Vacaciones contigo… y tu mujer              6 puntos

Antoinette dans les Cévennes; Francia/Bélgica, 2020

Dirección y guion: Caroline Vignal.

Duración: 97 minutos.

Intérpretes: Laure Calamy, Benjamin Lavernhe, Olivia Côte, Marc Fraize,

Jean-Pierre Martins, Louise Vidal .

Estreno en Mubi.

Casos y cosas de la distribución internacional: el segundo largometraje de la francesa Caroline Vignal se estrenó en los países de habla inglesa con el título My Donkey, My Lover and I (“Mi burro, mi amante y yo”) y en España y Latinoamérica se la conoce con el aún menos agraciado Vacaciones contigo… y tu mujer, con los puntos suspensivos simulando tensión y sorpresa. Lo cierto es que el original Antoinette dans les Cévennes es más apropiado para una película que toma como excusa el no tan conocido libro de memorias de Robert Louis Stevenson Viaje con una burra por los montes de Cévennes, corolario literario de un viaje de casi doscientos kilómetros realizado en 1878 por esa región del centro de Francia, a pie y con la única compañía de una burra de carácter testarudo llamada Modestine. Antoinette Lapouge (Laure Calamy) no es escritora sino maestra de escuela primaria, y el relato la presenta robándose el centro de atención durante un acto escolar de fin de curso. Todo para impresionar a su amante secreto, Vladimir (Benjamin Lavernhe), el padre de una de sus alumnas.

La excusa argumental es directa, típica de la comedia desembozada: Vladimir sale de vacaciones con su familia a seguir el derrotero de Stevenson, y Antoinette no tiene mejor idea que sacar los boletos, alquilar travesía, burro y hostales y aparecerse de sorpresa. Que eso no es una buena idea queda bastante claro luego de una conversación a calzón quitado con sus primeros compañeros de ruta, entre ellos una mujer de ojos vivaces interpretada por Marie Rivière, una de las figuras indispensables en la filmografía de Éric Rohmer. Pero aquí, más allá de algunos almuerzos y cenas regados con vino, las conversaciones alrededor de una mesa les ceden el lugar rápidamente a las caminatas al aire libre. El burro asignado para las sesiones de trekking se llama Frederick y es tan terco como su pariente lejano en el libro de Stevenson: cuando no quiere, no camina; cuando así lo desea, sale a los piques, aunque la humana que lo acompaña quede tirada en el suelo, arrastrada por el animal varios metros.

A Calamy se le da bastante bien la construcción de un personaje tan impulsivo como ingenuo y la “intensidad” de Antoinette por momentos roza lo psiquiátrico. Pero más allá de los segmentos cercanos a la comedia popular –y a la ligera tensión cuando Vladimir, mujer e hija aparecen en escena en medio de las montañas– Vacaciones contigo… y tu mujer se propone en gran medida como un viaje de descubrimiento interior. Es que el vínculo entre la humana y el asno realmente termina convirtiéndose en algo terapéutico, más allá de los plantones y rebuznos más inesperados. Amable y ligero, el film de Vignal no sorprende, pero casi siempre escapa de los peligros de la sacarina o el aleccionamiento y resuelve la cuestión de los “cuernos” de la mejor manera posible: con madurez y gracia muy francesas.