En Argentina hay cámaras de reconocimiento facial en la Ciudad de Buenos Aires, Tigre, Mendoza, Córdoba, Salta, San Juan y Jujuy. Un informe de Access Now  lo muestra como el país más vigilado de la región, cerca también de Brasil y Ecuador. 

Buenos Aries está número 14 en el ranking de las ciudades más videovigiladas del mundo. Nueva York y Londres llevan la delantera y en China hay una concentración del 56 por ciento de las cámaras del planeta. 

La legislación europea restringe la videovigilancia masiva, es decir, hay limitaciones a los cruces de información, en parte lo que se reclama aquí. En Gran Bretaña en 2022 fueron detenidos ocho sospechosos por identificación facial pero solo uno correspondía con un prófugo buscado. Hubo un 86 por ciento de falsos positivos. 

Un caso conocido en la Ciudad de Buenos Aires fue el de Guillermo Ibarrola, detenido en Retiro, por supuesto robo agravado cometido en 2016 en Bahía Blanca. Había 23 personas con el mismo nombre, en el sistema de prófugos pusieron su DNI y no el de la persona buscada. El hecho es que terminó en la cárcel. 

En la resolución que suspendió el sistema de identificación el juez Andrés Gallardo advirtió: una "alarmante falla en los mecanismos de control" del sistema de reconocimiento facial de prófugos (SRFP); "graves falencias en las fuentes de información que nutren al SRFP" que llevan a falsos positivos; "la ausencia de una Evaluación de Impacto en la Protección de Datos (EIPD)"; la "falta de participación ciudadana" y la "omisión de crear  la Comisión Especial de Seguimiento de los Sistemas de Video Vigilancia";  "los incumplimientos normativos" se traducen en "detenciones arbitrarias", atentan "contra el derecho a la intimidad, honor u honra, imagen e identidad; generarían un choque con la privacidad e intimidad de los ciudadanos de la CABA", entre otras advertencias.