El presidente ruso, Vladimir Putin, se abstuvo ayer de cuestionar a su par de Estados Unidos, Donald Trump, por abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático, en medio de un aluvión de críticas de otros líderes mundiales contra la decisión del mandatario norteamericano.

“Yo no juzgaría a Trump, porque fue el presidente Barack Obama quien tomó esas decisiones. Quizás el actual presidente considera que éstas no están debidamente pensadas. Tal vez, piensa que no existen los recursos necesarios”, dijo Putin durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Putin admitió que Estados Unidos podría haber optado por modificar sus obligaciones sin salirse del tratado, ya que este documento es un acuerdo marco. “Me parece que ahora no es el momento de hacer mucho ruido al respecto, si no que hay que crear las condiciones para el trabajo,” dijo el líder ruso.

Trump argumentó que “es un ejemplo de un trato que es desventajoso” para Estados Unidos por las cargas financieras que impone y por eso aseguró que “cesará todas las implementaciones” de los compromisos climáticos asumidos a fines de 2015, en París, por su antecesor, Barack Obama, y otros casi 200 países. “Como la persona interesada en medio ambiente que soy, no puedo aceptar los términos de este acuerdo”, aseveró Trump, quien aseguró que su intención es crear un acuerdo climático mejor que el de París, lo que fue rápidamente rechazado por los principales miembros de la Unión Europea.

Además, según dijo, el compromiso de reducción de emisiones de gases que provocan el calentamiento del planeta “obstruye la economía de Estados Unidos en beneficio de capitales extranjeros. No pusieron a Estados Unidos primero, pero yo sí lo hago. Estados Unidos está de regreso”, aseveró con ánimo triunfal el neoyorquino.

Preguntado por la famosa presentadora estadounidense Megyn Kelly acerca de su reacción, tras ser recordado que otros líderes europeos habían criticado a Trump, Putin comentó: “Yo no me cuento entre los líderes europeos. Por lo menos, eso es lo que piensan ellos. A propósito, deberíamos estar agradecidos al presidente Trump. Hoy, dicen que en Moscú incluso nevó. Aquí (en San Petersburgo) hace frío y está lloviendo. Ahora siempre le podemos echar la culpa a él (Trump) y al imperialismo norteamericano, que siempre tiene la culpa, pero no lo vamos a hacer”, bromeó.

Agregó que, aunque no conoce en detalle las declaraciones de Trump, “él dijo que le gustaría revisar estos acuerdos o firmar uno nuevo. Trump no se niega a trabajar sobre este problema”, enfatizó y agregó que, en todo caso, “lo dicho, dicho está y hay que pensar en cómo seguir avanzando, ya que, de todas formas, el problema del cambio climático global hay que resolverlo.

Si países que son grandes emisores, como Estados Unidos, no van a cooperar, no se podrá consensuar ni firmar ningún acuerdo en este ámbito”, advirtió. “Por eso, hay que partir de la base de que esta labor debe realizarse de manera constructiva”.

Putin recordó que el Acuerdo de París aún no ha entrado en vigor y que no lo hará hasta 2021. “De modo que aún tenemos tiempo. Si todos vamos a trabajar de manera constructiva, podremos llegar a un acuerdo”, dijo.

Por otra parte, las naciones y bloques más contaminantes del planeta, con la excepción de Estados Unidos, reafirmaron ayer su compromiso con el Acuerdo de París sobre cambio climático, en medio de alarma mundial, protestas y críticas contra el presidente Donald Trump por haberse retirado el jueves del histórico acuerdo para combatir el calentamiento global.

En Berlín, activistas de la organización ecologista Greenpeace proyectaron la silueta de Trump sobre la parte lateral del edificio de la embajada de Estados Unidos, junto a la leyenda “TotalLoser, so sad!” (PerdedorTotal, qué lamentable!), parafraseando palabras que el mandatario suele usar en sus tuits.

Horas después, la canciller alemana, Angela Merkel, convocó a la prensa para una declaración imprevista en la que dijo que la decisión de Trump fue “extremadamente lamentable, por decirlo de manera muy contenida”. Sin embargo, Merkel subrayó que la retirada de Estados Unidos del histórico pacto alcanzado en 2015 en la capital francesa no impedirá que el resto del mundo continúe con los esfuerzos por contener las emisiones de gases del efecto invernadero que explican el calentamiento de la atmósfera y la superficie terrestre.

“Nada puede detenernos ni nos detendrá”, dijo la jefa de gobierno, cuyo país será sede este año de una cumbre mundial sobre clima. “A todos los que consideran importante el futuro de nuestro planeta les digo: continuemos juntos en el camino para tener éxito, por nuestra madre tierra”, recalcó, antes de prometer que Alemania cumplirá los objetivos y compromisos financieros adquiridos.

En Bruselas, en el marco de una cumbre China-Unión Europea (UE) -dos de los mayores contaminantes- el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de pie junto al primer ministro chino, Li Keqiang, dijo que Bruselas y Beijing “están convencidos de que la decisión de Estados Unidos es un gran error”.

En referencia a la “última de las desafortunadas decisiones de la nueva administración” norteamericana, Tusk agregó que “la UE y China han demostrado su solidaridad con las generaciones futuras y su responsabilidad con el planeta en su totalidad” al haber ratificado su compromiso de combatir el cambio climático. Al término de la cumbre, en un comunicado conjunto, China y la UE expresaron su determinación a seguir adelante con “políticas y medidas adicionales para implementar de manera efectiva las específicas contribuciones nacionales”.

India, el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero detrás de China y Estados Unidos, también ratificó que se mantendrá dentro del acuerdo “independientemente de la postura que haga patente cualquiera en el mundo”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Harsh Vardhan, en Nueva Delhi.

Alemania, Francia e Italia -las tres mayores economías de la eurozona- dijeron ayer en un comunicado conjunto que lamentaban la decisión de Trump de retirarse del acuerdo, al tiempo que ratificaron su “más fuerte compromiso” de adoptar sus propias medidas contra el calentamiento global.

Aunque Trump dijo que estaba dispuesto a volver al acuerdo si puede renegociarlo para que sea más favorable para su país y no lo perjudique económicamente, las tres naciones europeos dijeron que el pacto no puede ser renegociado, “porque es un instrumento vital para nuestros planeta, sociedades y economías”. España se sumó ayer a esa postura, destacando que el pacto no es “renegociable”.

El Reino Unido y Australia, dos grandes aliados de Estados Unidos, también manifestaron su desazón. La primera ministra británica, Theresa May, llamó anoche por teléfono a Trump y le “expresó su decepción por la decisión y puntualizó que el Reino Unido permanece comprometido con el Acuerdo de París”, informó la oficina de la premier en un comunicado.

El ministro de Medio Ambiente australiano, Josh Frydenberg, reiteró el compromiso del país oceánico con el Acuerdo de París, diciendo que el pacto sellado por más de 190 países sigue siendo de mucha relevancia, a pesar de que “hubiera sido preferible que Estados Unidos permaneciera en la mesa”, informó el canal ABC. El ex secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, también afirmó hoy estar profundamente “decepcionado y preocupado” por la decisión de Trump, en un comunicado emitido en Seúl.

Numerosas naciones de América Latina, entre ellas Argentina (ver aparte) , México, Perú y Venezuela, también lamentaron la decisión de Trump, y lo mismo hicieron Japón, Corea del Norte y naciones del Pacífico.

Para el gobierno de Sudáfrica, la retirada Estados Unidos es “una abdicación de su responsabilidad global” de ayudar a los países más pobres en su esfuerzo por detener el cambio climático.

Con su retirada, Estados Unidos priva al acuerdo del segundo mayor contaminante del planeta, detrás de China, y se suma a los únicos otros dos países que lo han rechazado: Siria, que está en el medio de una guerra devastadora, y Nicaragua, que lo consideró insuficiente para combatir el cambio climático.