Cinco docentes de la localidad de San Miguel volvieron el viernes pasado de un acto organizado por Presidencia de la Nación con golpes y rasguños que le propinaron empleados de la municipalidad, a cargo del intendente Jaime Méndez, de la alianza Cambiemos.

Los docentes llegaron a la muestra “Animarte”, una exposición de los trabajos realizados por centros culturales del municipio, creyendo que se encontrarían con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, ante quien reiterarían el reclamo de un salario digno y el aumento del presupuesto destinado a educación. Llevaban los mismos carteles que usaron en las últimas manifestaciones, en esta ocasión colocados sobre sus piernas “para no molestar”. En cuanto los organizadores las divisaron, empezaron los problemas. 

“Primero se nos acercó una persona advirtiéndonos que si esperábamos a la gobernadora, nos fuéramos”, narró a Página/12  Rosa Marcos, una de las docentes agredidas. Ante la negativa de los docentes a retirarse, la estrategia de los organizadores del acto cambió y, a los cinco minutos, aparecieron “chicos” de la municipalidad con más de 200 globos para tapar las consignas que sostenían los maestros. ´

Después de un primer cruce por el “trato agresivo” de uno de los empleados municipales hacia un niño, los docentes se ubicaron en el fondo del predio, otra vez “para no molestar”. Fue entonces cuando la situación empeoró. Mientras el intendente Méndez y Pedro Robledo, el subsecretario de Juventud de la Nación, se sacaban fotos con los instrumentos musicales que estaban entregando, los maestros permanecían encerrados en un corralito de globos. 

Una de las mujeres que rodeaba a Rosa le robó su cartel con violencia. Rosa lo recuperó pero inmediatamente después otro hombre la empujó y en el forcejeo posterior la rasguñó y la lastimó. La policía local no se acercó en ningún momento, ni siquiera para averiguar por qué había cinco mujeres gritando. 

Las docentes, finalmente,  levantaron los carteles pero "los chicos" del municipio siguieron con su boicot. “Sacudieron la silla en la que estaba parada una compañera para que cayera”, denunció Rosa, quien contó que después hicieron lo mismo con una mujer que quiso solidarizarse con los docentes. Hasta llegaron a golpear en la mano a un nene de 11 años, hijo de una de las maestras, que intentó correr los globos.

“La verdad es que me vienen muchos recuerdos de la época de la dictadura. Las maestras quedaron muy afectadas por lo que pasó”, expresó a Página/12 Graciela Rodríguez, secretaria de Educación y Cultura de Suteba-General Sarmiento. Rodríguez resaltó además que este tipo de violencia representa “una marca muy fuerte” para ellos, teniendo en cuenta que en San Miguel hay 600 desaparecidos. “Nosotros hacemos todo con la palabra. Vamos, nos sentamos. Por eso nos cuesta mucho entender esta situación”, manifestó la maestra, que lleva 40 años de docencia. 

Rodríguez denunció la situación de emergencia en las que se encuentran las escuelas del distrito, donde hay escuelas sin habilitación, cargos sin cubrir, falta de alimentos y estufas que no funcionan. Según un relevamiento de Suteba, llegan sólo entre 5 y 20 paquetes de leche por semana a cada jardín, y en más de 15 establecimientos de primaria y secundaria no funciona la calefacción. 

“Tanto el gobierno provincial como el nacional saben que están en falta con la educación. Por eso se explica este grado de violencia”, opinó Rodríguez, quien concluyó que "evidentemente la educación no les interesa, y sobre todo la educación para los que menos tienen”.