La Cámara de Diputados de México aprobó, en lo general, distintos cambios a la Ley Minera propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en materia de exploración, explotación y aprovechamiento del litio. López Obrador indicó que esperaba que el Parlamento aprobara este lunes o martes la reforma legal a la ley que busca nacionalizar el litio, horas después de que la Cámara de Diputados no consiguiera los votos necesarios para aprobar la reforma eléctrica. El mandatario mexicano acusó de "traidores a la patria" a los diputados de la oposición por impedir que el Congreso diera luz verde a esta ley, que buscaba fortalecer a la empresa eléctrica del Estado en detrimento de las privadas.

El litio como patrimonio de la nación 

Los cambios a la Ley Minera fueron aprobados con 298 votos a favor, ninguno en contra y 197 abstenciones. A favor votaron los diputados de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), mientras que las abstenciones fueron de los diputados de la alianza "Va por México", integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD). Este bloque opositor abandonó la discusión legislativa y anunció que se abstendría.

La iniciativa del presidente López Obrador declara de utilidad pública la exploración, explotación y aprovechamiento del litio. La propuesta de reforma al artículo 5 de la ley plantea la creación de un organismo público que administre y controle las cadenas de valor económico del litio. Entre otro puntos, la Ley Minera indica que "serán consideradas zonas de reserva minera aquellas en que haya yacimientos de litio", que "se reconoce que el litio es patrimonio de la nación y su exploración, explotación y aprovechamiento se reserva para beneficio exclusivo del pueblo de México".

La iniciativa propuesta por López Obrador busca que no haya concesiones ni contratos para la explotación del litio y que esta sea solo responsabilidad del Estado. Esto generó polémica porque la empresa con capital chino Bacanora Lithium tiene ahora una concesión en Sonora, en el noroeste mexicano, que le permitiría extraer 35 mil toneladas por año de carbonato de litio. Este se considera uno de los mayores yacimientos del mineral del mundo, con 8,8 millones de toneladas equivalentes con reservas que durarían 250 años.

Tal como lo había anunciado la semana pasada en el caso de que fuera rechazada la reforma eléctrica, López Obrador le pidió este lunes al Congreso que apruebe el proyecto para nacionalizar el litio. "Los diputados traidores a la patria ni siquiera han tomado conciencia de lo que hicieron, no saben la importancia del litio y la ambición que despierta en las grandes potencias", dijo el mandatario mexicano al comentar la votación legislativa del domingo, que dejó trunca la reforma eléctrica. 

"Nos reservamos la posibilidad de meter el litio en la Ley Minera, porque es un mineral estratégico para el desarrollo futuro, para desplazar el petróleo: no se va a poder modernizar la industria sin el litio", advirtió López Obrador en su habitual conferencia matutina. Las grandes automotrices "están avanzando hacia automóviles eléctricos que requieren del litio y está aumentando el precio cada vez más, en diez años ha aumentado diez veces el precio del litio en el mercado mundial", aseguró el líder de izquierda.

El pasado dos de febrero, López Obrador anunció la creación de una empresa pública para explotar el litio. En las sierras rocosas del centro del país y el noroeste desértico del territorio mexicano hay 1,7 millones de toneladas de reservas mineras de litio estimadas, que colocan a México entre los diez países con mayores reservas de ese mineral.

La reforma eléctrica, rechazada

Horas antes de la aprobación de esta ley, que deberá pasar por el Senado, se había rechazado la reforma eléctrica también propuesta por López Obrador. "Se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores, que en vez de defender los intereses del pueblo o de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a medrar, a robar, y estos diputados respaldaron a los saqueadores", dijo molesto el mandatario mexicano, quien citó a la filósofa y activista feminista francesa Simone de Beauvoir, al afirmar que "el opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos".

La reforma planteaba delimitar la liberalización del mercado eléctrico para revertir la "desaparición de las empresas energéticas del Estado" que provocó la reforma constitucional del 2013, según el presidente mexicano. El nuevo proyecto proponía que al menos el 54 por ciento de la energía fuera gestionada por la Comisión Federal de Electricidad - contra el 38 por ciento que maneja actualmente y el 62 por ciento en manos de privados y extranjeros-.

La oposición rechazó la reforma al considerar que llevaría a un aumento de las emisiones de gases contaminantes y a un encarecimiento de la electricidad, algo que el propio López Obrador desmintió en más de una ocasión. Otros de los grandes opositores de la reforma fueron Estados Unidos y Canadá, que sostuvieron que el dictamen podría perjudicar sus inversiones, e incluso España, por la presencia en México de la compañía privada Iberdrola.