Los británicos se aprestan a renovar su parlamento el jueves, con la sombra del Brexit a cuestas y con el país aun conmocionado por el atentado del sábado pasado, que reivindicó el Estado Islámico y que causó 7 muertos y 48 heridos. En la recta final de la campaña, el tema de la seguridad impregnó el debate entre los candidatos. 

No solo se discute la actuación de Scotland Yard alrededor del ataque en el Puente de Londres. También, el antecedente del atentado en Machester hace dos semanas. "El MI5 y la Policía ya dijeron que revisarían cómo actuaron en el caso de Manchester y espero que harán exactamente lo mismo en relación con el ataque en el puente de Londres", dijo la primera ministra Theresa May, quien afronta las críticas de su rival, el laborista Jeremy Corbyn, por los recortes en seguridad. 

La líder conservadora fue más allá: “Vamos a deportar a los sospechosos de terrorismo a sus países de origen. Restringiremos sus movimientos en suelo británico cuando representen una amenaza, aunque no tengamos razones para detenerlos. Y si nuestra legislación de derechos humanos no nos permite actuar, cambiaremos las leyes”, advirtió.

Una de las grandes críticas es porqué la policía no controló más a Khuram Shazad Butt, el organizador del ataque, a quien tuvo bajo vigilancia mientras trabajaba en la estación de metro de Westminster y tenía acceso a los túneles que pasan por debajo del Parlamento. Boris Jonson, el canciller de May, afirmó que la gente tiene derecho saber por qué se lo monitoreó y luego no se lo consideró una amenaza.

A su turno, Scotland Yard admitió que Butt era “conocido” por la policía, pero que se ignoraba que estuviera preparando un atentado. Según el Daily Mail, hace un mes se investigó la posible existencia de una célula terrorista en Barking, el barrio donde vivía el atacante, quien llegó a aparecer en un documental sobre el islamismo.

"Estoy seguro de que la policía examinará lo que sabía y lo que podía haber hecho y si pudieron haber actuado de una manera diferente", agregó a su turno Sadiq Kahn, el alcalde de Londres, de origen musulmán. Hijo de paquistaníes y partidario del matrimonio gay, el único dirigente británico que pidió cancelar la visita de Donald Trump, prevista para octubre, fue criticado por el mandatario norteamericano a través de Twitter.

El presidente norteamericano criticó “la corrección política” de Khan, y éste respondió que tiene “cosas más importantes que hacer que responder a los tuits mal informados". "No creo que debamos extenderle la alfombra roja al presidente de Estados Unidos cuando sus políticas van en contra de todo lo que defendemos", había asegurado en su momento el alcalde, quien, tras el ataque del sábado, había pedido "mantener la calma".