El ex jefe de Contrainteligencia Horacio Antonio Jaime Stiuso sostuvo ayer que el gobierno de Carlos Menem, el juez Juan José Galeano, los fiscales, la ex SIDE, el ex jefe de Antiterrorismo, Jorge “El Fino” Palacios, y el ex titular de la DAIA, Rubén Beraja, desviaron la investigación del atentado contra la AMIA. “El ataque fue por el incumplimiento del convenio atómico que en su momento firmó Raúl Alfonsín y los que intervinieron fueron Alberto Kanoore Edul y dos personas del entorno del agregado cultural de Irán, Mohsen Rabbani, vinculados con la organización libanesa Hezbollah y con Irán. Yo les dije que la pista de los policías bonaerenses no era, que no tenían nada que ver, pero ellos se negaron a ir para otro lado. El gobierno no quiso ir para otro lado. Después le pagaron a Carlos Telleldín para que declare contra los policías. Fue casi público. Lo sabían todos”. El Tribunal ordenó que los dichos de Stiuso se mantengan en secreto: parece insólito que a 23 años del atentado todavía rija el secreto sobre lo ocurrido. 

El testimonio de Stiuso perjudicó notoriamente a los imputados en el juicio por desviar pistas en el caso AMIA ya que ratificó todas las acusaciones, aportando bastantes detalles. Ayer preguntaron los fiscales, los abogados de los familiares de las víctimas, los letrados de los policías que estuvieron presos en su momento y también los nuevos abogados del Ministerio de Justicia. Quienes dialogaron con este diario contaron que esos abogados del Estado desconocían los hechos y el expediente, por lo que protagonizaron una especie de papelón. Por el lado de las defensas, preguntaron los abogados de Galeano y de los fiscales. El lunes a las 10.30 continuará con preguntas del resto de las defensas.  

El área de Contrainteligencia, que comandó Stiuso, estuvo enfrentada dentro de la SIDE a la Sala Patria, que llevó la voz cantante en la investigación del atentado. En esa interna se impuso la Sala Patria que, además, impulsó la pista que terminó con la detención de los policías bonaerense, encabezados por Juan José Ribelli. 

El resumen de la óptica expuesta ayer por Stiuso es el siguiente:

  • Los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA tuvieron la misma mano de obra y conexión local: un grupo que rodeaba al empresario Alberto Kanoore Edul. 
  • En ese grupo había dos personas del entorno de Rabbani que también participaron de los hechos.
  • Las razones de los atentados tuvieron que ver con el incumplimiento del gobierno de Carlos Menem de acuerdos sobre asistencia técnica y científica en materia nuclear firmados por Raúl Alfonsín. Esos acuerdos incluían la provisión de combustible. En su momento, los pactos tuvieron el aval de Estados Unidos ya que el combustible no servía para producir material bélico. 
  • En sintonía con el informe que hizo en su momento el FBI, Stiuso insistió en que hubo una trama de comunicaciones entre Kanoore Edul, Telleldín, el empresario en automóviles Alejandro Monjo y quienes rodeaban a Rabbani.
  • El ex jefe de los espías declaró que el juez Galeano se negó a seguir con esa pista en determinado momento, en sintonía con el gobierno de Menem. El padre de Kanoore Edul estaba vinculado con el entonces presidente. 
  • Stiuso mencionó una reunión en la que estuvieron Galeano y el entonces titular de la SIDE, el fallecido Carlos Soria, en la que Stiuso advirtió que los policías no tenían nada que ver, pero que Galeano reiteró que seguiría con el tema de los uniformados.
  • Para sostener la pista de los policías bonaerenses se le pagó a Telleldín. Stiuso dijo que el pago fue público y notorio y que todas las partes supieron.
  • Para sostener las pistas falsas –siempre según la versión de Stiuso– se urdieron operaciones desde la SIDE. Por ejemplo, el informante Daniel Romero armó una pista de carapintadas; el policía Luis Vicat también dibujó operaciones desde el propio edificio de la SIDE, y hasta el agente Raúl Guglielminetti se combinó con un abogado de la DAIA, Javier Astigarraga para operar en la causa judicial. De todas maneras, Stiuso situó la cabeza del armado de pistas falsas en la cúpula de la Sala Patria, Alejandro Brousson y Patricio Pfinnen. 
  • Stiuso dice que alertó a Alberto Nisman de todas estas maniobras.

El gran problema del testimonio de Stiuso es que él mismo no es un testigo inocente y desinteresado. Desde siempre estuvo alineado con las derechas de Estados Unidos e Israel, por lo que sigue linealmente lo que marcaron –y marcan– los servicios de inteligencia de esos países. El objetivo del dúo que después formaron Stiuso y Nisman fue sostener la acusación contra Irán. Aún así, parece que su declaración fue muy detallada y comprometió aún más a los imputados. Como los jueces –Jorge Gorini, Néstor Costabel y Karina Perilli– ordenaron el secreto sobre la audiencia de ayer y la declaración de Stiuso, los presentes no quisieron darle precisiones a este diario. Sin embargo, quienes estuvieron en la sala de Comodoro Py afirman que la declaración dejó muy preocupados a los que están sentados en el banquillo de los acusados. 

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