El Tercer Parlamento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir comenzó ayer en la localidad de Chicoana con la participación de más de 250 personas de naciones indígenas llegadas de distintos lugares del país, con mayor presencia de Salta y jujuy.

Convocades a la provincia para llamar la atención sobre la persistencia del chineo, los abusos sexuales de criollos en perjuicio de niñas y mujeres indígenas, mujeres y personas no binarias de todo el territorio hoy llamado Argentina y de otros territorios de América Latina, comenzaron el día bien temprano, con una ceremonia al pie de los cerros, en la localidad de Chicoana, en el Valle de Lerma, a 50 kilómetros de la ciudad de Salta.

Después la weychafe (guerrera) mapuche Moira Millán, del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, dio la bienvenida, agradeció a las personas que hicieron posible este encuentro y subrayó que sabía que no sería fácil hacer este Parlamento en Salta, una provincia históricamente "hostil" con la diversidad y los pueblos indígenas.

Aunque la primera reunión plenaria se previó para la tarde, ya a media mañana, en el espacio de presentación, fueron desgajándose descripciones, conceptos, saberes, necesidades y memorias. Los aportes llegaron de lugares diversos, y de edades distintas. Una de las llegadas de Bolivia dijo que venía a "curar nuestras matrices como mujeres"; una estudiante de Misión Carboncito, en el norte salteño, deseó que sus voces "sean escuchadas en todo el mundo para que podamos salir adelante". 

Se sucedieron las palabras, en castellano y en idiomas de las distintas naciones participantes, Quechua, Wichí, Qom, Diaguita, Charrúa, Mapuche, Moqoit, Tapiete, Ava Guaraní, Chorote, Chulupí, Chané, Weenhayek, Simba Guaraní, Guaycurú, Lule, Diaguita Calchaquí, Purépecha y Huarpe, algunas enfáticas, otras apenas audibles, y hasta con pudor. Una mujer sintetizó esa circunstancia: "Soy de poco hablar y de mucho andar".

Violencias 

Mujeres de Hipolito Yrigoyen, en Salta, hablaron de la larga lucha que lleva adelante Mónica Romero, de la comunidad La Loma, con la multinacional Seabord Corporation, que disputa territorio ancestral. Recordando ese conflicto, una mujer aseguró que "Salta vive reprimiendo". 

"Vengo porque hemos sufrido muchos hechos de violencia", dijo otra. Una mapuche, integrante del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, invitó a "recordar que las mujeres organizadas podemos mucho y ser una voz de lucha contra todo lo que pasa". "Que seamos una semilla", para que cada vez más jóvenes se sumen a este camino, dijo otra.

En el Plenario por la tarde mujeres de los ayllus de Isla de Cañas, Salta, retomaron esta línea en un documento en el que, entre otras cosas, denunciaron las violencias que sufren en los territorios y alertaron sobre el desconocimiento de los instrumentos legales específicos en materia de violencia contra las mujeres, a lo que se suma la distancia con la ciudad de Oran, y la falta de personal especializado en las comisarías. Además, hablaron de las adicciones y la falta de oportunidades laborales para los jóvenes: "ser trabajador golondrina es a veces la única chance para muchos". También llamaron la atención sobre " la degradación del ambiente" que "constituye una grave amenaza para nuestra comunidad".

La importancia de la unidad

"Como estudiantes nos discriminan y esa parte duele", dijo una joven del norte salteño. Pero, añadió: "Ya no me siento sola, hay muchas mujeres acá luchando".

En "una provincia que nos intenta enmudecer, acá las mujeres tomamos el mando y la voz", dijo una integrante de la organización Aretede y de la radio La Voz Indígena, de Tartagal. "Cuando las mujeres estamos convencidas de llevar una lucha no nos importan las fronteras", aseguró a su turno una miembra del Pueblo Moqoit de Entre Ríos. 

Y otra de Potosí, Bolivia, siguió en esa línea: "Venimos para unir nuestras voces, nuestro pensamiento y nuestra energía espiritual para luchar por los mismos objetivos”. 

Una mujer del Pueblo Tehuelche Mapuche y con ascendencia navajo, habló de la recuperación de sus memorias y saberes, y de la unidad "vamos a estar juntas y nuestra voz va a ser oída en todo el planeta" y "cada vez seremos más”, auguró. 

Contra el terricidio

La actividad siguió por la tarde con un plenario en el que se intercambiaron pareceres sobre terricidio y otros términos con los que se precisa el camino del Movimiento de Mujeres Indígenas. 

"Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas decidimos usar la palabra terricidio porque es más abarcativa que ecocidio. Se trata no solo del asesinato de la naturaleza sino también de la destrucción de nuestros espíritus y nuestros cuerpos”, dijo Evis Millán, del Pueblo Mapuche. 

La investigadora simba guaraní Seila Pérez, de Tartagal, recordó que en la zona de la ruta nacional 86, de Tartagal a Tonono, hay 47 empresarios y finqueros que figuran como titulares registrales del territorio indígena. Salta, resaltó, tiene los más altos índices de desnutrición y mortalidad infantil, ademas de los femicidios e infanticidios en las comunidades indígenas. "Tenemos niñas de 14 años que son violadas. Hay complicidad del Estado, pero también de los caciques, que no denuncian", sostuvo.

Igual que Nancy López, directora de la radio La Voz Indígena, de Tartagal, habló de los efectos nocivos del uso de agrotoxicos que están "afectando gravemente" la salud, la espiritualidad, la medicina ancestral, porque mata las plantas que se usan como insumo. Y por las fumigaciones también, "Ya no tenemos la miel de abeja", lamentó.

Edith Martearena, de Aretede y las Voz Indígena, también habló de las violencias que sufren y contó la experiencia de este grupo de mujeres que apuesta a la comunicación y la recuperación de la memoria. "Tenemos que empezar a pensar estrategias en conjunto", invitó.

Una joven del Pueblo Qom, en el Chaco, explicó también el terricidio: "Nosotros vivimos en un territorio. Nos sacan, nos llevan" a los suburbios y con ello "hacen empobrecer la espiritualidad de la comunidad". 

"Es con nosotras"

Las travestis y trans indígenas sufren una doble discriminación, resaltó una participante.  

Sobre el terricidio, María  Pia Ceballos convocó  a "ponerle nombre y apellido a los saqueadores". "Todo nos violaron, violaron hasta a nuestros cementerios, nuestros sitios sagrados", destacó, e insistió en la importancia de "decir quienes son esos que se llevan no solo nuestros recursos, se llevan nuestras vidas".
Son conocidos, dijo, "tienen nombre y apellido, son empresarios, corporaciones, que nos expulsan y se quedan con las riquezas". "Las travestis gritamos con furia estas injusticias porque necesitamos unirnos.
Para poder tener un posicionamiento fuerte de defensa de nuestros territorios. Vamos a estar. Porque es con nosotras, nada sin nosotras, que les quede bien claro a los empresarios, no nos vamos a ir, nada sin nosotras, todo con nosotras".

Antes Vcky Hilario, del Pueblo Guaraní, mburuvicha guasu de su comunidad en San Pedro de Jujuy e integrante del Consejo de Líderes Indígenas, habló de la importancia de integrar a la diversidad, que por primera vez participa del Parlamento. Y una participante de Chile había destacado: "Soy trans y mapuche. Nosotras también somos indígenas y voy a resistir en donde sea, en el territorio que lo necesite".

El Parlamento, que seguirá hasta el 25 de mayo, se propone presentar un proyecto de ley para la abolición del chineo, que sigue manifestándose con mayor virulencia en el norte del país.