Una de las aves autóctonas más perseguidas fue devuelta ayer a su hábitat natural en Catamarca. En marzo un vecino la encontró tirada y con heridas de bala en una ruta camino a Las Piedras Blancas, una pequeña localidad ubicada en Las Juntas, Ambato. Avisó a la policía local, y luego a Medioambiente de la provincia, que en el marco del Programa de Conservación de Cóndor Andino (PCCA), actuó en red con la Fundación Temaikén, y llevaron a cabo el operativo de resguardo y recuperación.

“Phuyu” (nube en lengua quechua), como nombraron al ave, es un macho adulto que presentaba esquirlas de plomo en su cuerpo, producto de un disparo de escopeta. La intoxicación con plomo le provocó un cuadro de gran debilidad: pesaba 7 Kg cuando lo encontraron, muy por debajo del peso promedio de un cóndor adulto. Su condición corporal era de regular a mala, según el informe de medioambiente, y estaba con anorexia. Una vez estabilizado en la provincia, fue derivado para su rehabilitación al centro de rescate y cría en aislamiento humano de Fundación Temaikén en Escobar, Provincia de Buenos Aires, a través de Aerolíneas Argentinas. En Temaikén lograron curarlo y encapsular el plomo, e iniciar el proceso de recuperación que duró tres meses.

El ave fue liberada en una jornada gélida, con -6 °: “La idea era liberarlo lo más cerca de donde fue encontrado”, explicó a Catamarca/12 el naturalista José Núñez, encargado de medioambiente de Las Juntas.

El especialista explicó que el principal depredador de estas aves es el ser humano: “Hay mucha gente que se dedica al ganado que apenas los ven los matan. Hay una creencia de que comen el ganado, pero en realidad son aves carroñeras, se dedican a comer animales muertos. No son cazadores”, aclaró.

“Su presencia es totalmente beneficiosa para el medioambiente, porque como todos los carroñeros el cóndor andino limpia el ambiente en el que vive, al contrario de lo que se cree como costumbre en la zona”, aseguró. Y explicó: “Cualquier animal que se muere en la montaña, no se pudre porque se lo come el cóndor. Su función es fundamental para que no haya descomposición por todos lados”.

Nuñez, que además es autor de la página Catamarca Verde en donde difunde especies autóctonas de las yungas ambateñas, explicó la importancia de contar con áreas protegidas para liberar las especies que son reinsertadas a su medio. “Este cóndor no está libre de volver a recibir otro escopetazo”, recordó que Catamarca no cuenta con Parques Nacionales “que son justamente los espacios en donde estas especies pueden vivir en paz sin ganadería extensiva que se expande y le quitan el hábitat”.

El operativo se realizó en red entre el Programa de conservación del cóndor Andino, secretaría de Medioambiente, Fundación Temaikén y la Municipalidad de Las Juntas

"Phuyu se sumará así a los ocho cóndores que ya fueron rescatados y liberados en la Provincia de Catamarca. El Programa Binacional de Conservación Cóndor Andino habrá logrado reintroducir así 224 cóndores en todo Sudamérica", aseguran desde el área de Medioambiente de Catamarca.

Ave sagrada

Considerado históricamente como un ave sagrada, el cóndor andino (Vultur gryphus) ha sido testigo del origen y esplendor de diversas culturas y civilizaciones al adquirir un rol simbólico en muchas de ellas, incluso ha sido representado en cerámicas, pinturas y telares.

Los Incas fueron de sus más grandes admiradores y lo consideraban una divinidad encargada de unir el cielo y la tierra. Como muchas especies, es un ave amenazada y es principalmente quienes se dedican a la cría de ganado su principal peligro, ya que los cazan por prejuicio o coloca cebos tóxicos con carne para otros animales y termina afectando al cóndor.

Más información: Facebook Programa Conservación Cóndor Andino – Secretaría de Medio Ambiente Catamarca.

Consultas relacionadas a la rehabilitación: [email protected]

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