Hay humo, destrucción y caos sobre la calle Arroyo. No se oye el estruendo que sacudió al barrio de Retiro. Tampoco es necesario. La escena con la que abre Iosi, El espía arrepentido (estreno de Prime Video el pasado viernes) remite indefectiblemente a lo sucedido hace tres décadas. Entre los escombros y cadáveres, el protagonista de esta historia se desdobla sobre un espejo. Metáfora directa y que funciona en dos planos de la realización concebida por Daniel Burman. No sólo está la pregunta sobre la identidad de Jose Pérez/ Iosi (impecable Gustavo Bassani) sino que también opera sobre la búsqueda de esta serie de espionaje, sustentada sobre claves históricas como lo fueron los atentados a la embajada de Israel y la AMIA.

Basada en el libro de Miriam Lewin y Horacio Lutzki del mismo nombre, la entrega de ocho episodios sigue el rumbo de un miembro de la policía federal al que le encomiendan una tarea espuria. “Tu misión es crecer dentro de la comunidad judía, y acceder y acceder al corazón del poder sionista en la Argentina,”, le ordena Claudia (Natalia Oreiro), su rígida superiora en los servicios de inteligencia en los ‘80. “Me impactó que se fueran a meter con una historia tan difícil, tan dura y tan cercana sobre la cual ni hubo justicia y verdad”, le dice a Página/12 la actriz para quien este papel supuso correrse de “roles más afines”. “Es alguien que está en las antípodas de mi pensamiento, que tiene a la mentira como verdad en su vida. El libro es buenísimo. El guion es atrapante y todos los personajes me parecieron muy reconocibles. Aunque sea una ficción está basada en hechos muy reales. De los cruentos”, amplía Oreiro.

Uno de los mayores intereses -y atractivos- de la propuesta pasa por descomponer el antisemitismo arraigado en las fuerzas de seguridad locales azuzadas por teorías conspiparanoicas como el Plan Andinia. El mito de que Israel anexaría la Patagonia como un nuevo Estado judío es apenas un justificativo para el protagonista. El otro tiene que ver con lo que palpita dentro de este topo forjado en la postdictadura y su propia deconstrucción. Consciente de que su pesquisa pudo haber sido utilizada para sembrar el horror, el personaje se sabe en la mira de sus exaliados. “José tiene un camino de transformación hacia Iosi. ¿De dónde me agarro para construirlo? De lo roto que estaba por dentro y como lo usan para manipularlo. Claudia es la gran titiritera, a la que tiene que reportar su investigación. De a poco, Iosi se va dando cuenta que no todo es como le contaron o pensaba. Él no es quien creía ser. Es una búsqueda de perdón, de autodescubrimiento y de verdad. Le pasa a él y creo que nos tendría que pasar a todos como nación”, expone Bassani, para quien Iosi, El espía arrepentido representa su desembarco audiovisual tras un extenso recorrido en teatro. Marco Antonio Caponi, Alejandro Awada, Mercedes Morán y Daniel Kuzniecka completan un elenco sin fisuras.

Creada por Daniel Burman (codirigida y coescrita junto a Sebastián Borensztein), Iosi, El espía arrepentido habilita el ejercicio de la memoria a partir de un canon en el que manda el suspenso y las operaciones de agentes encubiertos. “Lo tomamos con mucha responsabilidad. No tanto por la Historia sino por las personas que la vivieron. No inventamos nada de los atentados, ni víctimas, menos victimarios. No hay verdad, ni justicia donde no la hubo. Hubo ciertos territorios sagrados y otros donde pudimos trabajar de manera más lúdica. Tuvimos muy claro cuáles eran los límites porque partimos de las mayores tragedias que hubo en nuestro país”, expone el realizador.

La narrativa de la serie está desdoblada en dos tiempos. Una describe la operativa del agente dentro la colectividad entre la agonía del alfonsinismo y los primeros ’90, con bailes de rikudim, yiddish, profanación de cementerios y venta ilegal de armas incluidas. La otra lo exhibe en la siguiente década como un paria de los servicios, pero con su know how intacto. Para Burman este relato implica volver a la cuestión identitaria pero “arrancando con un antisemita”. “La clave para arrancar la serie fue hacer una de espías con un tipo que inicia su camino de redención, dice su responsable. Iosi, El espía arrepentido, entonces, respeta las convenciones de su tipo –su showrunner menciona a Deutschland 83 como referente- con otra peculiaridad. “Es una de espionajes de países periféricos. Cuando el espionaje no está tan bien subvencionado, con los espías escasos de recursos y que hacen un poco lo que pueden. A partir de ahí salen más miserias humanas”, reflexiona Burman.

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