como Juliana di Tullio, Daniel Arroyo, Cecilia Moreau, Mariano Recalde, Victoria Tolosa Paz, Oscar Parrilli, Sergio Palazzo y Gerardo Martínez, entre otros.

Luego del himno nacional entonado por Fabio Santana, músico y excombatiente de Malvinas, y un minuto de silencio para conmemorar a los 632 soldados caídos en las Islas, el primero en tomar la palabra fue el diputado nacional por Chaco (FdT) y veterano de Malvinas, Aldo Leiva. “Malvinas es una página de la historia que deja una doble sensación”, señaló: “Por un lado, el orgullo de decir que fuimos a defender la Patria; pero, por el otro, el dolor de sabernos utilizados por la dictadura genocida que se estaba yendo”.

Con recuerdos de la “historia común” que tienen los veteranos, Leiva resaltó la importancia de que “los gobiernos sucesivos entiendan que Malvinas debe ser una política de Estado”, y que "sólo lo vamos a hacer con gobiernos como este, que están a favor de la gente, de los veteranos de guerra, de la Patria”, afirmó el diputado sobre los aplausos de todos los presentes. Al terminar, una visiblemente emocionada Cristina Kirchner, junto a Massa, otorgaron los diplomas distintivos a los 17 “compañeros legislativos combatientes veteranos de Malvinas”.

El siguiente en tomar la palabra fue Massa, quien inició su intervención dando cuenta de “lo difícil que es escapar a la emoción y al orgullo que representa cada uno de nuestros caídos y veteranos”. “La sociedad argentina en su conjunto tiene la responsabilidad y la obligación de pedir perdón”, afirmó el diputado.

“Nuestro reclamo de soberanía y de honor a los soldados no puede dejar en el olvido cuestiones que nos marcaron como sociedad: el porqué de esa guerra, pero también el gesto posterior de vergüenza que fue no recibir como héroes a aquellos que aún perdiendo la batalla militar habían dejado su vida o parte de su vida en esas islas”, consideró Massa.

Finalmente fue el turno de CFK, quien destacó distintas dimensiones de la Guerra de Malvinas. La primera: la personal, sus propias vivencias del conflicto desde Río Gallegos, donde “la guerra se vivía”. En segundo lugar, la institucional, que le tocó abordar como presidenta de la Nación. “Hace 10 años enviamos una carta al Comité Internacional de la Cruz Roja para poder identificar a los soldados NN que solo conocía Dios y estaban enterrados en Darwin sin identificar”. “Y hoy, de los 121 ya hay 119 identificados”, señaló con orgullo.

“Una dimensión personal o institucional, conduce a una dimensión histórica: qué significó Malvinas, que pasó en esta historia”, consideró la vicepresidenta, y afirmó que los excombatientes fueron “junto a las Madres, los que parieron la democracia, fue Malvinas la que terminó y puso punto final a la historia del partido militar”.

Al final, la dimensión política y geopolítica. En este sentido, señaló que un error de aquel entonces fue “creer que el mundo se divide entre buenos y malos”, cuandon en su lugar, hay intereses. "Siempre es bueno acordarse de la historia, sino difícilmente se pueda construir presente y mucho menos, futuro”, sostuvo. “Malvinas no puede ser una evocación espasmódica cada 2 de abril”, consideró la vicepresidenta. “Además de luchar, hay que hacerlo con inteligencia, con aliados y trabajando desde dentro, lo que nos pasa a nosotros los argentinos".

Mensaje hacia la interna

El acto no escapó de comentarios dirigidos a la interna que atraviesa el Frente de Todos. El primer momento lo protagonizó Leiva, durante su discurso, cuando llamó "presidenta" a Cristina: “Yo le voy a decir presidenta, y no del Senado, porque para mí es mi presidenta”, le dijo.

Ella protagonizó el segundo momento, cuando recomendó el libro "Diario de una Temporada en el quinto piso" del sociólogo Juan Carlos Torre y aprovechó para contar que se lo había enviado “de regalo al Presidente para que después la vocera (Gabriela Cerruti) no diga que no le regalo nada en el cumpleaños”. "Es muy interesante y de una extraordinaria actualidad. No tiene desperdicio, tiene que ver con los conceptos empaquetados que le venden a los argentinos y a las clases dirigentes", explicó CFK.

La selección del obsequio por parte de la vicepresidetna no fue azarosa. Torre formó parte del equipo económico del exministro de Raúl Alfonsín, Juan Vital Sourrouille, y en el texto describe la trastienda de una gestión fallida.

Así mismo, Cristina volvió a hacer hincapié en que “el mundo y la geopolítica no se dividen en buenos y malos”, y que por ello "tenemos que situarnos en la realidad de nuestra patria y desde allí mirar el mundo y desde aquí tomar las decisiones". "A 40 años de Malvinas se me ocurre que debiéramos, y en este mundo donde la energía y los alimentos se han convertido casi en un botín de guerra, prepararnos para revisar y repensar nuestro sistema de defensa", manifestó, aunque aclaró que "no de carácter militar ofensivo".

"Más allá de los matices, se hace imperioso que podamos discutir políticas de Estado a partir de estas cuestiones”, sostuvo, señalando que “la Patria no es una cuestión de ideología, la Patria se defiende de todos lados". Y concluyó: “Poder diferenciar lo que es la disputa política de lo que es innegociable es construir que haya honor a ustedes que fueron y pelearon, a los que se quedaron allá, y a todos los que seguimos soñando que una Argentina diferente es posible".

Informe: Sofía Moure