A 100 días del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, la exrepública soviética confirmó que Moscú ya tiene el control del 20 por ciento del territorio ucraniano. Mientras que el Kremlin advirtió que continuará la ofensiva pese a las promesas de Washington de dotar a Ucrania con armas de última tecnología. El ejército ruso redobló su ofensiva en la región del Donbass y atacó la ciudad occidental de Lviv. El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden y advirtió que occidente debe preparse para una larga guerra de desgaste.

100 días de guerra

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reconoció que las tropas rusas controlan un 20 por ciento del país. "Hoy, alrededor del 20% de nuestro territorio está controlado por los ocupantes, es decir, cerca de 125.000 kilómetros cuadrados", dijo el jefe del gobierno ucraniano en un discurso telemático ante el parlamento de Luxemburgo. Por otra parte, alertó que aunque el ejército ruso se retiró de un tercio de los lugares ocupados cerca de 30.000 kilómetros cuadrados están minados. Aseguró que diariamente mueren 100 personas en el este de Ucrania y entre 450 y 500 resultan heridas.

El mandatario precisó que antes de la invasión iniciada el 24 de febrero las fuerzas del Kremlin controlaban unos 43.000 kilómetros cuadrados. Rusia controla la península de Crimea desde 2014 cuando la región declaró su independencia y un año después fue incorporada por Moscú a la federación rusa. Además, afirmó que el territorio ucraniano bajo control ruso es mucho mayor que la superficie de países como Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.

Según Zelenski, las tropas rusas entraron a 3.620 localidades del país, de las cuales 1.017 fueron liberadas por el ejército de Ucrania. Una gran parte de la región de Lugansk está bajo control ruso mientras las tropas del Kremlin avanzan sobre la última ciudad de esa región: Severodonetsk.  Moscú también controla una buena parte del sur y del este de Donetsk, incluyendo el puerto de Mariupol con salida al mar de Azov. La ciudad de Sloviansk en Donetsk donde el ejército ruso mantuvo bombardeos intensos esta semana.

Hacia el sur el ejército ruso tiene el control de ciudades como Melitopol en la región de Zaporiyia y Jersón ubicada en la región homónima. En el noreste del país, las tropas rusas tienen el control de zonas en el oriente de la región de Jarkov.

Más armas

El presidente ucraniano aprovechó la ocasión para reiterar el pedido de ayuda internacional para la defensa de la exrepública soviética. En este sentido recordó que sin el suministro de armas pesadas su país no está capacitado para enfrentar el avance de “los invasores”. Esta semana Estados Unidos le prometió a Ucrania el envío de misiles de largo alcance. Washington aseguró que Kiev le dio garantías de que no utilizará las armas para atacar territorio ruso y que sólo será usado con fines defensivos.

Más tarde en otra intervención por videoconferencia en el foro GLOBSEC, un think tank eslovaco sobre seguridad global en Europa y que tiene sede en Bratislava, Zelenski aseguró que el suministro de armas a Ucrania puede marcar un antes y un después en el conflicto bélico. Según el mandatario hay “potencial para un punto de inflexión”.

A su turno, el asesor presidencial Oleksiy Arestovych aseguró que los misiles de largo alcance de Washington son capaces de alterar completamente el rumbo de los combates "Puede cambiar de forma radical las reglas de juego en los principales frentes", indicó citado por medios ucranianos. Añadió que con ese armamento Kiev podrá disparar contra sistemas de lanzacohetes rusos. "Así no podrán acumular recursos para enviarlos luego a combate", señaló.

Avance del Kremlin

Mientras que Rusia aseguró que cumplirá con los objetivos de su llamada campaña militar en Ucrania sin importar el envío de armamento confirmado por Estados Unidos. "El semejante suministro de armamento cada vez más moderno a Ucrania no cambia los parámetros de la operación militar especial. En cualquier caso, sus objetivos serán alcanzados", declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, en la rueda de prensa telefónica que realiza a diario.

El gobierno ruso advirtió que los envíos de armas que “hipotéticamente pueden ser usados contra Rusia” pueden hacer que la situación tome un rumbo muy desfavorable. "Eso provocará más sufrimiento a Ucrania que simplemente es un instrumento en manos de los países que le envían armamento", aseguró Peskov.

El ejército intensificó los ataques en el este de Lugansk, según confirmaron las autoridades ucranianas que aseguran que el objetivo principal es la ciudad de Severodonetsk. Según el gobernador de esa región, Sergi Gaidai, el 80 por ciento de la ciudad está ocupada por las tropas rusas. En la región de Lviv, al oeste de Ucrania, un misil ruso impactó contra la vías de un tren. La zona es clave para el envío de armas y otros suministros que llegan a Kiev.

El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que occidente se tiene que preparar para una larga "guerra de desgaste" en Ucrania. Stoltenberg habló tras reunirse con el mandatario estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca para preparar la cumbre de la alianza militar de occidente que está prevista para fines de junio en Madrid.