Mariano Macri dijo que a su hermano Mauricio le gustaba manipular el “juguete” del espionaje, pero parece que a él le gusta jugar a las escondidas. El hermano del expresidente pidió por segunda vez que le suspendan la declaración ante el juez que investiga las andanzas de los espías conocidos como Súper Mario Bros, que durante el gobierno de Cambiemos estuvieron dedicados a tareas de inteligencia ilegal sobre propios y extraños.

El juez Marcelo Martínez de Giorgi esperaba que este lunes a las 15 Mariano Macri se conectara a un Zoom para declarar qué sabía sobre la afición de su hermano a las prácticas de inteligencia. La citación de Mariano Macri, reclamada por las querellas, se disparó después de que el periodista de Página/12 Santiago O’Donnell publicó el libro Hermano.

“Empezó el viejo preocupado por el marido de Sandra”, le confió Mariano Macri a O’Donnell. “Pero después parece que a Mauricio le gustó el juguete porque tuvieron el problema de las escuchas”, completó en alusión a la causa que derivó en que Mauricio Macri fuera procesado en 2010 y asumiera en esa condición la presidencia. En las entrevistas para el libro, Mariano fue bastante crudo al describir lo que cree que sucedió durante la gestión de su hermano: “Habrá operado con los servicios de inteligencia. Por algo puso a un amigo de la calaña del Negro (Arribas), que por más afecto que le tenga es un tipo bien turbio: para continuar con las escuchas, los seguimientos, las carpetas”.

Pese a los dichos incendiarios, Mariano ahora trata de esquivar la declaración ante los tribunales. Según un escrito que presentó su abogada, tiene dos motivos para no presentarse: por un lado, dijo que él tiene entablada una acción civil contra O’Donnell por el libro y, por otro, que el Código Penal dice que no podría declarar contra su hermano.

Martínez de Giorgi notó que estaba ante una situación compleja y difícil de salvar. Decidió suspender la audiencia y pidió copia del expediente civil que el hermano del expresidente impulsó contra el periodista de Página/12. Lo curioso es que Mariano había sido citado para el 21 de marzo y, en ese momento, pidió la suspensión por estar supuestamente cursando una bronquitis. Parece que sus argumentos para ausentarse se fueron volviendo más sofisticados con el pasar de los días.

Espiar a la familia

La familia Macri tiene un rol importante en la causa que está a cargo de Martínez de Giorgi. Mientras el expediente estaba en Lomas de Zamora, el juez Juan Pablo Augé y los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide dieron por acreditado que los Súper Mario Bros siguieron a Florencia Macri y a su pareja Salvatore Pica. El exagente Facundo Melo incluso relató que él fue, a pedido de Alan Ruiz, a sacar fotos desde una casa lindera a la de la pareja. Otro exagente –Guillermo Ochoa– contó que le pidieron que hiciera un análisis sobre Pica y que, una vez que lo terminó, no le hablaron más del tema.

Los mensajes en el chat de los Súper Mario Bros referidos a Pica empezaron el 30 de mayo de 2018 cuando Ruiz mandó un archivo PDF que llevaba por título el nombre completo del cuñado de Macri. Ruiz se encargó de pedir a los espías a su cargo que impriman velocidad a las averiguaciones: “Escuchame, fíjense de darle prioridad a esto que te pase a ver si tenemos que tirar información rápida, porque es pedido del hombre". El hombre probablemente fuera el propio Macri.

Es poco factible que los agentes se animaran a espiar a la hermana del presidente si no había una orden que venía desde la Casa Rosada, entienden quienes descartan de plano la teoría del “cuentapropismo” de los espías que dio por válida la Cámara Federal en diciembre pasado.

Otras declaraciones

Martínez de Giorgi aún debe enviar los pliegos de preguntas a dos testigos que, por sus cargos, optaron por responder por escrito: la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Cristina Caamaño y el diputado Diego Santilli, que también fue víctima de la vigilancia ilegal de los Súper Mario Bros.

En el capítulo que se sigue sobre el espionaje penitenciario, en el juzgado tenían previsto tomarle nuevamente declaración a dos testigos que declararon bajo reserva de identidad en los tribunales de Lomas de Zamora. El exdirector del Servicio Penitenciario Federal (SPF) Emiliano Blanco pidió que levanten la reserva para que se conozcan sus nombres, pero el fiscal Franco Picardi se opuso. El juez Martínez de Giorgi deberá resolver en los próximos días qué temperamento adoptará.

El creador de los Súper Mario Bros

Para este martes al mediodía está previsto que el exdirector operacional de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra se presente ante la Comisión Bicameral de Inteligencia, que preside Leopoldo Moreau. Días atrás, Dalmau Pereyra confirmó ante el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak que él dispuso que se instalaran cámaras en el Banco Provincia por pedido de las máximas autoridades de la AFI. Se espera que Dalmau ratifique esa declaración y aporte algún que otro detalle.

A Dalmau lo nombraron otros exagentes que estuvieron en las últimas semanas en la Bicameral, básicamente dos de los que él llevó desde la Policía de la Ciudad para conformar el grupo de los Súper Mario Bros. Leandro Araque declaró que fue Dalmau quien lo mandó a espiar al sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina y Jorge Sáez dijo que él los mandó a hacer inteligencia en el Hospital Posadas. Después de la declaración de Saéz, el fiscal Carlos Stornelli pidió que le manden el expediente del espionaje en el Posadas al juez Martínez de Giorgi para que lo investigue con la trama que incluye a los Súper Mario Bros. En los próximos días podría pronunciarse la jueza María Eugenia Capuchetti.

Después de la visita de Dalmau, la Bicameral quiere escuchar al exdirector de Análisis de la AFI Fernando di Pasquale –quien, en agosto de 2018, fue a ver a dos jueces para pedirles la detención de Hugo y Pablo Moyano. Después de intentos infructuosos para localizarlo, Di Pasquale se presentó este lunes ante la Comisión. Lo hizo a través de su abogado, Juan Martín Cerolini, que –entre otros– defendió al capellán Christian Von Wernich en 2007. Según dijeron fuentes de la Bicameral, la idea es que Di Pasquale declare el lunes próximo.