El panorama de crecimiento de la economía de los países desarrollados para los próximos años parece cada vez más complejo. Los informes de los grandes fondos de inversión aseguran que Estados Unidos entrará en recesión el próximo año. El problema para sostener la actividad económica también se observa en Alemania. La estimación del PIB bajó a la mitad para este año.

La suba esperada de las tasas de interés de Estados Unidos que prepara la Reserva Federal para los próximos meses de este año y que en el mercado no conocen hasta qué punto llegará es una de las principales preocupaciones. Así lo demuestra un informe de economistas del Deutsche Bank, que plantea que la recesión norteamericana será inevitable en la medida que se espera la suba de tasas más agresiva desde la década del 80. Estas advertencias se suman a las realizadas por el banco de inversión Godlman Sachs.

"Asumimos conservativamente que si la FED aumenta sus tasas a un rango del 5 al 6 por ciento será suficiente para que Estados Unidos entre en recesión", afirmó el informe del Deutsche. Este análisis tuvo un importante impacto entre los inversores financieros y fue publicado por Bloomberg.

En el documento se agregó que “en la misma línea que suben las tasas ocurre un endurecimiento de la política monetaria, que se verá impulsado por la reducción de la hoja de balance de la Reserva Federal, la cual se estima que sea equivalente a una suba de 25 puntos básicos más en las tasas".

El correlato de esta situación, según el análisis firmado por David Flokerts Landau, es que la economía de Estados Unidos registre crecimiento negativo a partir de finales del año próximo. 

Con la recesión esperada, el informe del Deutsche Bank proyecta que comience a incrementarse el desempleo en varios puntos porcentuales. Se trata de una perspectiva para la economía de Estados Unidos en línea con las estimaciones de otros bancos de inversión de Wall Street pesimistas.

La aceleración de la inflación es uno de los puntos que más preocupa a las autoridades económicas norteamericanas y llevaría a que las subas de las tasas de interés sean más pronunciadas de lo esperado.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y los demás gobernadores de la entidad, mencionaron que el objetivo es lograr un "aterrizaje suave" en la economía, es decir, que la inflación, que en marzo último marcó un 8,5 por ciento anual, un récord de los últimos 40 años, regrese a la meta del 2 por ciento.

La entidad a cargo de Powell realizó en marzo su primera suba de tasas de interés desde diciembre de 2018, pasando de cero al rango de 0,25-0,50 por ciento. Pero en el mercado esperan aumentos más agresivos los próximos meses.

Estados Unidos no es el único país desarrollado en problemas. El Gobierno alemán estimó que la economía crecerá este año casi la mitad de lo esperado. La guerra en Europa y los precios de la energía son algunos de los factores.

El Gobierno alemán redujo este miércoles su previsión de crecimiento económico en relación a lo previsto en enero de este año, como consecuencia de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde Berlín estimaron que el PIB crecerá 2,2 por ciento este año, contra la estimación previa del 3,6.

Alemania había sido uno de los países de Europa menos afectados por la recesión provocada por el coronavirus, con una caída en 2020 de 5 por ciento (contra el 9 por ciento de Italia y Francia, o el 11,3 por ciento de Reino Unido).