El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó un allanamiento el lunes a la noche en el hotel de la localidad bonaerense de Canning donde se aloja la tripulación del avión de bandera venezolana retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza.

El operativo estuvo a cargo de la Policía Federal y se extendió hasta las primeras horas de la mañana del martes, luego de decretarse el secreto de sumario en la investigación.

Los efectivos ingresaron al establecimiento con orden judicial en busca de elementos de interés para la pesquisa, como computadoras personales o "pendrives", que podrían estar en posesión de los 19 tripulantes de la aeronave.

Mientras tanto, los tripulantes del avión de la empresa Emtrasur -de matrícula venezolana y que pertenecía a la compañía iraní Mahan Airlines- esperaron afuera de sus habitaciones.

A pesar de que no hay alertas rojas ni pedidos de captura sobre ninguno de los tripulantes, la fiscal del caso, Cecilia Incardona, pidió que se impusiera el secreto de sumario y medidas de prueba para verificar si alguna de las personas tiene un vínculo con el terrorismo internacional.

La denuncia de la DAIA

En la mañana del lunes, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, se presentó ante la Justicia para pedir que se investigara si los cinco ciudadanos iraníes que viajaban en el avión pertenecen o no al grupo islamista Al Quds.

En consecuencia, el juez Villena ordenó que la Dirección Nacional de Migraciones retenga, al menos por otras 72 horas, los pasaportes de los iraníes.

Para el magistrado, que es un estudioso de Hezbollah, no es un tema menor que el avión haya pasado por Ciudad del Este, donde la CIA señala que la organización libanesa pro-irani tiene una base o al menos adherentes.

La llegada del avión a Ezeiza

El Boeing llegó a Ezeiza el lunes 6 de junio, con una carga de autopartes; integraban su tripulación catorce venezolanos y cinco iraníes. Previamente, por el mal clima, había hecho una escala en Córdoba. En el aeropuerto internacional, un operativo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Migraciones, la Aduana y la Policía Federal revisó la carga; según fuentes de la PSA no encontró nada extraño, pero los efectivos retuvieron los pasaportes de la tripulación iraní y le impusieron como condición para salir del país hacerlo en un vuelo de línea. Nadie fue detenido, pero los tripulantes quedaron alojados en un hotel de Ezeiza.