La Red Sumaj Kawsay, o Red de Alimentos para el Buen Vivir, se inició en noviembre del año pasado en la provincia de Salta y busca acercar productos provenientes de la agricultura familiar y de cooperativas locales con el fin de sostener un consumo de productos agroecológicos y propender a la soberanía alimentaria. Actualmente va ganando terreno al encontrarse con nuevos consumidores cada 15 días.

La Red nació por un interés propio de emprendedores y productores de las localidades de La Caldera y Vaqueros, a unos 12 kilómetros de la ciudad de Salta. Y sucedió cuando se dieron por enterados que verduras y frutas que se cosechaban en Orán, a través de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), eran vendidas directamente a Buenos Aires. 

"Se mandaban a Buenos Aires y no llegaban a Salta capital, y eso nos parecía medio ilógico", contó Natalia Mercado, una de las fundadoras de la Red en Salta. Los integrantes del espacio entendían que si allí se producía un alimento sano y seguro para las familias, podía llegar también a la ciudad salteña. Esa fue una de las primeras razones que los motivó a armar la red. 

La segunda, fue replantear una organización en el consumo de los alimentos y su procedencia. Mercado contó que para ese entonces ya funcionaban pequeños grupos de compra y venta colectivas, y que al igual que la Red, buscaban pensar en circuitos cortos de intermediación solidaria. 

El nodo en Vaqueros.

Fue entonces que se contactaron con la organización Mercado Territorial (MT), que surgió en 2015 como desarrollo de una de las líneas de trabajo de la Incubadora de Economía Solidaria de la Universidad Nacional de Quilmes, con la idea de construir canales alternativos de comercialización que generen cercanía entre quienes producen alimentos y quienes los consumen.

Mercado Territorial está fundado sobre el principio de la soberanía alimentaria, que es el derecho de los pueblos a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Es decir, el derecho a conocer y decidir qué se quiere consumir, quién produce el alimento y de qué manera se produce y se comercializa para el consumo, respetando la biodiversidad y el trabajo digno.

Con ese contacto con integrantes del MT pudieron acceder a materiales sobre economía social, alternativas de logística y conformación de nodos para la entrega de los productos. "Nos animamos y fuimos viendo qué salía de allí", expresó la productora. 

Desde ese momento, se sostiene un espacio colectivo, que aún se encuentra en construcción y que enfrenta los altibajos propios de la gestión, como tener que mermar las entregas porque hubo que cambiar el flete que traía los alimentos desde Orán. Este problema se dio con la suba del combustible, lo que generó un incremento excesivo del coste del flete que contrataban en ese entonces. 

A pesar de ello, la Red está desde hace meses. Y para que pueda consolidarse, se sostiene en la construcción del precio de final de los alimentos. En este sentido, se tuvo en cuenta el valor de la compra del producto, el combustible a utilizar para el traslado, y un pequeño porcentaje de dinero para las personas de la Red, que es calculado de acuerdo a las horas que se ocupan en las entregas. 

Los alimentos provenientes de Orán.

Mercado aclaró que la recaudación no es el espíritu de la Red, sino que se propone pensar la organización territorial de consumo de los alimentos. En ese sentido, un primer aspecto, es consumir alimentos saludables y sanos, como las frutas y verduras agroecológicas producidas desde la agricultura familiar. Un segundo aspecto, es garantizar el "kilómetro cero", que significa que "la huella de carbono del traslado de los productos no sea enorme".

"No tiene mucho sentido consumir o generar un stock de productos que sean saludables, pero que vengan de la otra punta del país", explicó la productora, por eso se pretende generar circuitos cortos de traslado, donde haya menos kilómetros recorridos entre los productores y los consumidores. Ese aspecto les permitió evidenciar el sobreprecio que existe en la mayoría de los alimentos que se consumen, y que se debe a una gran cantidad de intermediadores. 

Por ello, Mercado manifestó que cuando se usa la figura de intermediación solidaria "estamos planteando otra forma de circuito", donde también se piensa en "otra forma económica", pues no sobresale la idea generar empleos en la red, sino que el primer propósito es "que un alimento bueno circule y se fortalezca la economía de los pequeños agricultores". 

A la circulación de frutas y verduras, también se sumaron los productos de cooperativas locales. Por ejemplo, sumaron la venta de yerba. "Aún con el costo de flete, el kilo de yerba que vendemos oscila entre los $500, cuando en los súper algunos están arriba de los $600". 

Al principio de la red, los consumidores directos eran personas cercanas a los integrantes del espacio, pero en el transcurso del tiempo, y en estas últimas semanas, "nos encontramos en que no conocemos a nadie". "Eso significa que estamos llegando a otro público", dijo Mercado. Por otro lado, destacó que "existe mucha confusión a veces en determinados términos, como lo orgánico o lo agroecológico, que hoy vemos que están en disputa". 

Con la intención de ampliar la red y generar un espacio donde se salden las dudas que circulan en torno a la temática, se pensó un primera charla taller denominada "Consumo organizado y soberanía alimentaria", que se llevará adelante este viernes 20, a las 17.30 en Casa Yunga (Las Heras 1325) en la capital salteña. 

"La intención es poner en discusión (los conceptos presentes en la apuesta) y explicar cómo funciona una red de circuitos cortos", como lo es el Mercado Territorial, la UTT, y la propia Sumaj Kawsay, aseguró Mercado. Por el momento, la red tiene dos nodos: en Vaqueros y San Lorenzo. Y para poder formar parte del circuito se puede escribir a los números 3874 40-9826 y 3876 10-9731.