Boca la pasó mal en el inicio. El equipo apostó a cortar el juego del rival a partir de mitad de campo, y progresar desde los pases. El dueño de casa opuso una postura diferente, de presión extendida, mucha dinámica y ataque al espacio por las puntas. 

Corinthtians recuperó mucho en territorio rival y eso le permitió acortar los tiempos de la ofensiva. A los cinco minutos, además, aplicó el primer golpe: Fagner envió el centro desde la derecha y Maycon, de cabeza, se anticipó a Advíncula y sacó distancia.

La zozobra para el Xeneize no frenó ahí. Willian por izquierda resultó una pesadilla y Adson pudo ampliar la diferencia, pero lo impidió el arquero García. Cuando pudo salir del asedio, el equipo visitante casi empata, con la gambeta de Salvio, el buscapié de Medina y la arremetida de Vázquez, quien no llegó a conectar.

Aún con algunos pasajes de tenencia, Boca padeció cuando Corinthians logró poner a correr a Willian o a Adson. Renato Augusto, tras un doble enganche, remató por encima del travesaño. Y en el final de la primera etapa Fabra se jugó el cuerpo ante el mismo Adson cuando se disponía a definir.

Boca intentó ser más agresivo en el complemento. Battaglia movió el banco, sumó un delantero (Zeballos por Medina) y le dio minutos a Benedetto en lugar de Vázquez. Luego sumó a Varela. Sostuvo el control general de las acciones, pero con poca profundidad.

El duelo se diluía entre la falta de imaginación del visitante y la resistencia cómoda del local, hasta que a los 33 minutos Boca quedó mal parado en un contragolpe, en el que Corinthians aceleró en superioridad numérica. Willian estiró para Roger Guedes, quien envió el centro y Maycon, una vez más, apuntó el 2-0. Con esta derrota, Boca quedó último en su grupo y comprometió mucho su futuro en la certamen continental.