Un feroz tiroteo dejó este jueves al menos dos muertos y varios heridos en Tel Aviv, donde se produjeron escenas de caos, en un nuevo episodio de este tipo en las últimas semanas en Israel y Cisjordania. Testigos reportaron que durante el ataque registrado en una calle central de Tel Aviv, donde se ubican numerosos bares y restaurantes, se oyeron varios disparos de armas de fuego. El atacante sigue fugado y las fuerzas de seguridad piden a los ciudadanos que permanezcan encerrados en sus casas mientras continúan con las tareas de búsqueda y captura. El grupo armado palestino Hamas celebró efusivamente el atentado aunque sin atribuírselo.

"Hemos recibido hasta ahora a diez heridos, pero a pesar del esfuerzo de los médicos, dos murieron", indicó el hospital Ichilov en un comunicado, agregando que cuatro heridos se hallan en estado crítico. "Hay personas con heridas graves, sobre todo en el pecho, el abdomen, y algunos en la cara", declaró el director de este centro, Ronni Gamzu. 

Todo esto se produjo después de que un atacante llevara a cabo un grave tiroteo en varios puntos del centro de Tel Aviv, entre ellos un bar, lo que sembró el caos y el pánico en la urbe costera. Imágenes difundidas por medios y redes sociales mostraron gente corriendo por las calles y la policía intentando capturar al agresor.

"Hay un ambiente de guerra, con soldados y policías por todas partes. Han registrado el restaurante, hay gente que llora y personas que corren por todas partes", contó Binyamin Blum, empleado en un establecimiento cerca del lugar donde se produjo el ataque. Otro hombre que resultó herido le dijo al diario Haaretz: "Estaba sentado en el Bar Tzina y comenzaron los disparos. Vi la ventana romperse y empecé a correr. De repente, todos empezaron a correr y sentí que me golpearon en la espalda. No sabía lo que estaba pasando, simplemente corrí y luego vi mucha sangre".

Luego del incidente, las sirenas de las ambulancias y servicios de emergencia marcaron el ambiente en el centro de Tel Aviv, mientras los transeúntes buscaban refugio y los heridos eran evacuados al hospital. Más de mil policías, unidades especiales y soldados del Ejército fueron desplegados sobre el terreno para atrapar al agresor, y la policía llamó a la población a mantener la calma y "evitar la difusión de mensajes e información sin fundamento que puedan generar más pánico".

El primer ministro israelí Naftali Bennett, cuyo gobierno está tambaleando, llegó al ministerio de Defensa para seguir el caso. Bennett acordó "seguir reforzando y enviando fuerzas a gran escala a Tel Aviv" para localizar al terrorista. "Ha sido una noche muy difícil. Donde sea que esté el terrorista, lo encontraremos. Y cualquiera que lo ayude directa o indirectamente, pagará un precio", dijo el primer ministro en un comunicado. Pocos días atrás había anunciado que la inteligencia y el Ejército habían desbaratado al menos 15 ataques.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó el "ataque terrorista" y aseguró que estaban en "contacto regular con sus socios israelíes, con quienes se posicionan frente al terrorismo sin sentido y la violencia".

Todavía no está clara la identidad del atacante ni los motivos de la agresión, y las autoridades por ahora no informaron si tiene vínculo con el conflicto palestino-israelí. La policía tendría una foto suya tomada por las cámaras de seguridad en camiseta y pantalones negros, portando una mochila azul.

El ataque del jueves se produce durante el mes sagrado musulmán de Ramadán, mientras las fuerzas de seguridad israelíes esperan el viernes a decenas de miles de fieles palestinos de Cisjordania ocupada para el rezo en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

Días de alta tensión en Israel

El tiroteo sucede tras una reciente escalada de tensión en la región, a raíz de tres ataques en pocos días en Israel, dos de ellos reivindicados por el Estado Islámico (ISIS), que derivaron en uno de los episodios con más víctimas mortales en el país en varios años. La semana pasada, un palestino de la Cisjordania ocupada mató abriendo fuego desde su vehículo a cinco personas (entre ellos dos ucranianos y un policía árabe israelí) en la ciudad judía ortodoxa de Bnei Brak, cerca de Tel Aviv. 

Unos días después, dos policías murieron en un tiroteo reivindicado por el ISIS en Hadera, al norte de Israel. El 22 de marzo, una persona vinculada al mismo grupo terrorista mató a cuchilladas y con un vehículo kamikaze a cuatro israelíes, dos hombres y dos mujeres, en la ciudad sureña de Beersheva. El atacante fue identificado como un profesor condenado en 2016 a cuatro años de cárcel por planear viajar a Siria para luchar junto al ISIS.

A raíz de estos ataques, la policía y los servicios de seguridad interior israelíes detuvieron a decenas de personas por su supuesta relación con el Estado Islámico. Al menos tres combatientes de la Yihad Islámica, el segundo movimiento armado islamista más importante de los territorios palestinos por detrás de Hamas, murieron la semana pasada durante un tiroteo relacionado con operaciones policiales en Jenin. 

Igual que los ataques anteriores, el del jueves también fue celebrado por el movimiento islamista Hamas, aunque no reclamó la autoría del tiroteo, igual que tampoco lo hizo ningún otro grupo armado palestino. Hamas aplaudió lo que definió en un comunicado oficial como "ataque heroico", mientras que uno de sus líderes históricos, Mahmud a-Zahar, expresó su satisfacción personal al sostener que "esta operación es una consecuencia de la continua agresión a nuestra tierra y en nuestros lugares santos".