Mauricio Macri no deja de juntar millas. Mientras volaba hacia Estados Unidos para dar clases en una universidad de Miami, su abogado presentó un pedido para que el expresidente haga un nuevo viaje. Ahora, el destino informado –de manera reservada al juzgado que tiene la causa en la que está procesado por haber enviado a espiar a las familias de los tripulantes del ARA San Juan– es Qatar, sede del próximo mundial, y Arabia Saudita, donde Macri viajó el año pasado para verse con el príncipe gobernante.

Entre el 20 y el 27 de mayo, Macri tiene previsto estar en Qatar y en Arabia Saudita, así lo informó Pablo Lanusse al juzgado de Julián Ercolini. En realidad, el defensor de Macri pide autorización, por un lado, y en un legajo reservado indica cuáles serán los destinos. El letrado inauguró esa modalidad desde que debió pasar por el embarazoso trance de solicitar permiso para que el expresidente fuera a Italia a jugar el Mundial de Bridge.

Según pudo saber Página/12, Macri dijo que viajará a Doha y a Riad en su calidad de presidente de la Fundación FIFA, la entidad que lidera desde enero de 2020 y que le dio chapa para dedicarse a lo que más le interesa: el fútbol y los viajes. Desde que fue llamado a indagatoria por el juez Martín Bava en octubre del año pasado, Macri estuvo, al menos, dos veces en Qatar, la sede del próximo mundial. Pasó en noviembre del año pasado y también durante el viaje que hizo entre el 25 de marzo y el 9 de abril, que incluyó el mundial de Bridge en Italia, una escala en España y una estadía en Estados Unidos. El 5 de abril, Macri tuiteó que se había reunido con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, pero no especificó dónde.

Macri también estuvo en Arabia Saudita a finales del año pasado. En ese momento, explicó ante la Justicia que había sido invitado por el príncipe gobernante Mohamed Bin Salam. El príncipe saudí tiene un dudoso récord en materias de derechos humanos y acumula denuncias internacionales por su vinculación con un asesinato de un periodista del Washington Post. El año pasado estuvo detrás de la compra del Newcastle, el club de la liga inglesa, por lo que es probable que tenga con Macri un común interés en el fútbol.

El expresidente no es el único imputado en la causa del espionaje a las familias del ARA San Juan que viaja para hacer negocios vinculados al fútbol. Su amigo más “acostumbrado a las trampas” y al que puso al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, también hizo varios viajes a los Emiratos Árabes Unidos y ya le avisó al juez Ercolini que posiblemente deba viajar en las próximas semanas.

Según los cálculos de la abogada querellante Valeria Carreras, Macri se pasó alrededor de dos meses fuera del país desde octubre pasado. Carreras buscó que la Cámara Federal apartara a Ercolini cuando anticipó que iba a autorizar los pedidos para viajar al entender que como expresidente tiene actividad en el exterior --en la misma línea que se venía haciendo mientras la causa estaba en Dolores.  Sin embargo, el tribunal ratificó al juez al frente de los expedientes que hasta diciembre pasado tramitaron en el juzgado federal de Dolores.

“La burla no es delito”, protesta Carreras ante un nuevo pedido de Macri en diálogo con este diario. “La evidente falta de imparcialidad del juez Ercolini es explícita, sumada a la evidente falta de igualdad de trato ante la ley. Haremos la denuncia por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura”, adelanta la abogada querellante.

Macri está procesado por las tareas que la AFI hizo sobre los parientes de los 44 tripulantes desde que el submarino se hundió hasta que fue hallado un año después. Sin embargo, el expresidente logró un importante espaldarazo por parte del fiscal José Agüero Iturbe, quien le pidió a la Cámara Federal porteña que anule el procesamiento porque no habría podido defenderse como era debido y que se lo vuelva a indagar. Quienes deben resolver la situación del líder del PRO son los camaristas Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens y Leopoldo Bruglia. Dos de ellos –Bertuzzi y Llorens– ya dijeron que no existió un plan masivo de espionaje durante el gobierno de Cambiemos.