El ministro de Justicia Martín Soria salió a responderle al fiscal que terminó cerrando en la práctica la investigación sobre las visitas de jueces a Mauricio Macri, quien, además, sostuvo que una pesquisa así podía esmerilar la dignidad del Poder Judicial. “Comodoro Pro no está esmerilado, está podrido”, tuiteó el funcionario que impulsó la denuncia inicial sobre los encuentros del entonces presidente con Gustavo Hornos y Mariano Borinsky. “Los hechos no solo se encontraban probados, sino que además habían sido reconocidos públicamente por el propio Macri. Estos jueces y fiscales que hoy se defienden corporativamente entre sí y a Macri ya pasaron del desprestigio al más absoluto descrédito”, le dijo a Página/12.

Soria no escondió su disgusto por el dictamen del fiscal ante la Cámara Federal porteña, José Agüero Iturbe, que dejó sin apelar el sobreseimiento que les dictó el juez Marcelo Martínez de Giorgi a Macri y a los dos camaristas. “El mayor problema de todos es que hay gente que estuvo presa por decisiones judiciales que se pactaron con un Presidente en la Quinta de Olivos y nadie es sancionado por esa manipulación judicial. Muchas de esas causas ya se cayeron a pedazos, pero es necesario que los responsables sean sancionados para que nunca más tengamos una justicia que persigue por designios políticos”, sostuvo.

“Lamentablemente, Macri y Juntos por el Cambio siguen eternizando al procurador interino (Eduardo) Casal, que tiene la camiseta amarilla del PRO puesta hace rato, y éstas son las consecuencias”, dijo y resaltó que, por eso, debía avanzarse con la reforma del Ministerio Público –que flexibilizaría la mayoría necesaria para designar a un nuevo procurador o procuradora–, la del Consejo y la de la Corte.