VILLARREAL-BAYERN MUNICH: En la ida el Villarreal le jugó de igual a igual y hasta lo superó en ocasiones. En la vuelta aguantó el chaparrón alemán y en un contragolpe impecable encontró la clasificación que finalmente mereció. Juega bien el Villarreal, de larga tradición con futbolistas argentinos.

REAL MADRID-CHELSEA: En Inglaterra, en la ida, el Madrid jugó el mejor partido de la temporada. Manejó la pelota con gusto e inteligencia y fue superior al equipo inglés. En el Bernabeu se dio vuelta la tortilla pero el Madrid apeló a la épica y en ese terreno es insuperable. Da vuelta partidos imposibles. Es un rasgo histórico de su identidad europea.

LIVERPOOL-BENFICA: El equipo inglés fue absolutamente superior y definió el asunto en Portugal. De local jugó con varios suplentes para cumplir el trámite. Es un gran equipo el Liverpool, juega bien (si es que eso se entiende hoy en día) y tiene contundencia en la definición.

ATLÉTICO DE MADRID-MANCHESTER CITY: De las 4 etapas que tiene la eliminatoria el Atlético le regaló 3 y media al City. Le dio la pelota y 70 metros y lo esperó cerca de su arquero con los 10 restantes. En los últimos 20 del final lo atacó con la fórmula “a la carga mis valientes” y lo puso en serios apuros. No le alcanzó y quedó afuera. ¿Qué hubiera pasado si le hubiera jugado de igual a igual desde el vamos? Queda la incógnita sin resolver.

EMOCIONES: En estos partidos el aspecto emocional ocupa un lugar preferencial. Tanto que muchas veces se olvida lo futbolístico. Si uno ve los partidos en diferido, es notable como se cambia de opinión.

ESTILOS: De los cuatro semifinalistas, tres apuestan por el buen fútbol (si es que eso quiere decir algo hoy en día). El City y el Liverpool especialmente. El Villarreal también pero un escalón más abajo. Y el Madrid, como decía Carlos Bianchi, según como se levanten los jugadores.

FLECOS SUELTOS: De los seis equipos, cinco jugaron a jugar, con mayor o menor acierto. El Atlético tiene otro modo “de ver y filosofar”. Prefiere jugar a que el rival no juegue. Son maneras. Todos buscan lo mismo: ganar. Los caminos son distintos.

NO SOY YO, SOS VOS: ¿Por qué será que cuando un equipo que apuesta por el buen juego enfrente a otro de los llamados “pragmáticos”, la responsabilidad de lo que ocurra se atribuye toda al que quiere jugar?

ESCLAVOS DE LUJO: Los equipos de este nivel juegan, de promedio, cada tres días y durante años. Es imposible mantener un rendimiento óptimo en esas condiciones. No solo por el cansancio físico, que ciertamente se acumula, sino también por la permanente exigencia mental. Me llama la atención que los jugadores no hagan ni digan nada para remediarlo.

¿QUÉ PASARÁ?

ACLARACIÓN: Cuando se pronostica en fútbol se trata simplemente de un entretenimiento, porque realmente es imposible anticipar lo que sucederá. Entonces…

MANCHESTER CITY-REAL MADRID: El City tiene un funcionamiento definido y, casi siempre, da gusto verlo jugar. El Madrid se basa en los 3 grandes mosqueteros (que como se sabe son 5): Curtois, un arquero excepcional; Benzemá, que decide partidos con goles y un juego exquisito; Kroos, de una calidad superior; Modric, una maravilla a quien no le importan para nada sus 36 años; y Vinicius, hábil y veloz, aunque no siempre vea la jugada. El City es mejor equipo. El Madrid tiene una historia en la Copa de Europa inigualable que lo respalda. Un partido para disfrutar.

LIVERPOOL-VILLARREAL: Normalmente el equipo inglés tendría que ganar porque es mejor que el español. Es uno de los mejores del mundo en este momento. Pero ¿siempre ganan los mejores? ¿Acaso el Villarreal no juega bien también?

EN DEFINITIVA: Seguro que dos pasarán y los otros dos mirarán la final por televisión, con lo doloroso que eso suele resultar. También es seguro que a pesar de los resultados, entre estos equipo no habrá vencedores ni vencidos.