La recaudación alcanzó en mayo 1.551.370 millones (1,5 billones) de pesos, con un crecimiento de 79,9 por ciento interanual. Se estima que esta cifra resulta ser el nivel recaudado más alto de los últimos cuatro años en términos constante para ese mes. La tributación estuvo impulsada principalmente por el desempeño del impuesto a las ganancias y los conceptos de la seguridad social. Mayo es el vigésimo primer mes consecutivo de incremento de la recaudación medida en términos reales, es decir descontando el efecto de la inflación.

En un informe del Ministerio de Economía se mencionó que los impuestos que le otorgan progresividad al sistema se expandieron en conjunto un 102,5 por ciento interanual. En particular, el Impuesto a las Ganancias, registró un crecimiento de 102,6 por ciento respecto de mayo del año pasado. A su vez, los ingresos vinculados a la seguridad social crecieron al 75,8 por ciento interanual.

Se precisó que los recursos de la seguridad social se sostuvieron a altas tasas de crecimiento, lo cual profundizó una tendencia expansiva que ya se venía observando en los últimos meses. Se trata de un resultado que puede explicarse por un doble motivo. El primero es la recomposición nominal de los salarios a través de las paritarias. El segundo es el crecimiento del empleo registrado, gracias al dinamismo del mercado laboral y recomposición del mercado interno a medida que la economía se recupera del impacto de la pandemia.

El informe de la recaudación impositiva relevada por AFIP detalla que en la suba de los ingresos de la seguridad social se destacaron la performance de las contribuciones patronales (75,6 por ciento) y la de aportes personales (73,9 por ciento interanual).

Por su parte, en un comentario del Palacio de Hacienda que acompaña el informe de recaudación se destacó que los tributos vinculados a la expansión de la actividad económica también verificaron una importante expansión. Avanzaron a un ritmo del 70,1 por ciento interanual. Entre ellos, figura el desempeño del IVA, con un incremento del 69,0 por ciento interanual, del impuesto a los créditos y débitos, con un alza del 58,6 por ciento, de los internos coparticipados, con un avance del 82,5 por ciento y del impuesto a los combustibles líquidos, con una suba del 51,8 por ciento.

Durante los últimos meses la economía local consiguió recomponerse del impacto de la crisis sanitaria en 2020, con un rebote del PIB de más del 10 por ciento en 2021 y una performance de expansión sostenida en los primeros meses de 2022. Esto posibilitó seguir ampliando la base de recaudación y alcanzar durante mayo picos de recaudación que, medidos en términos reales, se estiman en niveles récord par los últimos cuatro años.

Por el lado de los tributos vinculados al comercio exterior, se anotó una suba del 49,2 por ciento interanual. El principal concepto que explica el crecimiento de este grupo de gravámenes son los derechos de importación y tasa estadística. En conjunto subieron a un ritmo del 71,3 por ciento interanual. Se trata de una cifra que muestra también la recomposición de la actividad económica, debido a que las importaciones suben para sostener la expansión de la industria local y la demanda al exterior de componentes y maquinarias. En tanto, los derechos de exportación se ampliaron al 42,8 por ciento interanual, pese a que la evolución del dólar durante el año 2021 no acompañó el ritmo de la inflación, aunque las correcciones cambiarias mensuales se corrigieron al alza desde comienzos del año actual.